Por Sergio E. Cerecedo
Regine vive lejos de su pueblo natal, donde le atan malos recuerdos, un pasado familiar que incluye infidelidades, maltrato y un hecho perturbador relacionado con la muerte de un hermano. Ha hecho su vida al lado de un novio y todo parece encaminarse bien, hasta que un día, el antiguo amante de su madre llega a buscarla para decirle que su hermano sigue vivo y que debe buscarlo pues ha vuelto buscando venganza, hecho que coincide con la muerte de su abuela y con la última visita a su madre, quien está en un sanatorio mental.
A su regreso se encuentra con un padre perdido en sus pensamientos, que desea enmendar el pasado no encontrando cómo ante su propia tristeza y actos bizarros y extraños. Y ella hallará aún más fragilidad de la que estaba trabajando ante el sentimiento de vacío, persecución y el rechazo hacia la figura de su madre reflejada en ella que puede observar a través del excesivo tradicionalismo de la gente de su pueblo, aunado a sus escasas relaciones sociales llenas de hipocresía y malos entendidos
El modo de Christian Neumann para contar la historia se vale de una narrativa aparentemente lineal con numerosos y cortos flashbacks que saltan a elipsis espaciales donde el tiempo transcurre entre flashbacks y el recorrido emocional de la protagonista, ilustrando desde el montaje la dispersión de su mente. En gran parte esto constituye de sus mayores aciertos, pues mostrarnos una serie de personajes perturbados cada uno a su manera construye un contexto rico sobre el origen del desequilibrio menLeer más