El cristal más fuerte

Por Daniela Caballero[1]

Sientes una fuerte presión en el pecho. Las manos y la frente sudan, no de calor, es una sensación fría. El corazón palpita más fuerte y rápido, como si quisiera salir corriendo de la caja torácica. En la garganta, subiendo, consecuencia del mareo, vienen las náuseas constantes y profundas. Se te olvida respirar y cuando te das cuenta intentas compensarlo con inhalaciones más rápidas que te causan más mareo. Quieres huir o vomitar, aunque para huir necesitas tus piernas, no muy capaces para ese momento. Lo mejor sería caer, con la mejilla en el piso frío y dejar al cuerpo con esos espasmos que has estado intentando ocultar. Mejor prefieres morir y eso sientes. Estás muriendo con este ataque de pánico.

Si nos remontáramos de forma consciente a nuestra historia de vida, encontraremos el momento exacto donde se detonaron ciertos episodios como los ataques de pánico o ansiedad. Sin embargo, muchos y muchas de nosotras no hemos podido identificar o nombrar esta clase de episodios porque nadie habla al respecto o los confundimos con otras afecciones con mayor “lógica”.

Supe sobre mis ataques de pánico hace poco. Leer más

¿Qué es la riqueza interior?

Por Mauricio Torres Peña[1]

Es frecuente encontrar en películas, libros o series de televisión menciones sobre la importancia que tiene la “riqueza interior” de las personas. Siempre se señala que lo esencial y meritorio que tiene alguien es lo que almacena en su “interior”, un término muy usado, pero poco explicado, sin embargo, algunas personas lo definen como “la forma de ser” de cada uno, lo cual es correcto, parcialmente, porque implica otros elementos más.

Víctor Frankl, en su libro El hombre en busca de sentido, mencionaba que las personas con una riqueza interior bien trabajada por la vida intelectual, disponían de mayor capacidad de tolerancia y resistencia frente a las condiciones hostiles e inhumanas de un campo de concentración. Eran capaces, pues, de soportar todo el sufrimiento de las circunstancias siempre Leer más

Cuando se nos niega el derecho de poner nuestros límites

Por Alejandra Libertad[1]

En días anteriores, platicando con una amiga, me explicó que se encuentra llegando a su límite con su actual pareja, debatiéndose entre continuar o terminar, porque se ha dado cuenta que es una relación violenta. De inmediato empaticé con ella, ya que el tema de los límites me ha quitado varias veces el sueño, pues reconozco que me es difícil identificarlos y mantenerlos, sobre todo con personas que estimo.

Hablar de límites me transporta a las clases de geografía y a esas líneas divisorias reales o imaginarias para demarcar una entidad o territorio, pero también a los diálogos cotidianos donde se evoca ese umbral que define “hasta donde tú puedas llegar o aguantar”.

Cuando pienso en mi cuerpa, identifico límites físicos pues por más que lo desee no puedo saltar de un techo de 4 metros o aguantar una extracción de muela sin llorar. También hay límites psicológicos o emocionales, porque no me puedo obligar a sentir cariño por alguien, o a estar en un grupo de trabajo por más de 11 horas al día,Leer más

Cuba: Entre dos bloqueos

Imagen EFE

Una introducción

Por Yosvany Roldán

El bloqueo existe, y es una verdad de perogrullo que no admite duda alguna. No es infrecuente que por bloqueo cualquier cubano entienda bien un asedio que subyuga e imposibilita comprar y vender o, si se quiere, parafraseando el texto de la norma, establecer intercambios o relaciones extraterritoriales con fines comerciales o de otra índole. Y que éste fenómeno, por su intrínseca ambivalencia, haya llegado a salirse del contexto del que originariamente derivó, o sea, del jurídico, para ir hasta el lenguaje, las costumbres y las formas de ver e interpretar la realidad de un país, ya en sí mismo constituye su mejor y más acabada definición.

El bloqueo al que aludo, el hasta hoy combatido sin resultado alguno en los organismos internacionales, es parte corriente ya de nuestra cotidianeidad. Lo motiven y sustenten quienes prefieren el asedio que abisma al consenso que hermana; se nos presente en las insuficiencias de lo experimental y lo práctico de una política impLeer más

Messi globalizado

Por Humberto Orígenes Romero[1]

El fútbol es un fenómeno global desde hace años. A pesar de que muchos lo consideran banal, este deporte que mueve hoy alrededor de 200 mil millones de dólares anuales —según cifras de Gianni Infantino, presidente de la FIFA—, es analizado por sociólogos, historiadores, antropólogos y literatos.

Es innegable el peso del futbolista en la esfera mundial. Estos atletas conviven con artistas de toda índole, de tal suerte que son tratados por la sociedad como figuras públicas de trascendencia: hoy importa lo que un futbolista coma, beba, diga y haga.

Siguiendo esta tónica, es indiscutible que los dos mejores futbolistas del mundo son Cristiano Ronaldo y Lionel Messi. Por ende, resulta comprensible el revuelo generado con la salida del argentino del Barcelona. Es impresionante revisar las cifras y los datos de este movimiento en el mundo del balompié. Conviene repensar las relaciones del deporte con la economía.

¿Cómo es posible que un solo futbolista haga desplomarse el valor de una marcaLeer más

Algunas ideas para terminar democrática y normativamente con tiranías electoralistas

Por Francisco Tomás González Cabañas

“Considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión” (Preámbulo de la Declaración universal de los derechos humanos).

Dalmacio Negro Pavón nos advierte, en el trabajo que citamos a continuación, de la confusión en la que cayó Montesquieu al emplear bajo una misma significación tiranía y absolutismo, error craso que la ciencia política sigue arrastrando hasta nuestros días, tal como ocurre con la famosa teoría de pesos y contrapesos, que escinde al poder judicial como independiente de los poderes ejecutivos y legislativos (o declamados en su necesidad), que se extrae como conclusión sintética tanto del “espíritu de las leyes” como de su obra en general.

Poder determinar, por tanto, la razón de una tiranía de gobierno no puede estar vinculado a su origen o conformación, sino más que nada por su desempeño o desenvolvimiento. Es decir, una de las tantas razones por las que no sería efectivo, conveniente, ni razonable, poder ir hasta la etimología o las fuentes mismas de lo que pudo haber significado lo tiránico, como luego lo despótico o lo absolutista, es que precisamente en el nacimiento de lo que fuere se encuentra su misma acta o disposición final o certificado de finalización o defunción.

Tal como ocurre en cualquier cuerpo orgánico, los cuerpos sociales que vamos conformando, a los efectos de organizarnos, llevan consigo, su propia formulación para volver a cero, resetear, disolverse, morir o como se quiera llamar, para volver a surgir, nacer o conformarse.

Una de las tantas deudas que Leer más

¿Cuándo llega la justicia?

Por Humberto Orígenes Romero[1]

En diciembre del 2018, el 53% del país se llenó de esperanza. Se prometieron muchas cosas, entre ellas, la impartición de justicia. Prontamente se estableció una comisión de la verdad para el Caso Ayotzinapa, encabezada por el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas.

Con el descubrimiento de los restos de Jhosivani Guerrero en junio de este año, ya se han encontrado a tres de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala el 26 de septiembre del 2014. Aquí tal vez cabe una propuesta: decir “nos faltan cuarenta” ayudaría a mantener vivo un caso que ha perdido luz y trascendencia debido a la normalización del asesinato en México. Por ello me permito pensar si no sería adecuado mantener viva y móvil la cifra de desaparecidos para no dejarlos en el olvido y seguirlos buscando.

Por otra parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha anunciado la liberaciónLeer más

Secuelas

Por Leticia Maldonado Gómez[1]

Nuestra mutación hacia la sociedad de rendimiento se da de forma vertiginosa e imperceptible. Con 2,885,937 contagios confirmados y 237,207 decesos en el país, a causa del virus SARS-CoV-2 (cifras oficiales), resulta increíble que la población que aún conserva salud y empleo se encuentre adaptándose sin más al trabajo a distancia, sin el mínimo compromiso real entre patrón (empresa)-trabajador.

Aunque en la letra entró en vigor un decreto en materia de teletrabajo, en la práctica, hombres y mujeres empleados absorben el pago de la energía eléctrica e internet (los reclutadores solicitan que los postulantes cuenten con banda ancha de cierta velocidad), se encargan de la actualización o compra de dispositivos y laboran en horarios desdibujados, dando por contada la intromisión del espacio laboral en el hogar. Lo que sea con tal de cumplir el mandato actual: “yes, you can”.

¿Te ha pasado por la cabeza decir “no quiero” o tal vez “no puedo”? Impensable, ¿cierto? Leer más

El currículo vs. las aulas

Por Luisa Fernanda González Castañón[1]

“Hoy vivimos en un mundo complejo e interconectado, cada vez más desafiante, que cambia a una velocidad inédita. En muchos sentidos, más que una era de cambios, nos encontramos frente a un cambio de era.” (SEP, 2017, p. 3)

Con estas líneas empieza el libro de aprendizajes clave para la educación integral, y continúa dando la explicación de cómo trata de dar una revolución al sistema educativo en general, y por lo tanto a los planes y programas educativos, queriéndose ver esto reflejado en los propósitos, enfoques y fundamentación de cada asignatura. Pero ¿son realmente reales, congruentes, posibles y favorecedores estos cambios?

En lo personal, considero que se retoman bastantes ideas del plan educativo anterior Leer más

El parad(en)igma de la técnica

Por Víctor Hugo Ramos Rosas[1]

El paradigma absoluto de Occidente es, sin duda, la técnica. Comprendida no solo como el conjunto de ventajosas herramientas, máquinas y procesos realizados por la humanidad, sino también como una manera de ver y pensar la realidad del mundo. El enajenamiento que permea en la sociedad debido a un sistema económico de producción, cuya base es la explotación del trabajo y el trabajador, reduce todo (incluida la sociedad misma) a un mero objeto mercantil, el cual no es capaz de apreciar, en su completa esencia, la relación dialéctica que existe entre lo natural y lo artificial, entre Naturaleza y Tecnología.

La caverna donde vive este aturdido hombre unidimensional tiene una función singular: Le esconde que los individuos de cada época y periodo histórico se han producido a sí mismos a la par que también van construyendo el contexto del mundo, en el cual están correlacionados, indiscutiblemente, lo natural y lo artificial. El hombre de “Occidente”, guiado por un orgullo ciego, ha llegado a creer que puede —y debe— dominar a la Naturaleza por medio del uso de la técnica.

La técnica es el olvido del Ser asevera, concluyente,Leer más