María José Escobar (Querétaro, 1998). Licenciada en Letras Hispánicas. Ha participado con cuentos breves y microficciones en números de las revistas Ibídem, Oropel, Hipérbole Frontera y Tintero Blanco.
Nadie
Llegó cargando con un contenido incierto, acaso ropa, acaso comida, acaso tierra; el costal tiene cuatro agujeros previstos para que, por cada dos, se amarre un mecate de modo que se formen dos agarraderas para sujetar de sus hombros.
Un par de becarias dentro del recinto le prestan, pacientes, sus oídos. Aquella cuenta su trayecto a esas que no le tienen solución alguna. Se abstienen de preguntar de más, con el temor de desencadenar detalles tristísimos que no tienen la intención de procesar en horas laborales. Lo que saben, es que ella necesita renovar su acta de nacimiento y está siendo un martirio.
–Usted no aparece en el sistema –les cuenta que le dijeron– y aquí no se lo podemos arreglar.
–Justo a eso vine, a mi entidad de nacimiento. Me dijeron que acá me iban a solucionar.
–Pues no, una disculpa.
–De no existir –le dijo a la señorita– dígamelo ya, así me quedo más tranquila.
Pero no le respondió y siguió tecleando.
–En el DF, ahí en la Gustavo A. Madero a la altura de Arcos de Belén, la señorita que te digo me confirmo que no existo, entonces, ¿qué soy?
–Un fantasma– se rieron.
–¡Un fantasma!
Manotea con una mano y se ríe con una dentadura a la que le faltan lo dos dientes frontales.
Entonces, sosteniendo los mecates en puños apretados, toma un autobús deLeer más