Por Gilda García[1]
Las notas magníficas que alcanza la aterciopelada voz de Billie Holiday inundan la estancia y es cuando caigo de lleno, secuestrada, por una vorágine nostálgica que proviene de las letras de la canción Gloomy Sunday. Me parece pertinente comenzar a hablar de las poetas de la generación beat con esta introducción musical porque dicha composición cargada de sombras, hace juego con muchos de los poemas de estas grandes escritoras.
En los años cincuenta, Estados Unidos luchaba por reinventarse, luego de su victoria en la segunda guerra mundial. Buscaban, por fin, alcanzar la sociedad utópica, la que sería el ejemplo a seguir a nivel internacional. Se esperaba que las mujeres recibieran a los soldados triunfantes como lo que representaban: héroes de guerra. Debían ser la esposa bella, el oasis en su casa perfecta que ellos merecían. Por lo anterior, las universidades en esos años recibieron menos inscripciones y hubo muchas renuncias laborales por parte de mujeres.
Es en este contexto que se genera un caldo de cultivo para la aparición de las poetas rebeldes de la generación beat. El poeta Gregory Corso (1930-2001) aseguró que tuvo contacto con muchas escritoras, pero que éstas al estar tan fuera de los estándares permitidos por la sociedad fueron encerradas en manicomios donde recibían tratamientos con electrochoques. Lo anterior me lleva a recordar un libro fascinante escrito por la periodista Nelly Bly (1864 – 1922) llamado: Diez días en un manicomio, en donde realiza un detallado reportaje sobre su experiencia Leer más