Poesía colectiva: después de leer a Michele Najlis

Por Nat, Priscila, Diana, Ixchel, Danae, Gloria, Tere, Laura y Ximena

 

Memoria de aves y viento

I

 

Si digo que no siento caería en una mentira,

callaría el grito que me recuerda tus ojos en el pasto,

el calor de tu respiración cercana al viento.

Descubrir que los pájaros persisten al vuelo 

aún cuando sus alas parecen suspendidas,

que algo en mí también palpita,

que supura alientos de cálida hierba

entremezclada al tacto,

al deseo de la risa particular, a tu presencia, 

que mi calma se albora si te

pienso en ese llano abierto, 

humedal repleto de besos 

que soy, memoria.

 

Sería como la semilla que muere en el surco sin dar fruto

a los pies del árbol,

que cruje al ser pisada. 

Arrancada de la tierra, 

el petricor se perdería entre la sequedad de los escombros, 

ceniza arrastrada por el aliento de estos días marchitos

en los que no reconozco que florecía, 

que bailaba con el viento elogiando la vida.Leer más

Silvia Fernanda Díaz Cordero | Minificción

Silvia Fernanda Díaz Cordero (Puebla, 2000) Estudiante de artes plásticas, con un interés profundo por la escritura y la plástica, amante de incorporar las letras al trabajo plástico dándole un sentido complementario a la obra, le interesa nutrir su obra mediante escritos de distintos géneros.

 

 

 

 CAMELIA

No recuerdo cuándo fue la última vez que pude sentir algo verdadero, pleno y sustancioso, el sol acariciándome sutilmente, casi como un abrazo divino y celestial.

Mis recuerdos se limitan a aquella ventana grande y empolvada, en dónde el mundo solía resumirse en una sola imagen, un par de árboles verdes y frondosos, el cielo tan dinámico siempre en movimiento compartiendo el espacio con el sol, la luna, las nubes, pájaros, aviones, papalotes, jamás me aburrí. Un espacio en el que existía en ese rincón del universo, el regalo fue cada una de esas maravillas, nunca pude dejar de sentir admiración por los recursos básicos que me alimentaban, no necesité más y a pesar de mi corta existencia, tuve la oportunidad de dejar una huella en este mundo, las semillas para un futuro mejor.

(Memorias y recuerdos de una flor seca)

 

EDO MEX

Considero que la voracidad de este territorio recae en su condensación monumental, la desvalorización del estado es evidente, es la nodriza que nutre y abraza a la gran ciudad, la relación tan estrecha que guardan es un secreto a voces. La población flotante se vuelve fantasma al pisar la frontera de la caprichosa capital, dejan de existir sólo para convertirse en herramientas funcionales. Los traslados extensos proliferan, los caminos se ahogan, los transportes se desbordan. El precio por pisar la capital es excesivamente caro, es un sacrificio que al final del día rinde frutos de manera decadente, no es costeable, es un engaño.

 

CDMX

Susurros continuos, voces difuminadas, multitudes vivientLeer más

Modelo descontinuado | Narrativa

Por Ximena Cobos

Fitter happier
More productive
Comfortable
Not drinking too much
OK Computer

 

Yo era una robot. Sé que estaba programada para escuchar atentamente a la gente. Una MoSA-CCX (Modelo de Servicio Autorizado), así lo marcaba mi número de serie grabado en todas mis tarjetas de identidad. Siempre que un agente me pedía identificarme, repasaba con atención aquellas letras y me miraba de arriba abajo, una vez tras otra, como checando que cada una de mis piezas fuera original. Ellos estaban autorizados a tocarnos, buscaban que no ocultáramos algo descompuesto o que no hubiésemos adquirido en el mercado negro alguna refacción para impedir nuestra salida de circulación.

Los modelos como yo trabajábamos en servicio al cliente, atendíamos los locales de la zona universitaria. Nos diseñaron para parecer tan jóvenes y risueñas como los estudiantes.

La función del lenguaje era esencial, una de nuestras mejoras que añadió la compañía Zywat Org. tras décadas de investigación. Mi programación constaba en añadir a una velocidad de 100 p/s el vocabulario arrastrado como onda sonora en un perímetro de tres metros a la redonda. Esto para controlar que los grupos semánticos en que iba constituyendo mi acerbo no se salieran de mi contexto de servicio. Desde atrás de la barra en que preparaba bebidas fui repitiendo suavemente y luego con firmeza: capuchino, latte, expreso largo, macciato, mocca, infusión, té de jazmín, sencha pera, english breakfast, Oolong, pu-erh, hola, vuelva pronto, su cambio, chico, mediano o grande, ¿quiere canela?

La función del lenguaje organizado en campos semánticos estaba cuidadosamente diseñada a fin de hacer sentir a los humanos menos amenazados por una máquina de servicio. En otro tiempo se dice que ocurrieron accidentes que los hicieron temer a las de nuestro tipo. Sin el control del perímetro y la longitud de onda captadas, los modelos anteriores añadieron palabras que les permitieron contravenir los pedidos de los humanos al analizar la congruencia de sus formulaciones de acuerdo a las instrucciones de acción establecidas según el servicio que desempeñaban. Un modelo como yo dedicado a cumplir las funciones de un barista podía rechazar la petición de un simple té de manzanilla o hallar errónea la formulación de un “americano ligero endulzado”. No tardó mucho tiempo en que los humanos, poseedores del saber total, se comenzaran a quejar de la imprudencia de aquel modelo, juzgando inconcebible su atrevimiento a corregir a los humanos. Con la mejora, en cambio, podíamos registrar la polisemia contextual de las palabras o simplemente analizar sus actos de habla para cumplirlos al pie de la letra.

Las mejoras que incorporaron en las MoSAs de última generación, con una capacidad de funcionamiento activa al 99.9 % y un déficit anual de .0002 en la capacidad de desarrollo de mis funciones, me permitían distinguir muy bien entre las clases de leche, pues teníamos registro de que los humanos podían tener estómagos sensibles debido a sus condiciones extremas de estrés y aprovechamiento máximo de sus espacios de ocio. Yo limpiaba el baño meticulosamente para cuando algún incidente inesperado, la primera señal de anomalía esofágica o gastrointestinal, sucediera. Mañana a mañana, abría el local puntualmente e iniciaba el ritual de sanitización y saneamiento. Mi programación incluía no solo una cara atenta y una sonrisa comprensiva. Me habían hecho para escuchar, sí, pero no podía dejar de atender las cosas más mínimas para la comodidad física de ellos, un bLeer más

Barbarella D´Acevedo | Poemas

Barbarella D´Acevedo (La Habana, Cuba, 1985). Escritora. Profesora y editora. Teatróloga, graduada del ISA y del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso. Ha obtenido múltiples galardones, entre ellos: Premio de la Ciudad de Holguín en Narrativa (2022), Hermanos Loynaz en Literatura infantil (2021), XIX Certamen de Poesía Paco Mollá 2020 (España), La Gaveta (2020), Bustos Domecq (2020), y Beca de creación El reino de este mundo por el disco de poesía Discurso de Eva (PM records). Ha publicado entre otros: Músicos Ambulantes (2021), El triunfo de Eros (2022) y Blanco y azul (2022) con Editorial Primigenios (Miami), Basilio y el deseo (DMcPherson Editorial, Panamá, 2022), Érebo (Aguaclara Libros, España, 2022), Nada temas, la vida te sonríe (Revista La Gaveta, Ediciones Loynaz, 2022), El triunfo de Eros (Editorial Ácana, 2022), Habana pulp mission (Ediciones Solaris, Uruguay, 2022), Los sufrimientos del joven Bela (El Faro Editores, 2022), Marea roja (Ediciones Arroyo, Argentina, 2022), Tren para Salinger (Ediciones Loynaz, 2022), La casa, el mundo y el desierto (Ediciones Hurón Azul, España, 2023), y Marea roja (Ediciones Enlaces, Chile, 2024). Su obra ha sido editada asimismo en diversas antologías a lo largo del mundo. Cultiva disímiles géneros: novela, cuento, poesía, literatura fantástica, literatura erótica, periodismo, crítica, teatro, literatura para niños y jóvenes. Ha sido traducida al francés, al inglés y al esloveno. Es considerada una de las voces jóvenes importantes en la Cuba actual.

 

 

 

Diario del dolor (fragmento)

 

 

Fábula

como si el cerco de la isla no bastara

soy la aguja de coser

dentro del huevo de plata

en el estómago del pato

sobre el árbol que crece

se enraíza

en el vientre

de la mujer desnuda

la mujer abierta

y en la cama

obligada al reposo

del mundo y el tiempo

 

 

 

Las niñas malas

Su piel me provoca un estremecimiento.

Noto que trae las lágrimas estancadas.

El liquen flota en la superficie de sus aguas

y un nenúfar se cierra

ante la palabra que me olvido.Leer más

Yaredh Marín Vázquez | Poesía

Triada de autoconocimiento en red

 

Por Yaredh Marín Vázquez

26 de diciembre de 2021

 

Cobarde

Soy cobarde porque me gustaría comprarme a plazos la vida que merezco y no me atrevo.

Cobarde

Soy cobarde porque me encantaría seguir lamiendo mis heridas y cobijarlas con ternura; mientras acaricio la deprimente desnudez con la que me miro en el espejo.

Cobarde

Porque como y bebo con la gana de libertad y la pesadez que revuelve todo en un día de resaca.

Cobarde

Porque mi pensamiento me aprisiona y da miedo de aceptar que no puedo emprender camino.

Cobarde

Porque me detiene un nudo en el estómago que pesa más que una piedra y vuela como mariposa.

 

 

 

II

C A L O R

                               C A L M A

                                                               C A L M A

 

Calor…

 Asomo la cabeza por el filo de la pared.

Amarillo…

Encuentro.

Labios…

Chocolate amargo en la cocina.

O/ir…

Tus palabras como notas de pentagrama coloreando liLeer más

Tejiendo historias, reconstruyendo memorias

La narrativa afrodescendiente de Mayra Santos – Febres y Yolanda Arroyo Pizarro

 

Por Diego Isidro Díaz Pérez[1]

 

La literatura caribeña se erige como un interesante mosaico de vivencias donde se fusionan las múltiples experiencias históricas y culturales que han marcado a la región. En este caso abordamos las narraciones de Fe en disfraz de Mayra Santos – Febres y Las Negras de Yolanda Arroyo Pizarro.

 

La producción literaria caribeña es un poderoso medio para explorar y expresar la compleja intersección de esta región. La colonización y la esclavización de personas han dado lugar a una amalgama de influencias africanas y europeas, las cuales han configurado una identidad cultural única e importante no sólo para la narrativa de Puerto Rico, sino para la historia de la región.

 

En este sentido, la literatura del Caribe se convierte en un instrumento para comprender la conexión entre el pasado y el presente, entre África y el Caribe, abordando la intersección entre el dominio colonial y la lucha por la libertad. De manera particular, en la literatura puertorriqueña encontramos estas manifestaciones, una isla atravesada por una doble colonización, la española y la estadounidense; Puerto Rico se convierte en un escenario importante y necesario para reflexionar sobre la diversidad cultural, la individualidad y la historia olvidada, aquella que la historiografía oficial ha ignorado.

 

Bajo este panorama, encontramos las voces potentes de dos escritoras afrodescendientes: Mayra Santos – Febres y Yolanda Arroyo Pizarro; dos escritoras que han tejido narrativas que exploran la complejidad del ser caribeño, en especial, los relatos de africanas y afrodescendientes. Ambas auLeer más

Poesía colectiva: después de leer a Mercedes Durand

Por Priscila, Diana, Danae, Ixchel, Sami, Cecilia, Nat y Ximena

 

Mar del tiempo

Respirar el viento que los espíritus soplan,

llenarse de mar como una caja vacía

que se arma y se desarma con el viento

mientras vuelan y crujen las hojas del jardín de mi abuela

todas las verdades me son reveladas.

Desde mi mano al viento, suelto las sombras

que se escurren como queriendo dejar de ser,

se transforman en el sonido de la oscuridad.

Y las palpitaciones del tiempo y los escondites del alma

surcarán mis heridas en eternas aguas que reflejan rostros cubiertos

donde Narciso rompió su mirada y la A de antes le teme al reflejo de Ahora.Leer más

Un grito a la criatura ausente

Por Aníbal Fernando Bonilla

Oriana Fallaci (1929-2006) hizo del periodismo, antes que una profesión, una razón de vida. Decidida e inteligente, de talante controversial, esta pensadora italiana sostuvo profundas pasiones y convicciones. Destacó como entrevistadora incansable, reportera perseverante e indagadora de la realidad. Varios son sus textos legados, entre ellos Entrevista con la historia (1974), Un hombre (1979), La rabia y el orgullo (2001), La fuerza de la razón (2004), y el libro que nos atañe: Carta a un niño que nunca nació (1975); reflexión desgarradora que sojuzga al hombre por su insensibilidad al derecho a la maternidad y a la legítima aspiración por prolongar la existencia con la procreación y crianza de un hijo/a. Dicho en sus palabras: “La maternidad no es un oficio y tampoco un deber, sino un simple derecho entre tantos otros. […] la maternidad no es un deber moral. Ni siquiera es un hecho biológico. Es una elección consciente”.

La trama es cautivante. Tras su lectura queda el estremecimiento del testimonio autobiográfico. Todo empieza con un embarazo y la posterior confrontación existencial por asumir o no la etapa de gestación, considerando el marco de una sociedad consumista, cuyas taras se plasman en el individualismo, codicia y machismo. Semejante a la línea argumentativa de El acontecimiento (2000), de Annie Ernaux, en donde el yo diarístico es como un dardo que va al centro del círculo de los quehaceres cotidianos, envuelto de aflicción, desaliento y vacío: “No me producía ninguna aprensión la idea de abortar. Me parecía, si no fácil, al menos factible; que no era necesario tener ningún valor especial para hacerlo. Era una desgracia muy común. Bastaba con seguir la senda por la que una larga cohorte de mujeres me había precedido”. 

En Carta a un niño que nunca nació, al final, la vLeer más

Nuevo mundo

Por Abril Alcaraz[1]

 

El hombre que nos trajo cosas que tenían nombre llegó con los invasores, pero él no era un invasor.

Nuestras cosas no tenían nombre. Eran las cosas que siempre habían estado aquí, como nosotros siempre habíamos estado aquí.

Para nosotros, el mundo era un lugar de multiplicidades innominadas. Los objetos y los seres se agolpaban y se dispersaban sin razón. Hablábamos con las cosas lo mismo que hablábamos de ellas y no había diferencia entre ellas y nosotros. Nos daban y nos quitaban del mismo modo en que les dábamos y les quitábamos, como una danza en la que donde uno pone el pie el otro lo retira y ambos avanzan o retroceden o giran en concordancia, aunque una vez u otra den un traspié. A nosotros nos gusta bailar. Nos gusta la danza del cántaro que pasa lleno de mano en mano para apagar el incendio y vuelve, ansioso de volver a llenarse; nos gusta la danza del viento que enreda la túnica en las piernas haciéndonos trastabillar levantando el polvo; la danza de la palma que se inclina gentil si suben los niños por frutos y se yergue galante cuando bajan con la boca a reventar de dátiles maduros. Así también bailamos con las cosas y nuestro hablar es una danza que nos hace girar y girar y girar hasta que todo pierde su forma exacta y se enreda, se arrebuja —como dentro de un torbellino todo vira incesantemente y sube y baja, y se revuelven los colores, se separan, y todo puede ser grande o pequeño según se encuentre cerca o lejos lo uno de lo otro— y todos los sonidos de todas las cosas que hablan al mismo tiempo son como el zumbido de miles de abejas cantando en el aire con sus alas.

Hoy sabemos que cuando están juntas todas al mismo tiempo, las cosas vivas blancas de espeso pelambre son “rebaño”. Cuando ocurren solas no son más que “ovejas” o “corderos”. Desde que conocemos el nombre de las cosas es como si el mundo nos mirase con recelo a la dLeer más

Marguerite Porète: Mística y Liberación del Alma

Por Victoria Marín

Marguerite Porète fue una autora francesa del medievo, que perteneció al grupo de las beguinas. Vivió durante el siglo XIII, un siglo marcado por la búsqueda de nuevas maneras de entender la espiritualidad, de vivir, saberse y expresar, también caracterizado por la presencia activa de las mujeres en el campo de la teología.

Su principal obra, El espejo de las almas simples, enfrentó la censura y la persecución de la Iglesia Católica debido a su naturaleza contestataria en un sentido religioso, místico y filosófico. Sin embargo, a pesar de la oposición, Porète persistió en la difusión de su mensaje de liberación del alma a través de la conciencia y la divinidad.

Este libro pertenece al género literario conocido como «speculum«. En el contexto de la literatura de la Edad Media se refiere a un tipo específico de obra que funcionaba como un «espejo» o guía en la que se presentaba información variada y reflexiones sobre diferentes temas. Estos especula (plural de speculum) eran compendios o colecciones de conocimiento que abarcaban una amplia gama de temas, como la moral, la ética, la religión, la filosofía, la historia, la ciencia, la política y más.

El término speculum proviene del latín y significa «espejo», por lo que, en esencia, estas obras se consideraban espejos en los que los lectores podían verse a sí mismos, reflexionar sobre la vida y aprender lecciones valiosas. Los specula eran una forma común de transmitir conocimiento y sabiduría en la Edad Media.

Ahora bien, la figura del espejo que abarca la obra de Porète es mucho más compleja, puesto que no solo el libro es espejo, sino también el alma, el alma que se vacía de sí para reflejar y engendrar lo divino y el amor. Su estructura está compuesta por un díptico asimétrico, con la primera parte compuesta por diálogos teológicos y alegóricos, y la segunda parte narrada en primera persona, con un tono más autobiográfico. A lo largo de la obra, Margarita explora temas como los siete estados de perfección y las tres muertes del alma.

Uno de los temas más importantes que aborda es la descripción del almaLeer más