En este artículo, José Alfredo Torres nos habla del espacio que ocupa hoy la filosofía, haciendo una crítica al lugar que adoptan los filósofos en los ámbitos de la enseñanza. La aceptación acrítica de los modelos, el “acomodamiento” o el “acatar” las estructuras vigentes, lleva a que poco a poco la filosofía pierda su lugar crítico y participante dentro de la sociedad. Aún en medio de la crisis del covid-19, afirma Torres, los filósofos solo se adaptaron a los esquemas virtuales, cambiando las cosas para que “todo siga igual”. La filosofía de hoy, al parecer, se ha desarraigado de la vida, se ha burocratizado, ha vivido un quehacer “profesional” temerosa de no romper las estructuras vigentes. En ello encuentra Torres una clave fundamental en el análisis crítico de las estructuras-marco de la enseñanza.
David Sumiacher
Enviado el: 2 de febrero de 2021
En tiempos en que la realidad parece que nos excede la filosofía es un medio para transformar quienes somos
El filósofo burócrata o la filosofía insulsa
En las aulas se “profesionaliza”. Comenzaré por una obviedad. La manida “salida laboral” del filósofo, generalmente, desemboca en clases dentro de alguna institución oficial (particularmente será el nivel medio superior un sitio recurrente; nivel que atiende a millones de adolescentes, menos masificado; pero, también está el nivel superior). Además, sabemos cuáles ramas de la filosofía enseñará en la circunscripción de éste o aquel plan de estudios – ética, lógica, etc. Reformas educativas van, reformas educativas vienen, y los filósofos amanecerán conductistas, “constructivistas, desarrollan competencias o son holísticos,Leer más