Arqueología del Estado contemporáneo

Por José Daniel Serrano Juárez[1]

No es un secreto que, en el funcionamiento del Estado contemporáneo, cada administración eroga grandes sumas para autorrepresentarse. La aspiración justifica cada centavo: construirse como un símbolo que dure para la posteridad. Decía un profesor de la universidad que, durante la época novohispana, los virreyes utilizaban un amplio aparato de escenificación que incluía la elección cuidadosa de sus atavíos, así como de la manera de transportarse por la ciudad, para que no fueran confundidos con cualquier hijo de vecino (calidad social que no era menor en aquel entonces).

Hoy, en la gran capital, heredera de la Gran Tenochtitlán —como la consideran los más prehispanófilos—, los objetos más afectados por el complejo de trascendencia efímera quizás sean los taxis y las bardas. Hasta donde mi existencia es capaz de dar testimonio, aquellos han ido del verde Leer más

Las historietas y novelas gráficas como transporte de ideas políticas y sociales

Por Christopher Medina González[1]

Introducción

Vivimos en un mundo “moderno” y tecnológico, donde los medios digitales controlan la mayor parte de las vidas de jóvenes y adultos, dando camino al estancamiento de los medios físicos, como los libros, los periódicos o las propias historietas y novelas gráficas impresas. El hecho de que los medios impresos ahora pueden ser adaptados digitalmente no propicia, a pesar de todo, que los jóvenes actuales generen más interés por la lectura, a pesar de la facilitación que se les otorga.

Es evidente que vivimos en un mundo que no gusta ni acostumbra de leer por motivos variados, por ello es importante tratar de crear un interés por esta sana actividad, ya sea de la manera convencional (físico) o por la manera digital: desde los famosos PDF’s hasta formatos tan conocidos en la comunidad lectora como el cbr.

Por su parte, miles de autores e íconos en el mundo del cómic han hecho trabajos tan rescatables e importantes que resultó una tarea complicada elegir el o los puntos de partida que inspiraron la realización de este trabajo. Por autor, hay mínimo 10 historietas que vale Leer más

La educación artística en la educación básica

 

Por Magdalena López   

El arte brinda una satisfacción más completa de los impulsos
y las necesidades humanas que la vida cotidiana,
con sus satisfacciones e irrelevancias.
Louise M. Rosenblatt

El desarrollo integral del ser humano surge desde los inicios de la vida, el hombre ha tenido la necesidad de expresar ideas y sentimientos evocando de esta manera al arte. En el alma de cada persona existe la tentación de crear, entonces, utiliza los sentidos y el cuerpo; al escuchar los sonidos, estos se vuelven música; la manipulación con las manos recrea figuras que adornan, con colores y matices; el cuerpo expresa con movimientos un lenguaje que desborda emociones. Así, las manifestaciones artísticas se fueron perfeccionando y perduran a través de los siglos. El arte se convierte en una necesidad del ser humano para expresar lo que siente, lo que cree, lo que piensa y cómo percibe el mundo; es una manifestación que, siendo propia del ser humano, nos enfrenta con lo más íntimo, con el pensamiento y los sentimientos. Es por esto por lo que los lenguajes artísticos que se estudian en Educación Básica permiten al alumno obtener conocimientos y un panorama general sobre las principales manifestaciones artísticas, porque: Las niñas y los niños necesitan de momentos Leer más

Filosofía en la «Nueva normalidad»

Mauricio Langon Cuñarro (Uruguay) es parte de la Inspectoría de Filosofía en la Educación en Uruguay, Prof. de la UCUDAL, del IPA así como de la Facultad de Derecho Universidad de la República, miembro de Filosofar Latinoamericano. Representante de la filosofía en su país.

En este sugerente texto, el filósofo Mauricio Langón enfatiza poner en tela de juicio cualquier tipo de normalidad. Frente a ello, lo filosófico es una crítica rigurosa y radical de todo lo que se da como sabido, obvio, bueno, bello, habitual, natural o normal. El concepto de “nueva normalidad”, parece querer decirnos que podemos llegar a una normalidad feliz o definitiva, cuando la filosofía no busca eso y, de hecho, es imposible que suceda. El propósito de la filosofía, tiene que ver con darle sentido a los momentos problemáticos que vivimos, como la relación con la muerte, que es otra normalidad distinta a la de la vida. Retomando ideas de Naomi Klein sobre la doctrina del shock, nos propone que aprovechemos esta circunstancia para conmovernos y conmover, invitándonos a no acomodarnos a una nueva normalidad confortable.

David Sumiacher

Enviado el: 12 de agosto de 2020

En tiempos en que la realidad parece que nos excede la filosofía es un medio para transformar quienes somos

 

 

FILOSOFAR EN LA “NUEVA NORMALIDAD”[1]

1. Lo filosófico es anormal

Los filósofos deberíamos desconfiar de los conceptos que no hayamos creado nosotros mismos. Sospechemos, pues, de la “nueva normalidad”.

Lo filosófico se define por su anormalidad. Su rehusar a someterse a normas incuestionadas. Su sentido no está en dar por buenos los “juicios previos”, sino en poner en tela de juicio cualquier normalidad. Hacer cada presente discutible (digno de ser discutido) y, por tanto, discutirlo. E involucrar a todos en esas reflexiones y discusiones.Leer más

Sentite como en tu casa

Por Lic. Geraldina Dana[1]

Toda vez que nos anfitrian con la frase del título sabemos automáticamente que somos huéspedes. No extranjeros, pero tampoco residentes. Esto es así porque las personas nos relacionamos con base en roles que nos son socialmente designados a través de las palabras. A su vez, cada ámbito tiene un código propio de roles y palabras que son aceptadas —o no—. Por eso, muchos de nosotros tenemos nombres y apodos por los que sólo nos llamarían nuestras familias, parejas o amistades, mientras que, si a su vez detentamos algún cargo público, quienes quieran mostrar respeto al mismo lo utilizarán seguido de nuestro apellido. Este código de formalidad, reconocimiento de la autoridad y distancia es propio de la esfera pública. En ella, presentarán a alguien a quien en su casa llamen “Toto” como “el Ministro de Finanzas de la Nación”.Leer más

Tras la huella aborigen en Sydney

Por Carla Pascual Martínez

Hoy, Sydney es una puerta al pasado de Australia. Antes de su icónica Opera House y magníficos museos, fue el hogar de tribus aborígenes por miles de años.

Los niños que consultaron la popular Encyclopedia of Australia en la década de los cincuenta crecieron pensando que su país era joven. Y cómo no, si apenas habían pasado poco más de 150 años desde que Arthur Phillips llegó de Inglaterra en 1788 a establecer una colonia de prisioneros ingleses en la ensenada que bautizó con el nombre de Sydney. Si la presencia humana en Australia tiene más de 50,000 años, ¿por qué la Encyclopedia solo menciona “la caída de sus antiguosLeer más

Literatura viral

Pandemias y morbilidad en la narrativa occidental

Por Isaac Gasca Mata[1]

“La muerte, para acabar conmigo,
tendrá que contar con mi complicidad.”
Marguerite Yourcenar

En la historia de la literatura, las epidemias son una constante; ya sea como escenario o trama, lo cierto es que la historia de las letras occidentales es un amplio archivo de este tipo de crisis sociales que la humanidad ha enfrentado en diversos momentos y con diversos grados de mortandad. La peste negra, el coronavirus, el ébola, la viruela, el cólera o incluso el ficticio virus Z son el tema central de obras imponderables y canónicas como El Decamerón, de Giovanni Boccaccio, La peste, de Albert Camus, o El amor en los tiempos del cólera, de Gabriel García Márquez. No menos importantes son Ensayo sobre la ceguera, de José Saramago, Diario del año de la peste, de Daniel Defoe, Más grandes que el amor, de Dominique Lapierre, y Guerra mundial Z, de Max Brooks. En todos ellos la muerte, el miedo al contagio, la tristeza y desesperanza de los personajes provocan en el lector una curiosidad entusiasta. ¿Los infectados se mueren o se salvan? Las páginas de los libros se agotan respondiendo esta pregunta.

Hace unos meses veíamos lejanas esas historias, pasatiempos narrativos sin mayor objetivo que entretener; en el mejor de los casos, eran registros testimoniales de tiempos atroces y antiguos que frente a los avances de la medicina moderna creíamos que no volverían a ocurrir. Craso error. La literatura siempre está ahí para recordarLeer más

La nueva (a)normalidad: el miedo

Diego Antonio Pineda R. (Colombia) es ex decano y Profesor Titular en la Universidad Javeriana en Bogotá, autor y traductor de múltiples obras vinculadas al pragmatismo, la filosofía para niños y la filosofía en general.

En tiempos de Pandemia, el miedo es algo con lo que normalmente debemos convivir: miedo a enfermarnos, a quedarnos sin trabajo, a la soledad o a la muerte. En general, creemos que debemos evitar sentir miedo, que el miedo es algo que debe ser superado. Con un estilo ameno y casi literario, Diego Pineda nos lleva por los caminos de su propia indagación filosófica sobre el miedo. Recorriendo algunas ideas de Platón, Aristóteles y Maquiavelo, refiriendo también a sus propias narrativas sobre el tema y realizando una aplicación sumamente pertinente para nuestra época nos permite preguntarnos: ¿Qué hacer con el miedo? ¿No es este acaso parte de nuestra condición humana? ¿Se puede llevar algún tipo de “buena vida” con el miedo? Agradecidos por tener a este reconocido autor colombiano en nuestra serie, los invitamos a disfrutar las páginas que siguen.

D. S.

Enviado el: 14 de julio de 2020

En tiempos en que la realidad parece que nos excede la filosofía es un medio para transformar quienes somos

 

La nueva (a)normalidad: el miedo[1]

Vivimos con miedo. Siempre ha sido así y, en cierto modo, es algo inevitable. Hay cosas a las que les tenemos miedo, y a las que es normal tenérselo, pues son males evidentes: pobreza, enfermedad, ignorancia, soledad, desprecio. Se trata de males tan ciertos que buscamos diversas estrategias para evitarlos: acaparamos objetos y dinero para huir de la pobreza, hacemos cuántoLeer más

Las redes comunitarias desde las epistemologías del sur

El papel del investigador en la reformulación del conocimiento.

 

Por Zulay Saxe Castro[1]

 

¿Cuál es la importancia de las redes comunitarias entre los grupos vulnerables y cómo podemos replantear los conocimientos hegemónicos? Para responder estas preguntas, partiré desde los conceptos de las epistemologías del sur y la construcción de conocimiento y comunidad desde y para los grupos vulnerables. De igual forma, abordaré las alternativas propuestas por diversos autores desde una perspectiva antihegemónica que cuestiona las estructuras del conocimiento occidental implantadas en los diversos procesos de investigación académica.

Una construcción colectiva de saberes

Boaventura de Sousa Santos (2010) habla de la importancia de una búsqueda alternativa de conocimientos alejada de las perspectivas occidentales que dominan los usos, fuentes y formas del conocimienLeer más

El contrato social de acuerdo con Spinoza: entre la razón y el miedo

Por Norma Sofía Rivera Padilla[1]

Desde el inicio de la teoría política, los pensadores han estudiado cómo debería ser la relación entre las personas, la sociedad y el Estado. El objetivo siempre ha sido alcanzar el Estado ideal en el que los hombres puedan vivir libremente y alcanzar el bien común. El ideal estatal varía dependiendo de la época y el autor analizados. Sin embargo, hasta antes del siglo XVIII había existido cierto consenso en considerar las emociones como un impedimento para lograr la convivencia armónica y estable entre los individuos ya que controlan a los hombres y los alejan de la racionalidad. Es decir, las emociones y las pasiones eran consideradas un obstáculo para la búsqueda del bien común y la comunidad política. Por esta razón, para la mayoría de los filósofos clásicos, la virtud sólo es alcanzable cuando los hombres dominan sus apetitos. Sin embargo, algo tan natural como los afectos no debería ser un impedimento para la vida en sociedad ni para el Estado. Un filósofo de la ilustración que cambió el paradigma de cómo es el hombre y cómo debería ser estudiado fue Baruch Spinoza. Este filósofo neerlandés reconoce que los afectos son naturales en el ser humano y por ello nunca desaparecerán. En otras palabras, el hombre por naturaleza tiene sentimientos Leer más