Por Eduardo López Velasco[1]
El 15 de noviembre del 2019, compartí una reflexión en el Correo Ilustrado del Periódico La Jornada[2], en donde la mayoría de los comentarios iban encaminados a mostrar apoyo a Evo Morales, quien había sufrido un golpe de Estado en Bolivia. Mi reflexión giraba en torno a la importancia de que el gobierno mexicano, encabezado por Andrés Manuel López Obrador (AMLO), prestara atención a esta nueva modalidad de golpes de Estado suaves o blandos que se han desarrollado principalmente en América Latina.
El caso antes mencionado es claro ejemplo de cómo la política ha generado nuevos mecanismos para derrocar a los gobiernos que no son bien vistos por los Estados Unidos, quien apoyado por la burguesía nacional, juntos emprendieron estos nuevos mecanismos que poseen una tendencia a dejar atrás los golpes de Estado militares o por vía violenta, por lo que ahora se realizan por medio del aparato judicial de los diferentes países. Así pues, considero que existen elementos claros para que AMLO tome en cuenta, ya que hay elementos en México que se han utilizado en Latinoamérica.
Un buen punto de arranque sería ir definiendo qué Leer más