Por Jorge Yáñez Lagos[1]
Vladímir Ilich Uliánov, alias Lenin, en 1920 publicó su obra La enfermedad infantil del izquierdismo en el comunismo. En dicho libro, Lenin criticó en ese entonces, en algunos jóvenes Partidos Comunistas de Europa, la predominancia de ciertas ideas sectario-izquierdistas que se expresaban en que sus adeptos reemplazaban el sereno y “objetivo” análisis marxista de la situación político-social por estridentes frases supuestamente “revolucionarias”; en lugar de trabajar por el esclarecimiento y la organización de las masas obreras y populares en el proceso de la brega por sus reivindicaciones inmediatas (Lenin, 1964).
Por tal razón, Lenin (1964) resaltó de manera precisa que los Partidos Comunistas debían aprender a aplicar los principios generales de la teoría revolucionaria a las condiciones particulares de cada país, bajo el riesgo de quedarse aislados de las masas al no comprender la originalidad de las formas de lucha propias de cada nación, las particularidades de la psicología de masas, sus tradiciones, entre otros aspectos. De modo que, para Lenin (1964), los comunistas debían saber utilizar los Parlamentos burgueses para defender en su seno los intereses populares; y, por ende, efectuar una gran labor de esclarecimiento popular.
En palabras simples, Lenin atacó a los “ultras” europeos por sus posturas irresponsables —al no querer participar de los Parlamentos burgueses, entre otras razones—, tratándolos de ingenuos e imprudentes, y los acusó de implementar estrategias dañinas para la causa del pueblo (Edwards, 2020).
De ahí que, como bien señala Sebastián Edwards (2020), las actitudes infantiles están basadas en sueñosLeer más