La carencia de bancarización en México, un problema latente en el siglo XXI

Por María Fernanda Parra Baleón[1]

  1. Introducción

La bancarización ha servido como un impulsor para mejorar la inclusión financiera en varios países del mundo, beneficia especialmente a los sectores más pobres y vulnerables del país, empoderándolos y aumentando sus niveles de bienestar. De igual manera, esto ha ocasionado mejoras en el ámbito de la seguridad, al reducir la delincuencia; y en el ámbito social, al mejorar la calidad de vida de los mexicanos. Este tema es popularmente conocido por las promesas políticas que hemos oído sobre ella, siendo una de las metas de cada candidato al llegar al poder. Empero, en pocas ocasiones se han realizado proyectos para lograrlo, entonces, si bien es un tema del que hemos oído, verdaderamente no hay información al alcance, por lo que sabemos nada.

Por esto, de acuerdo con lo antes mencionado, la hipótesis tentativa es que la carencia de bancarización en México, a partir del siglo XXI, ha ocasionado diversos fenómenos negativos como: un crecimiento económico alarmantemente lento; una desigualdad social en el país en plena vía de ascenso; un creciente engaño político; un incremento en los actos fiscales ilícitos y una latente y alta discriminación entre mexicanos. Esto se debe a que no hay una inclusión financiera entre los pobladores, específicamente en los sectores más vulnerables y excluidos, privándolos del sistema financiero y del acceso a la banca y economía del país.

Si bien nuestro objeto de estudio ha estado presente en las políticas económicas de diversos países en el mundo desde principios del siglo actual, así como en las técnicas de los grandes bancos para captar más clientes, a los cuales pueda ofrecerles sus servicios y así aumentar sus utilidades; la bancarización no se ha dado a la misma velocidad ni con la misma importancia en todo el mundo. Los países en vías de desarrollo han tardado en implementar esta estrategia como una de sus prioridades, por lo que los beneficios que esto pudiera traer no han ocurrido en estos países. Ese es el caso de México, que sufre de poca inclusión financiera, donde los sectores más vulnerables, como lo son las personas en pobreza y pobreza extrema, no tienen algún acceso a la banca y a sus derivados, como créditos, tarjetas y la facilidad de pagos de bienes o servicios en comercios, haciendo más evidente esta brecha que divide al país y que da pie a más problemas.

Por ello, en este trabajo, identificaremos cuáles son los problemas que ocasiona la poca bancarización en México, así también, indagaremos en los diversos problemas que han ocasionado que sea un objeto de estudio tan olvidado por los autores y tan poco conocido para la ciudadanía. De igual manera, analizaremos los probables impedimentos que han ocasionado su carente implementación en el país y los avances, que, aunque han sido pocos, hoy podemos decir que gracias a los programas de ayuda por parte del gobierno presidencial existe un aumento en esta bancarización, así como un avance en la reducción del problema.

  1. La bancarización: una estrategia para el crecimiento económico y la inclusión financiera

La bancarización, de acuerdo con Campuzano, Chávez y Maza (2017), es la acción que realizan los gobiernos y bancos para implementar dinero electrónico en algún país, con tal de aumentar la inclusión financiera de su población; mientras que para Mejía-Castelazo y Villegas (2019), la bancarización es la implementación de los servicios financieros en una sociedad de algún país, definición que Garrido, García y Morales (2010) comparten. Con esto, cabrá pensar que la bancarización es la estrategia que utilizan los gobiernos y los bancos para implementar los servicios financieros en la población de un país, para que así ambas partes obtengan múltiples beneficios.

Ahora bien, Uribe Mejía (2015) sostiene que la bancarización ha mostrado tener efectos positivos sobre los hogares pobres, teniendo como consecuencia un aumento en los activos psicológicos y físicos, empoderando los hogares y a la comunidad; así como la reducción de la pobreza y un aumento de la equidad entre la población. Por otro lado, Mejía-Castelazo y Villegas (2019) afirman que la bancarización en México ha servido para excluir a ciertos sectores de la población, específicamente a la población con menores ingresos. En tanto que, para Arturo Herrera (2019), actual Subsecretario de Hacienda y Crédito Público, la solución a la actual coyuntura que enfrenta la economía del país y del mundo es que se avance en la bancarización, ya que en la actualidad solo el 27% de los mexicanos tiene una cuenta bancaria y aproximadamente el 90% de las transacciones diarias en el país se realiza en efectivo.

  1. La bancarización como herramienta para mejorar la calidad de vida de los mexicanos

La implementación de la bancarización, indudablemente, ha representado una oportunidad para la política mexicana de ganar seguidores y votantes, creando un creciente engaño político hacia la ciudadanía que busca y necesita los beneficios de dicha estrategia. Esto da pie a un aumento en la corrupción e impunidad del país. A lo largo de los años, gobernantes y presidentes han utilizado la bancarización como punto crítico del discurso político, presentando propuestas que servirían para aumentar la inclusión financiera. Algunos de estos han impulsado la colocación de sucursales bancarias en regiones marginadas, de igual manera, han facilitado la implementación de servicios financieros en tiendas de conveniencia, aunque esto no ha sido suficiente, ya que el nivel de bancarización en México, desde 2015, se ha mantenido estancado en 68% según datos obtenidos por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (García, 2018).

Con todo y lo anterior, hay que señalar que aunque este tema ha estado sobre la mesa de la política mexicana por varios años, pocos han sido los avances, tal como Ortiz Martínez comenta en entrevista con El Economista:

Hay una proporción importante de la población que no tiene acceso a los servicios financieros formales y ha estado excluida de la posibilidad de acceder a depósitos, préstamos, entre otros, y si nos comparamos con países con un grado de desarrollo similar al nuestro, es muy evidente que el país está sub-bancarizado […] Desde hace tiempo han venido insistiendo en las reformas fundamentales y básicas para que la economía pueda crecer, pues mientras la mayor parte de los países en desarrollo avanzan, México se ha quedado rezagado porque hemos desaprovechado oportunidades como país. (2010)

Al llegar a este punto, es necesario mencionar que los últimos gobiernos del país no han tenido la bancarización como una prioridad, en una economía donde cada vez es más necesario el crecimiento para mejorar la calidad de vida de sus pobladores, se ha dejado de lado esta posibilidad de impulso. Recordemos la creación del Consejo Nacional de Inclusión Financiera en el año 2011 como muestra de la presencia del tema en la política del país. Este Consejo nace con el objetivo principal de crear la Política Nacional de Inclusión Financiera, la cual fue aprobada hasta el año 2016 y puesta en marcha hasta el 2020 (Gobierno de México, 2020); claro ejemplo del repudio que se tiene sobre dicha estrategia. Hasta este punto, la sociedad mexicana tenía claro que lograr un avance en la bancarización es una utopía a la que México no podía aspirar, que no se podía competir con los países desarrollados y que por más que se hablara del tema las acciones seguirían manteniéndose estancadas.

De lo anterior resulta que en el sexenio actual se haya utilizado la implementación de la bancarización como forma de inclusión financiera, así como método para ganar seguidores y aceptación entre los votantes, empero, es necesario analizar si esta estrategia ha tenido los resultados esperados. Para bancarizar al país, el presidente Andrés Manuel López Obrador impulsó la creación del Banco del Bienestar con lo cual la brecha de inclusión se ha reducido, ya que hasta el 2020 se han añadido a 72 mil personas al sistema financiero ―los cuales se encontraban en sectores vulnerables―, teniendo como meta llegar a más de 20 millones de mexicanos, reduciendo aún más la brecha (Enciso, 2020). De igual manera, con la creación de este Banco la popularidad del Presidente se incrementó debido a la polaridad que ocasionó esto en la sociedad, trayendo consigo seguidores.

Aunado a lo anterior, Viridiana Mendoza Escamilla afirma, respecto al funcionamiento del Banco del Bienestar, en Banco del Bienestar: ¿cómo funcionará la bancarización de AMLO? lo siguiente:

Su labor consistirá en promover y facilitar el ahorro de los mexicanos, dentro y fuera del país, así como dar acceso, de forma equitativa, al financiamiento del primer y segundo piso para personas físicas y morales, principalmente en las localidades distantes y de alta marginación. (2020)

Mientras que Luis Andrade comenta en el artículo citado anteriormente lo siguiente:

[…] para que el proyecto gubernamental sea exitoso, será necesario que se realice un análisis de las zonas marginadas y que la infraestructura física se instale ahí, en donde la banca realmente no tiene acceso.

Aun cuando hay claros ejemplos de lo poco apoyada que ha sido la bancarización, actualmente, el gobierno ha tomado medidas ―un tanto forzadas― para incluir a más personas en el sistema financiero, motivando a individuos en condiciones vulnerables a realizar una mayor cantidad de operaciones electrónicas, y con ello se reduce la oportunidad de que se puedan cometer actos delictivos al dejar de lado el efectivo. Lo mencionado en campaña y planteado como estrategia para mejorar la economía y vida del país se ha cumplido parcialmente, dejando aspiraciones de que por fin se pueda cumplir el sueño utópico que tanto anhelábamos como país.

En suma, la carencia de bancarización en México, sin duda, ha ocasionado una exclusión financiera en gran parte de la sociedad mexicana, por lo que es uno de los precursores de exclusión y discriminación social de los grupos vulnerables. Esto, ciertamente, desencadena una serie de problemas sociales y de violencia en el país. Los grupos vulnerables, tales como las comunidades indígenas, personas en situación de pobreza, adultos mayores y comunidades rurales, tienen un difícil acceso al sistema financiero, generado por las altas barreras de entrada, como la ausencia de cajeros y sucursales en las comunidades donde viven, o bien, la cantidad de requisitos que les solicitan para poder adquirir un producto. Dicho esto, diario se profundiza la escisión entre estos dos sectores de la población, remarcada por los prejuicios y estereotipos que comúnmente tiene la sociedad sobre estos grupos. Agravando la exclusión a la que se enfrentan los grupos vulnerables, podemos afirmar que se enfrentan con un posible lento o nulo crecimiento económico, además de a una exclusión social consecuencia del clasismo que abunda en nuestro país, afectando anímicamente al individuo.

Al respecto, conviene decir que la exclusión financiera de la que adolecen estos grupos concierne al desarrollo social y económico, dejándolos fuera de cientos de oportunidades de crecimiento personal y previsión del futuro; es así como Garrido, García y Morales aseguran en Los esquemas de corresponsalía bancaria en México: ¿solución al problema de acceso a servicios financieros? que:

[…] esta situación ha ocasionado que distintas regiones se vean impactadas de manera negativa en tres dimensiones. La primera es el acceso al financiamiento hacia actividades productivas, lo cual limita el desarrollo de nuevos proyectos. La segunda, se relaciona con la imposibilidad de contar con instrumentos formales de ahorro. La tercera dimensión atañe a la utilización de sistemas de pago más eficientes en términos de costo de operación y reducción del costo de desplazamiento por parte de los usuarios del sistema financiero. Estos tres factores afectan de manera negativa no sólo las actividades productivas en términos de carecer de un acceso a servicios de financiamiento, sino que también ha ido en detrimento de la generación de ahorro, uso de sistemas de pago más eficientes y finalmente en un menor desarrollo económico. (2010, p. 121)

Por otra parte, con la intención de desempeñar un correcto uso de los productos financieros a los que se tiene acceso, se debe contar con una educación financiera sólida. Debemos tener presente que ésta se relaciona estrechamente con el acceso a la educación y el nivel socioeconómico con el que cuenta el individuo (Lusardi, 2008, citado por Raccanello y Herrera Guzmán, 2014), por lo que la exclusión a partir de los ingresos económicos, así como del acceso a la educación, representa una exclusión a más y mejores oportunidades de desarrollo personal. Al tener poca o nula educación financiera, sumado a las pocas oportunidades de integrarse al sistema financiero que tienen dichos grupos vulnerables se provoca una enfatización en las diferencias entre la sociedad mexicana, donde aquellos grupos sociales que se consideren superiores tenderán a subrayar las diferencias entre ambos grupos, aumentando la discriminación y clasismo que día a día presenciamos en nuestro país.

Teniendo en cuenta lo bien conocida que es la desigualdad y mala distribución de recursos que hay en el país, además de la riqueza que poseen ciertos estados de la República como la pobreza con la que otros estados cuentan, podemos tener indicios de que la exclusión financiera no es igual en todas las partes de México. En los estados donde existen mayor cantidad de personas en situación vulnerable hay mayor desconfianza a la banca, es ahí donde se carece de confianza a estos servicios financieros causando el poco interés de adquirirlos. Es así como los estados más pobres del país son aquellos que tienen menor bancarización, esto de acuerdo con el Índice Citibanamex de inclusión financiera 2019 difundido por El Economista, donde Edgar Juárez comenta lo siguiente:

De los municipios con mayor inclusión destacan: Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, Benito Juárez, Álvaro Obregón y Cuajimalpa en la Ciudad de México; San Pedro Garza y Monterrey en Nuevo León; Solidaridad en Quintana roo; Oaxaca, Oaxaca, y La Antigua, Veracruz. (2019)

La mayoría de estos municipios es donde mayor riqueza y acceso a la educación financiera hay en el país, no obstante, también es allí donde la diferencia marcada por la clase social es más evidente. Por ello, se ha buscado que para reducir este difícil acceso a la banca se creen opciones de fácil acceso y bajo costo para los mexicanos. Uno de los avances más importantes se dio con la creación de la banca móvil, donde sin importar en qué región de la República se pudiera estar se tendría acceso a realizar movimientos financieros, aunque esto no resulte totalmente inclusivo, ya que para hacer uso de esta facilidad se necesita un teléfono inteligente, una cuenta en el banco y servicio de internet. Sin duda los avances en inclusión financiera reducirán la exclusión social ocasionada por la discriminación y el clasismo, pero esto no es únicamente tarea de los gobiernos y bancos, ya que la mayor responsabilidad la tiene la población mexicana.

  1. La bancarización como catalizador para la mejora de la economía y seguridad del país

Con certeza, las personas en situación de pobreza necesitan apoyos e incentivos para tener mayores ingresos e incorporarse al sistema tributario. Esto se podría lograr mediante la implementación de la bancarización en el país, lo cual ocasiona un empoderamiento y reducción de las personas en situación de pobreza en México. Si bien al pertenecer al sistema financiero del país, los sectores excluidos hasta el momento sentirán pertenencia e identidad con el nuevo grupo al que pertenecen, teniendo como consecuencia un aumento en la búsqueda de formas para utilizar la nueva herramienta y así mejorar su situación. Esto provocaría que con el empoderamiento escudriñen oportunidades para sobresalir y dejar el grupo social al que hasta la fecha pertenecían, pues como ya se señaló, la falta de inclusión financiera polariza y hace evidente las diferencias entre las personas en situación de pobreza y aquellos que no lo están, motivo por el cual Agustín Carstens, ex gobernador del Banco de México, afirma en el Foro Internacional de Inclusión Financiera que:

[..] Como punto de partida, se debe aceptar que un bajo coeficiente de inclusión financiera se asocia con altos índices de pobreza […] solo abatiendo los costos y democratizando los servicios financieros se podrá romper el círculo vicioso de la pobreza y aumentar la inclusión. […] Tampoco es verdad que los pobres no realizan operaciones financieras porque carecen de recursos. (2014)

En ese sentido, es posible afirmar que la pobreza y la bancarización únicamente están asociadas, mas no correlacionadas, afirmación que Muhammad Yunus, premio Nobel de la Paz y fundador de “Grameen Bank” declina, ya que se ha mostrado que pequeños créditos a personas en situación de pobreza han sido detonadores para la creación de microempresas, donde no solo la persona que solicitó el crédito logra mejorar sus ingresos, sino que también apoya a su comunidad (Alcántara y Arvizu, 2019). Entonces, la bancarización lograría reducir la pobreza, trayendo consigo beneficios al país y a la sociedad en general.

La pobreza es un mal que ha acompañado a México desde su fundación, al ser un impedimento para tener un desarrollo sostenible, así como para mejorar la calidad de vida de los mexicanos. Actuando como un enemigo para los gobiernos, la pobreza ha sido difícil de vencer, porque sin importar las estrategias, políticas, reformas, apoyos económicos y subsidios no ha podido ser erradicada. Así, aquellas personas que se encuentran en constante riesgo de no poder satisfacer sus necesidades básicas y no poder mejorar su situación socioeconómica están en una espera latente de apoyos que detonen una mejora en su situación financiera y en su calidad de vida. Así pues, la pobreza, a pesar de los avances en la bancarización, no se ha modificado en gran medida, esto como consecuencia de la aún enorme falta de alcance a las comunidades marginadas. Al respecto, Graciela Teruel comenta en entrevista con Luis Fernando Lozano para Forbes:

Se puede pensar que en México en estos 10 años no pasó mucho: aumentó el número de pobres y en términos de incidencia (porcentaje) bajó muy poquito. Pero la pobreza extrema, esa sí bajó, de 11% en 2008, a 7.4% en 2018, 12.3 a 9.3 millones. […] En términos de esta pobreza multidimensional, no ha cambiado mucho, pero sí ha mejorado mucho en términos de pobreza extrema. […] es muy importante sin duda que si uno quiere abatir la pobreza, hay que mejorar las condiciones de trabajo y de ingreso de las familias para que puedan salir de forma permanente de ella. (2019, p. 7)

La bancarización no es la salvación para exterminar la pobreza, ni un método mágico para combatirla, se necesita de una serie de acciones, políticas, estrategias y apoyos, aunado al apoyo de la población en general, gobernadores, empresarios y las personas en situación de pobreza. Solo estos elementos pueden ser capaces de reducir los números y mejorar el acceso a la satisfacción de las necesidades de los pobladores de México, así como evitar que más personas sufran estas afectaciones y reacomodos económicos.

El crecimiento económico de México, sin lugar a duda, se aceleraría al implementar una bancarización en todos los grupos sociales del país, poniendo mayor énfasis en los más excluidos, permitiendo que de esta forma mejore la calidad de vida de los mexicanos. Una de las principales metas macroeconómicas que se plantea el gobierno del país, al igual que el Banco de México, es lograr un mayor y sostenido crecimiento económico, lo cual permite mejorar el bienestar económico y social de la población, así como optimizar los indicadores de la economía del país, sin embargo, para lograrlo se debe impulsar la productividad y el crecimiento del PIB mexicano. Sin embargo, la bancarización no basta para lograr un crecimiento por sí sola, a pesar de ello, ésta resulta ser un catalizador económico[2] al provocar que más personas entren al sistema financiero formal y que, de esta manera, se realicen una mayor cantidad de transacciones diarias (Grupo BanColombia, 2017).

Todo esto parece confirmar que con la implementación de la bancarización en todas las regiones de México se captaría mayor cantidad de individuos que beneficien la economía, esto en virtud del aumento en la cantidad de clientes, productos financieros, transacciones y dinero, razón por la cual el Equipo de Investigaciones Económicas de Grupo BanColombia afirma que:

[Hay] dos indicadores de bancarización: uno de cobertura, que toma saldos en cuentas de ahorro, cuentas corrientes, depósitos y cartera bruta; y otro de intensidad que recoge información de la cantidad de oficinas bancarias, corresponsales bancarios y empleados del sistema como proporción de la población. (2017, p. 3)

Igualmente, es importante no dejar de lado que el crédito como producto financiero aporta crecimiento a la economía del país y genera empleos (Moncayo, 2016), por lo que al aumentar la accesibilidad al consumo de bienes y servicios que sin crédito nos es difícil tener, así como el aumento de la productividad del país, provoca un aumento en el Producto Interno Bruto, llevándonos al tan soñado crecimiento económico. Recordemos que sin el crédito cada consumidor puede gastar únicamente lo que tenga en su mano, privándose a cada poblador de saciar las necesidades ilimitadas o aspiraciones a una mejora del bienestar de vida, hecho que no desean; por ello, este tipo de líneas aportan tanto a la economía, ya que resultan ser muy utilizadas (Moncayo, 2016).

De esta manera, deberíamos plantearnos por qué los gobiernos y los bancos han dejado tan olvidados a tantos sectores que, a pesar de no poder aportar la mayoría del dinero de dichas transacciones, sí representan un porcentaje importante de la población, por lo que al consumir tanto con recursos propios como con crédito activan la economía teniendo un movimiento continuo del dinero, así como también generan posibles intereses. Es por esto que, de acuerdo con Alfredo Coutiño (2016), el uso de las tarjetas de crédito en México aumentó en 0.16 puntos el PIB nacional, mientras que Moody’s Analytics (2016) expone que en los países desarrollados un aumento del 1% en el uso de tarjetas de crédito representan un crecimiento del PIB de aproximadamente 75,000 millones de dólares.

Por otra parte, específicamente en el caso de México, para el año 2020 se tenía como meta un crecimiento de 4.5% anual. Esto se lograría aumentando la productividad, el consumo, las exportaciones netas y otros factores, entre ellos la bancarización, sin embargo, esta meta se ha visto muy lejana, incluso, parece algo imposible de lograr. Hasta el segundo trimestre de este año la economía mexicana ha decrecido 2.2% (México ¿Cómo vamos?, 2020). No es la primera vez y seguramente no será la última vez que pase, por eso es importante mencionar que no porque la bancarización esté creciendo a raíz de la inclusión de los grupos sociales que hasta hace algunos años no tenían acceso al sistema financiero, significa que el crecimiento del país será positivo, ya que aunque es un factor importante para determinar si crecemos o decrecemos, hay más factores que lo influyen. Solo nos queda esperar que la bancarización siga en aumento, así como los factores que determinan nuestro Producto Interno Bruto.

Aunado a ello, la bancarización, evidentemente, ocasionaría que las transacciones diarias en México fueran realizadas mediante un instrumento financiero, permitiendo una reducción en los delitos de robo o asalto, creando una mejora en la seguridad de la población del país. No obstante, si bien la implementación de productos financieros electrónicos, como las tarjetas de débito o crédito, así como la banca móvil, que han servido para facilitar y ampliar la bancarización, han aumentado la seguridad de los usuarios que lo portan, han creado nuevas oportunidades para realizar nuevos actos delictivos. Aunque los productos financieros han sido creados con mecanismos de seguridad que garantizan con certeza que nadie más tenga acceso a la cuenta del individuo, los cuales están en constante actividad, para evitar posibles fraudes tecnológicos a los cuales estamos susceptibles.

De modo que la implementación de tecnología como herramienta para aumentar la seguridad de las cuentas bancarias, ha ido avanzando conforme a los requerimientos que esta bancarización ha solicitado, evitando pérdidas millonarias al sistema bancario. No obstante, no es una tarea sencilla, ya que, de acuerdo con el Gobierno de México:

[…] existen algunos inconvenientes que debes tener presentes al momento de usar cualquiera de sus formatos como: posibilidad de fraudes, suplantación de identidad, cobro de comisiones y el riesgo de ser víctimas de un delito, entre otros. De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios financieros (Condusef) […] al segundo trimestre de 2018, los fraudes cibernéticos crecieron 31% respecto del mismo periodo de 2017 y representan cada año una mayor proporción, del 17% en 2014, a 59% en 2018. El monto de este tipo de prácticas ilícitas ascendió a $4,412 millones de pesos, se bonificó el 58% del monto reclamado y 89 de cada 100 fraudes cibernéticos se resolvieron a favor del usuario. (s.f., pp. 23, 24)

De esta manera, tanto los bancos como el Gobierno de México han implementado medidas de seguridad que eviten el aumento de ciberataques, donde se pierda la credibilidad del sistema financiero, la seguridad de los clientes, dinero e información sensible con la que posteriormente se puedan realizar más delitos. Hay que caer en cuenta que la mayoría de los ataques electrónicos realizados por hackers, así como extorsiones y estafas, van dirigidos en su mayoría al eslabón débil, es decir, a los clientes, ya que al desconocer el tema y en ocasiones, no darle la importancia requerida, tenemos la información sensible y necesaria con sistemas de seguridad vanos (El Economista, 2018). Como sociedad activa en el sistema financiero, así como para mantener a salvo nuestra información y dinero, debemos mantenernos actualizados en la seguridad de los medios electrónicos.

Teniendo en cuenta que los asaltos a mano armada se realizan con el propósito de sustraer pertenencias que no se puedan comprobar que fueron robadas y no puedan ser rastreables, para así evitar los posteriores cargos como consecuencia del delito, es que conocemos que el efectivo es la forma más acertada que buscan los gamberros. Con la implementación de la bancarización y el aumento exponencial del uso de plásticos y banca electrónica, la circulación del dinero ha caído, por lo cual, al cometerse actos delictivos y sustraer sus pertenencias a los mexicanos se obtienen menos pérdidas monetarias. Esto se puede notar desde la mirada de Navarro sobre el Instituto Queretano del Transporte:

El uso de efectivo en el transporte público resulta atractivo para los delincuentes […] La reducción del flujo de efectivo, de acuerdo con las autoridades del Instituto Queretano del Transporte (IGT) y la SSC ayudó a reducir los asaltos a los operadores de Qrobús. (2020, p.p. 1, pp. 7)

Así pues, mientras que con la bancarización y la implementación de estos productos se han obtenido beneficios en el área de seguridad, no por la reducción de los asaltos, sino por la reducción de las pérdidas económicas que estos podían llegar a tener, así también se ha abierto un abanico de posibilidades de robo, en donde existe el riesgo latente de poder ser el siguiente afectado. Asimismo, aunque las pérdidas monetarias son menores en caso de un delito al tener estos productos financieros, los trámites para poder tener acceso a una cuenta son más difíciles. Aunque con la bancarización se busque reducir los delitos y pérdidas económicas de los mexicanos, el sector de la población que se dedica a esto se mantendrá buscando alternativas para continuar con estas fechorías, sin saber si algún día la banca estará lo suficientemente blindada como para abolir el riesgo.

Conclusiones

Para concluir, la carencia de bancarización en México evidentemente ha originado diversos problemas para el país, algunos de ellos han evolucionado con el reciente impulso de la bancarización, mejorando el aumento en el crecimiento económico y reduciendo las brechas inclusivas que separaban a los sectores de la sociedad: una reducción en las afectaciones económicas por parte de los actos delictivos. Empero, en los términos sociales provocados por la bancarización no ha habido grandes cambios, ya que la sociedad sigue presentando la misma ideología clasista y racista que detiene y afecta al país. Asimismo, en fechas recientes el falso discurso político se ha visto detenido, minimizando el engaño a la población.

De igual manera, a lo largo del artículo nos percatamos de los problemas que sí están afectando al desarrollo y avance de la sociedad, cultura, inclusión y economía mexicana, desmintiendo algunas creencias que no tienen relación con la bancarización, por lo que se enfatizó en las razones que benefician al país y a sus pobladores al implementar una bancarización completa, siendo éstas de gran magnitud e imposibles de ignorar. Sabemos que aún estamos lejos de alcanzar a los países desarrollados, así como a países latinoamericanos con mayor nivel de bancarización en México, pero con la bancarización ya puesta en marcha, aunado con la aceptación de la población al igual que por la competencia financiera, irá aumentando y mejorando el crecimiento económico del país, así como la calidad de vida de los mexicanos.

Aún hace falta buscar estrategias que permitan una mayor confianza hacia el sistema financiero mexicano, igual que buscar alternativas que permitan una mayor educación financiera entre los ciudadanos, esperando que aumente la bancarización del país. Por otro lado, resulta necesario saber cómo las políticas monetarias y fiscales pueden impulsar un crecimiento en la inclusión financiera donde los grupos más marginados se vean beneficiados, permitiendo que las barreras de entrada al sector financiero se reduzcan sin poner en riesgo la economía del país.

 

Referencias

Acosta, J. (2016, 15 de marzo). Pagos electrónicos le están sumando más de $4 billones anuales a la economía. Portafolio. https://www.portafolio.co/economia/finanzas/pagos-electronicos-le-sumando-billones-anuales-economia-492621

Arvizu, J., & Alcántara, S. (2019, 19 de junio). Bancarización disminuiría la pobreza: Premio Nobel. EL Universal. https://www.eluniversal.com.mx/nacion/sociedad/bancarizacion-disminuiria-la-pobreza-premio-nobel

Banco de México. (s.f.). Crecimiento económico. Banco de México. Consultado el 12 de junio de 2020. http://educa.banxico.org.mx/economia/crecimiento-economia.html

Campuzano, J., Chávez, G & Maza, J. (2018).  EL FRACASO DEL DINERO ELECTRÓNICO EN ECUADOR. Investigación y pensamiento crítico, 7 (3), 82-101.

Comisión Nacional Bancaria y de Valores. (s.f.). Consejo Nacional de Inclusión Financiera. Gobierno de México. Consultado el 15 de junio de 2020. https://www.cnbv.gob.mx/Inclusi%C3%B3n/Paginas/Consejo-Nacional-de-IF.aspx

Comisión Nacional Bancaria y de Valores. (s.f.). Política Nacional de Inclusión Financiera. Gobierno de México. Consultado el 15 de junio de 2020. https://www.gob.mx/cnbv/acciones-y-programas/politica-nacional-de-inclusion-financiera-43631

Enciso, A. (2020, 08 de junio). Acuden alrededor de 72 mil beneficiarios al Banco del Bienestar. La Jornada. https://www.jornada.com.mx/ultimas/politica/2020/06/08/acuden-alrededor-de-72-mil-beneficiarios-al-banco-del-bienestar-754.html

Equipo de Investigaciones Económicas. (2017, 06 de julio). La bancarización como catalizador de crecimiento económico. Capital Inteligente, Grupo BanColombia. https://www.grupobancolombia.com/wps/portal/empresas/capital-inteligente/opinion/bancarizacion-como-catalizador-crecimiento-economico

Flores, L. (2014, 27 de junio). Contra la pobreza… más bancarización. Milenio. https://www.milenio.com/negocios/contra-la-pobreza-mas-bancarizacion

García, A. K. (2018, 23 de noviembre). Inclusión financiera en México se estanca; desde 2015 el nivel de bancarización es de 68%. El Economista. https://www.eleconomista.com.mx/sectorfinanciero/Inclusion-financiera-en-Mexico-se-estanca-desde-2015-el-nivel-de-bancarizacion-es-de-68-20181123-0033.html

Garrido, C., García, G,  Morales, R. (2011). Los esquemas de corresponsalía bancaria en México: ¿solución al problema de acceso a servicios financieros? Análisis Económico, XXVI (61), 117-137.

Girón, A., Cadena, V. (2012).  Cajas de ahorro, bancarización e inestabilidad financiera. Análisis, (11), 23-49.

Juárez, E. (2019, 24 de noviembre). Chiapas, Oaxaca y Guerrero, los más rezagados: Citibanamex. El Economista. https://www.eleconomista.com.mx/sectorfinanciero/Chiapas-Oaxaca-y-Guerrero-los-mas-rezagados-Citibanamex-20191024-0046.html

López-Dóriga, J. (2019, 31 de mayo). ¿Cómo va la bancarización? El Economista. https://www.eleconomista.com.mx/opinion/Como-va-la-bancarizacion-20190529-0102.html

Lozano, L. F. (2019, 27 de diciembre). Mucho combate a la pobreza, pero en México 4 de cada 5 la padecen. Forbes México. https://www.forbes.com.mx/mexico-un-pais-con-52-4-millones-de-pobres-y-9-3-millones-en-pobreza-extrema/

Mejía-Castelazo, O., & Villegas, R. (2019, 11 de abril). La inclusión financiera en México más allá de la bancarización. Nexos. https://economia.nexos.com.mx/?p=2214

Mendoza, V. (2020, 06 de abril). Banco del Bienestar: ¿cómo funcionará la bancarización de AMLO?Forbes México. https://www.forbes.com.mx/edicion-impresa-banco-del-bienestar-como-funcionara-la-bancarizacion-de-amlo/

México ¿cómo vamos? (2020). Crecimiento Económico. México ¿cómo vamos? Consultado el 13 de junio de 2020. https://mexicocomovamos.mx/?s=seccion&id=97

Moncayo, C. (2016, 22 de marzo). El aumento en el uso de las tarjetas de crédito también genera empleos y aporta al PIB. Instituto Nacional de Contadores Públicos Colombia. https://www.incp.org.co/el-aumento-en-el-uso-de-las-tarjetas-de-credito-tambien-genera-empleos-y-aporta-al-pib/#:~:text=En%20los%20pa%C3%ADses%20desarrollados%2C%20un,son%2029.000%20millones%20de%20d%C3%B3lares.

Morales, M. (2019, 20 de junio). Tarjetas de bienestar, un señuelo para vivir endeudados. Buzos.  https://buzos.com.mx/index.php/nota/index/1751

Mundo Contact. (2018, 10 de julio). 5 consejos para usar la banca online con seguridad. Mundo Contact. https://mundocontact.com/5-consejos-para-usar-la-banca-online-con-seguridad/

Navarro, M. (2020, 28 de febrero). Tarjeta de prepago desalienta asaltos al transporte público. EL Universal. https://www.eluniversalqueretaro.mx/seguridad/tarjeta-de-prepago-desalienta-asaltos-al-transporte-publico

Notimex. (2018, 15 de marzo). Tarjeta biométrica traerá seguridad a usuarios de banca en línea. EL Economista. https://www.eleconomista.com.mx/finanzaspersonales/Tarjeta-biometrica-traera-seguridad-a-usuarios-de-banca-en-linea-20180315-0077.html

Procuraduría Federal del Consumidor. (s.f.). Mecanismos de seguridad en pagos con tarjetas. Tenlos presentes. Gobierno de México. Consultado el 11 de junio de 2020. https://www.gob.mx/profeco/documentos/mecanismos-de-seguridad-en-pagos-con-tarjetas-tenlos-presentes?state=published

Raccanello, K., Herrera, E. (2014).  Educación e inclusión financiera. Construcción Ciudadana de lo Público, XLIV (2), 119-141.

Real Academia Española. (2014). Diccionario de la lengua española (Ed. 23.ª). https://dle.rae.es/catalizador

Redacción El Economista. (2017, 21 de octubre). Hay que bancarizar al país: Ortiz. El Economista. https://www.eleconomista.com.mx/sectorfinanciero/Hay-que-bancarizar-al-pais-Ortiz-20101027-0119.html

Uribe, C. (2015).  Bancarización y empoderamiento femenino. Desarrollo y Sociedad, 265-316.

 

[1] María Fernanda Parra Baleón es estudiante de 7° Semestre en la Licenciatura en Banca e Inversiones en la Universidad de las Américas Puebla, es egresada del Bachillerato Internacional 5 de Mayo y del Conservatorio de Música y Declamación del Estado de Puebla, participando en diversas ocasiones con la Orquesta Sinfónica del Conservatorio. Ha sido ganadora de diversos concursos de oratoria a nivel zona escolar y estatal. Asimismo, ha participado en diferentes actividades de voluntariado, como colaboradora en CISAP, Jóvenes Gestores del Patrimonio de la UNESCO y del Modelo de las Naciones Unidas del B5M.

 

[2] Catalizador: adj. Dicho de una persona o de una cosa: Que estimulan el desarrollo de un proceso. (Real Academia de la Lengua Española, 2019) Por lo que definiremos Catalizador Económico como aquello que estimula el crecimiento económico de un país.

Publicado en Política y etiquetado , , .

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *