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Análisis de la cinta “La Sustancia”

Sobre la cosificación y la autoexigencia

Por Carmina Cardiel

 

Coralie Fargeat, Demi Moore y Margaret Qualley

The substance (título original) es solamente la segunda película de Coralie Fargeat, pero logra ese mismo efecto que el cine de Gaspar Noé sin pedirle nada prestado: Es una película que cala, que incomoda, que a más de una nos duele porque más que ser ficción y terror corporal, es vivencial y cotidiana.

De acuerdo con los roles de género establecidos hace más de 200 años, a las mujeres se nos asignó una tarea imposible: jamás envejecer y ser siempre y en todo momento agradables, pero ¿Jóvenes y agradables para quién(es)?

 

El origen de la belleza y el vigor:

“El retrato de Dorian Gray” fue publicada el 1890 y su tema central es el narcisismo; sin embargo, en esta obra Wilde da cuenta a través de la voz de Lord Henry Wotton sobre uno de los mayores mandatos entre los hombres: La belleza y la satisfacción sensual son las únicas cosas que merece la pena perseguir en la vida. Tras este enunciado, Dorian comprende que un día su belleza llegará a su fin, así que decide vender su alma para asegurarse de que sea un retrato de pintura quien envejezca y se desvanezca y no él. Por supuesto que para su época fue un escándalo porque por aquellos años la moral de las sociedades modernas era —y sigue siendo— de doble filo. Oscar Wilde retrató con notable perfección y con gran ojo crítico, tanto a la sociedad de su época como temas que hoy en día siguen muy vigentes: la vanidad, la locura y la enajenación, pero ¿De dónde viene esta vanidad y esta enajenación que desde la época victoriana venimos arrastrando en Occidente?

Las primeras definiciones de la belleza provienen de la antigüedad clásica, específicamente de la Grecia Antigua. Algunos consideraban la belleza como un asunto de proporción entre las partes de la cosa, es decir, que los objetos simétricos tendían a ser más bellos que los que no lo eran. Sin embargo, Platón (c. 427-347 a. C.) consideró la belleza como una idea independiente de las cosas bellas, siendo unaLeer más

Silent Running: el activismo marginado al espacio exterior

Por Sergio E. Cerecedo

 

A pesar de la ecología, los productos orgánicos y demás esfuerzos por el respeto a la naturaleza, hace falta no ser terco ni descuidado con el entorno  para darse cuenta que la conciencia pesa; que si uno se deja puede observar que las acciones aisladas no son suficientes; que cada refresco carbonatado que nos llevamos a la boca viene de empresas que sí acaparan agua nivel esponja, que la huella de carbono de la producción de carne o ver lo que sucede con la subida de precios cuando viene la sequía para saber que los discursos de preservación y anticontaminación que muchas veces caen en el panfleto en los medios escritos y audiovisuales son necesarios, así como las acciones, que muchas veces quedan en esfuerzos aislados.

 

Douglas Trumbull (1962)

La preocupación al respecto no es nueva, y en 1962 Douglas Trumbull, conocido en el mundo del cine por estar a cargo del departamento de efectos visuales de películas como “2001: Odisea del espacio” y “El árbol de la vida” (Poco menos de 35 años después), incluso estuvo en la preproducción de la frustrada adaptación de Dune de Alejandro Jodorowsky. En esta película (Feamente traducida como “Naves Misteriosas”) dirigió por primera vez un proyecto, aliándose con artistas y personas que vieron necesario hablar de este tema, y aunque lo volvería a hacer un par de veces más con resultados cumplidores, los siguientes proyectos no pasarían a la memoria colectiva como esta película, que tenía también el plus de hablar de un tema en boga que la volvería de culto: los desastres ecológicos como el posible fin de la humanidad y la necesidad de preservar la vida natural.

 

En este universo cada vez menos extraño al presente, la distopía llegó y la tierra se volvió estéril, por lo que la vida en el espacio se volvió una constante. Una comida procesada y en cápsulas es la que mantiene con energía a las personas, sumamente aclimatadas a éste ritmo de vida como al urbano, al obrero, al godín, al teletrabajo o a cLeer más

La historia subyacente, reseña de la novela Aprovéchate de mi de Xóchitl Lagunes

Por Diego Medina

Publicada en 2022, por el Fondo de Cultura Económica y ganadora del Premio Nacional de Novela José Revueltas 2020, Aprovéchate de mí sigue la historia de Manuel y Santiago, el primero de 30 y tantos el segundo de 16, nuestros protagonistas se conocen porque trabajan en locales contiguos en San Mateo, Cuautitlán. Santi es mesero en un local de barbacoa y Manuel tiene una dulcería en el local de a lado.

Sin embargo, Manuel está casado con Elena y sólo le puede ofrecer sexo a Santi, lo que este toma como una traición a su idea de “querer a alguien”. Paralelamente Santi se relaciona con Vane, con quién estudia en la Prepa 9, pero aunque ella lo impulsa a buscar una beca de intercambio, tampoco quiere ser su “novia” sino que prefiere “seguir fluyendo”, decepcionado Santi entra en crisis y abandona la escuela y confronta a Elena a quien le revela que se ha estado acostando con su esposo, pero Elena parece saberlo porque no hace gran escándalo del asunto.

Finalmente nuestro protagonista se va a España gracias a un ensayo sobre Fuente de Vaqueros, pueblo natal de Federico García Lorca, lugar que Santi se imagina muy parecido a San Mateo y que se propone visitar una vez llegue a España. A grandes rasgos esa es la historia que Xóchitl nos cuenta a través de 126 páginas, bastante fáciles de leer aunque con una tipografía muy chica, lo que puede cansar la vista de los lectores con astigmatismo, como es el caso de su servidor. Los materiales del libro son de buena calidad, tomando en cuenta que es una versión de bolsillo, su precio es bastante accesible (en esta Feria Internacional del Libro del Zócalo la pude encontrar en 80 pesos), la portada estuvo a cargo de Nurivan Vilori Martínez.  

La historia está dividida en 12 capítulos, los cuales llevan por título nombres de canciones de Café Tacvba, y que sirven de leitmotiv de cada uno de sus capítulos, en palabras del protagonista “Estoy seguro de que tienen una canción que podría quedarle a cada momento de mi vida, y todas te hacen imaginar unas historia.” Estas canciones sirven pues como epígrafes de cada capítulo, en el que el protagonista eLeer más