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Foto tomada de: Diario octubre

Por Ximena Cobos Cruz 

Estos meses de júbilo, descontento, incertidumbre, críticas prematuras y algunas acertadas es necesario hacer ejercicios profundos de memoria, no sólo pensando en que la memoria histórica es una de las grandes ventajas de los pueblos para no repetir errores y construir hacia el futuro. En ese sentido, hacer consciencia de las calles que transitamos en lo cotidiano, reparar en cómo las habitamos, mirarnos en ellas en perspectiva es reconocer o no cambios en las prácticas sociales de uso del espacio, lo cual sirve mucho en el análisis y crítica tanto de políticas como de acciones gubernamentales.

El Centro Histórico de la Ciudad de México es un espacio que guarda un simbolismo ligado a la identidad nacional por su naturaleza arquitectónica, la cual “reúne los testimonios de seis siglos (del XV al XX) de historia”[1], además de que en él convergen la presencia de tres Méxicos: el prehispánico, el colonial y el independiente[2] Esa huella histórica facilita la consolidación de discursos oficiales que promueven una idea de mito fundacional en dicho espacio y que extienden su valor mediante la protección de sus edificios, pretendiendo resguardar la memoria viva de la construcción de la nación, baste conocer que “de los 4200 edificios del centro, más de la tercera parte están catalogados como monumento histórico”[3]. Aunado a esto, su centralidad, como punto de partida del trazo de la ciudad, le suma importancia y lo convierte en el único centro de referencia a nivel social y político[4]. En ese sentido, como lo explica Monnet[5], al transformar el mito en discurso de propaganda y arrojarlo al campo de la lucha social se puede conseguir que sea un instrumento de movilización, por lo que, de acuerdo con Soltero, la razón de finalizar marchas o campañas en el Zócalo está en capitalizar su valor simbólico[6].

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Aradia de Salem | Poemas

Aradia de Salem (Argentina, 40 años). Estudió cine y edición editorial en la Universidad de Buenos Aires. Se dedica principalmente a las artes plásticas,  la poesía y la fotografía de temática erótica.

Facebook: AradiaFioravante

 

 

Soledad

Alguien me espera

El silencio, el mar, los árboles

La impunidad sagrada de estar sola

Momento más legítimo que el que se vive en compañía.

Es fácil engañar a muchos

Difícil engañarse una misma

A las diosas les importa más lo que se hace en soledad

Que lo que se hace en compañía.Leer más

Entrevista al Dr. Antonio Lanzcano, biólogo de la UNAM

Fotografía: Abraham Aréchiga, tomada del portal de la UdeG

Entrevista al Dr. Antonio Lazcano, biólogo de la UNAM

Por Diego Medina

dariounam92@gmail.com

 

Alguna vez en metro Polanco, por la mañana, me encontré con esta luminaria de la ciencia. Yo estaba leyendo “La República” de Platón cuando él se acercó para preguntarme “¿es aquel diálogo dónde están platicando debajo de un platanal?”

Lo volví a encontrar un par de veces, hablamos de Lucrecio y de Thomas Man. Acababa de recibir un Honoris Causa por parte la Universidad de Valencia. Tomé el teléfono y le llamé. No fue una conversación casual, más bien una entrevista informal que vale mucho poner sobre la mesa en aras de repensar la realidad progresista de nuestro país y sus achaques.

DM― Como biólogo ¿cuáles son sus consideraciones de las reformas energéticas, hablando en específico del Fracking?

AL―Bueno, yo no sé de eso. Yo no soy un experto en las áreas de la biología, de la geología, de la ingeniería que tienen que ver con el problema, pero lo que sí me inquieta a mí mucho es el comentario público de expertos que han señalado los riesgos de contaminación tan enormes que hay y que obviamente afecta a la diversidad biológica; y que además resulta muy preocupante el empeño de estar encontrando soluciones gastadas en los hidrocarburos tradicionales cuando evidentemente las consecuencias ambientales son brutales. Yo creo que la sociedad debería hacer inversiones en una dirección distinta y no veo por qué países como el de nosotros no están invirtiendo, como lo han señalado los expertos, en energía solar, energía eólica, etc, etc.

DM―Hace algunos días, en un programa de televisión, comentaba que estábamos en medio de una mega extinción ¿cree que el ser humano sea una especie en peligro de extinción?

AL―No, no, ¡qué va! El problema es que la desaparición que tenemos está focalizada en algunas culturas, grupos étnicos, que están viendo cómo sus modos de vida se destruyen por la expansión de un mercado que no respeta el ambiente ni los modos tradicionales de cultura. Un caso muy concreto que la gente rara vez menciona, pero que a mí me conmueve mucho, son los nómadas; al estilo de los nómadas, de los gitanos, por ejemplo los bereberes, del saharauis, que está desapareciendo con una rapidez enorme.Leer más