Columnas de opinión
Nace Espacio MonCa
Fotos de Samuel Cahuich
Por Ximena Cobos CRUZ
Hermosamente, el Centro Histórico cada vez se va llenando más y más de espacios independientes donde jóvenes y no tan jóvenes hallan una oferta cultural alternativa a los grandes centros culturales o a los espacios que han sido institucionalizados a través de financiamiento gubernamental y por ello cierran sus agendas a la vacuidad que lo “políticamente correcto” pone de moda; espacios abierto a colaboraciones colectivas y dispuestos a albergar propuestas que pugnen por sumarse a la creación de nuevas sensibilidades, al regreso de viejos intereses humanos por el arte y la cultura. Sobre la calle de Tacuba, en el número 88, 1er piso, ha abierto sus puertas Espacio MonCa, un proyecto que, tras un largo recorrido de casi siete años, Samuel Cahuich ha logrado concreta.
Sam, este promotor cultural independiente y autogestivo, estudió música por 8 años en la Escuela de iniciación Artística No. 4 y, en la entonces Escuela Nacional de Música de la UNAM, entró a la carrera de Etnomusicología con piano, mas no pudo concluir por lesiones derivadas de la tendinitis. Así, la carrera de Zeta, como muchos lo conocen, tomó una dirección que afortunadamente jamás se alejó del arte. Mientras estudiaba música en la EIA 4 tenía la necesidad de generar ingresos. Esto lo llevó a buscar empleos que le dieran el tiempo necesario para poder seguir estudiando. Comenzó repartiendo propaganda de una tienda de insumos médicos. Al mismo tiempo, descubrió que podía modelar para artistas de distintas disciplinas dentro de las artes plásticas y visuales, así, inició modelando para fotografía y body paint. Dejado atrás el empleo de volantero, necesitaba percibir más dinero, halló entonces una empresa donde podía trabajar muy temprano y salir a una hora razonable para seguir sus estudiando por las tardes. Había llegado al sórdido monitoreo de medios y permanecería allí por 5 años, en una larga oficina llena de computadoras, sueldos algo precarios, roces, disgustos; la realidad de muchos jóvenes que tienen como primera opción, ante su inexperiencia y su corta edad, una vacante en esas empresas que no hacen más que explotar, sobreexigir y denigrar, garantes del moderno esclavismo.Leer más→
Ahí nos vidrios, carnal
Foto de CNL/INBAL
Por Alfredo Alejandro Parra[1]
En memoria de Armando Ramírez
Regina, la calle, nos encontró.
Habían pasado muchos años sin que estrecháramos las manos Armando Ramírez y un servidor, desde aquellos lejanos, muy lejanos días cuando coincidíamos, dominicales, en el mercado de legumbres en el mero centro de Tepis, cuando iba a comprarle dulces a su entonces pequeña hija, o cuando lo visitaba en su casa, allá por la añeja calle de Peralvillo.
Un jovenzuelo aspirante a escribidor y un novelista que rompía esquemas «intelectuales», con una historia nacida del vientre de un Barrio madre del que nadie quería hablar y mucho menos escribir.Leer más→
Violencia Parra | Poemas
Violencia Parra (Diego Medina) Poeta y activista LGBTTTIQ. Ha sido publicado en antologías como Poesía Trans No Binarie, de Puntos Suspensivos Ediciones; MORFO, de Editorial Criptomórfica. Su poemario Prometeo ganó el segundo lugar del IX Concurso Internacional de Poesía Caminos de la Libertad. Actualmente coordina el Eslam Cuir de Poesía, el cual fundó junto a Editorial Versonautas. También es maestro pokémon nivel 33 y un amante de la cultura pop y el nesquik de fresa.
Reloj solar
Yo no confío en los valientes
porque siempre van armados,
no es extraño verlos en motonetas por el barrio,
fueron mis compañeros de primaria
y ahora son sicarios.
(“Tienen, por eso no lloran,
de plomo las calaveras”)
El ocaso pinta de rojo los trenes de la bestia
y a las aves migratorias,
la noche las ilumina como un relámpago
su plumaje sin papeles.
¿No es algo absurda la idea de prenderle fuego al sol?Leer más→