Columnas de opinión
Positivismo y Anarquismo: una articulación de Manuel González Prada
Por Rafael Félix Mora Ramírez
1. Introducción
En el periodo posterior a la Guerra del Guano y el Salitre (Chile-Perú-Bolivia: 1879-1881) se desarrolló un pensamiento filosófico vinculado a la necesidad de una renovación de mentalidad. El personaje principal que destacó en esta época fue Manuel González Prada. Entre sus muchas obras podemos nombrar las siguientes: Pájinas libres, Discurso del Politeama, Horas de Lucha, Bajo el oprobio, Anarquía, El Tonel de Diógenes, Minúsculas, Exóticas, etc. En lo que sigue explicaremos su positivismo, su análisis de la realidad peruana y su anarquismo. Finalizaremos este trabajo tratando de explicar por qué González Prada opta en el campo político por el anarquismo y no por la propuesta comtiana.
Angela Padilla | Poemas
Angela Padilla Trinidad (Lima, 1994) se graduó en Derecho por la Pontificia Universidad Católica del Perú (2019), casa de estudios en la que se desempeña como adjunta de docencia del curso “Filosofía del Derecho”. En noviembre del 2018 fundó con dos amigos “Radicales Libres – Revista de Derecho y Crítica” (www.radicaleslibres.pe), revista digital de la que actualmente es editora.
QUEEN KONG
Simia sintiente
para ti
la sección astral
de las revistas.
La publicidad histórica
de tu amor mamífero
y la sed de algo cálido
sellado al vacío.
El no-bigote
que extirpas
con vergüenza
de tu rostro durazno.
(¡Ah, la pubertad
en sangre!).
Feminidad y Masculinidad
Por Zareth Ramos Cervantes
En este breve texto, observaremos cómo la masculinidad y la feminidad se relacionan entre sí, sus diferencias y cómo afectan al comportamiento de los hombres y mujeres entre sí.
La feminidad, como Marcela Lagarde menciona, en Identidad femenina, es:
La distinción cultural históricamente determinada, que caracteriza a la mujer a partir de su condición genérica y la define de manera contrastada, excluyente y antagónica frente a la masculinidad del hombre. Las características de la feminidad son patriarcalmente asignadas como atributos naturales, eternos y ahistóricos, inherentes al género y a cada mujer. Contrasta la afirmación de lo natural con que cada minuto de sus vidas las mujeres deben realizar actividades, tener comportamientos, actitudes, sentimientos, creencias, formas de pensamiento, mentalidades, lenguajes y relaciones específicas en cuyo cumplimiento deben demostrar que en verdad son mujeres.