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Invitación a las emociones: Al final, ni siquiera la hamburguesa es siempre la misma

Puebla… La resistencia… un sitio que alberga una puesta en escena lista para nuestra generación sin seguridad social ni derecho a la vivienda. Una generación que guardó sus más obscenos ideales detrás de un trabajo estable. Nos chingamos algo más que la rodilla, pero no la risa.

En Kikiri King. Disertaciones sobre la hamburguesa de pollo entramos en territorios mentales. Nos quedan los recuerdos, reflexiones en torno a la vida, el sentido que quizá no tiene, pero le vamos dando a través de la memoria, escenas tergiversadas por el dispositivo de protección que es nuestro cerebro, lugar de las invenciones, los pensamientos en bucle, mandalas de la rutina y vacíos como marcas de la concreción que hace a la muerte.

Qué otra cosa es la memoria además de imágenes mentales, sonidos, diálogos que pocas veces fueron de esa manera. La memoria emocional es extraída, puesta en marcha en medio del tiempo muerto en que ves pasar comanda tras comanda y recoges tus propinas. “Esta obra le gustaría a mi hermano”, me imagino, lo escribo y pienso en borrarlo con temor a que lo lea. Esta obra me gustaría a mí, me recordó la vez que escribí un poema sobre los pensamientos que no pagan renta en mi cabeza, dando pasos ruidosos de una habitación a otra, mientLeer más

“Syvvy” la torta de sopa de tomates

La especialidad de Sylvia Plath

 

Por Diana Peña Castañeda[1]

 

Es domingo por la mañana. Es el tiempo de la posguerra. Londres. El solecito tibio de abril que se abre en el cielo va cayendo sobre el cerezo plantado en el huerto de la casa familiar. También sobre ella. La poeta de Boston cuenta a su madre: “Estoy tan repleta de amor y alegría que apenas puedo parar ni un minuto de bailar, escribir poemas, cocinar y vivir. Duermo ocho horas escasas por las noches y me levanto alegremente con el sol. Bajo mi ventana veo ahora nuestro huerto con un cerezo rosado en plena floración, lleno de tordos que trinan, justo debajo…”  Por la forma en la que escribe podría decirse que la felicidad la domina. Mejor, podría decirse que quien escribe esa esquela no es siquiera su yo positivo y radiante, sino el oro de la vida misma.

 

Si la obra literaria de Sylvia Plath es considerada oscura porque atraviesa los parajes más profundos del sufrimiento de un alma dominada por esa corriente que ella denomina “desesperadamente negativa”, las cartas para su madre la dibujan como una mujer esperanzada, pese a lo que estaba por venir. Sus misivas son el deleite donde ella repasa fragmentos que van de la infancia a la adultez. Entonces a través de un lenguaje carnoso y palpitante encontramos a una mujer que se adentra en las sensaciones que le producen los paseos, los amigos, la luna de miel, el amor antes de la sombra, la maternidad, las compras, la calma de un baño caliente, su alucinante deseo de escribir: “Quiero escribir al menos diez nuevos poemas buenos para sustituir a los de inferior calidad o más insustanciales. Presentar treinta de ellos a un concurso de Borestone Mountain este mes de julio y luego a la colección de Yale el año próximo.” (Northampton, Massachusetts. 25 de abril de 1950) 

 

La poeta escribe a modo de libertad como un ejercicio terapéLeer más

Yaredh Marín Vázquez | Poesía

Triada de autoconocimiento en red

 

Por Yaredh Marín Vázquez

26 de diciembre de 2021

 

Cobarde

Soy cobarde porque me gustaría comprarme a plazos la vida que merezco y no me atrevo.

Cobarde

Soy cobarde porque me encantaría seguir lamiendo mis heridas y cobijarlas con ternura; mientras acaricio la deprimente desnudez con la que me miro en el espejo.

Cobarde

Porque como y bebo con la gana de libertad y la pesadez que revuelve todo en un día de resaca.

Cobarde

Porque mi pensamiento me aprisiona y da miedo de aceptar que no puedo emprender camino.

Cobarde

Porque me detiene un nudo en el estómago que pesa más que una piedra y vuela como mariposa.

 

 

 

II

C A L O R

                               C A L M A

                                                               C A L M A

 

Calor…

 Asomo la cabeza por el filo de la pared.

Amarillo…

Encuentro.

Labios…

Chocolate amargo en la cocina.

O/ir…

Tus palabras como notas de pentagrama coloreando liLeer más