Vidas negras importan

Por Isabel Pacheco^[1]

Respecto a los acontecimientos más actuales, estamos atravesando una situación que sólo requería de la gota final que derramó el vaso para convertirse en protesta, y no es nada nuevo, pues no estamos sino empezando a buscar la igualdad que desde hace siglos nos ha sido negada. La diferencia es que esta sociedad de “cristal”, como nos llaman por exigir nuestros derechos, no está dispuesta a callar más.

Negros y mestizos, indios y blancos, homosexuales y heterosexuales, mujeres, hombres, niños y ancianos, todos hemos atravesado la etapa del mentado e innovador bullying, porque esta palabra no es tan antigua como toda la violencia atravesada desde tiempos remotos, tiempos en los que todos han callado por un miedo impuesto, pero eso ya no pasará.

Nos dicen sociedad de “cristal” porque exigimos nuestros derechos, protestamos por las injusticias y nos quejamos, no callamos por todos aquellos que callaron, nos movemos por todos aquellos que ya nunca volvieron a hacerlo, gritamos y protestamos por todos los que tuvieron miedo, alzamos la voz por cada una de esas personas que no pudieron defenderse.

Y aquí estamos ahora, aquí estuvimos ayer y estaremos mañana, protestando por una vida discriminada, por una vida que fue arrebatada del mundo injustamente, porque esa vida valía y no les importó, por esa vida que suplicó piedad y no tuvieron compasión, no pudo defenderse. Por esa y cada una de las vidas que se han perdido en la batalla de las desigualdades sociales, aquí seguimos.

No es sólo el hecho de que una persona de color haya perdido la vida en manos de una raza que por años se ha creído superior y de la que muchos estamos acostumbrados a sostener dicho estereotipo. Antes bien, es la batalla moral por bajar de ese pedestal a la raza superior que no existe. Es un ¡ya no más! A las barreras y diferencias sociales que cada día se hacen presentes y cobran vidas.

No es sólo que un policía haya abusado de su poder para terminar con la vida de alguien a quien juzgó y discriminó cruelmente a pesar de haber suplicado misericordia. Es la lucha por reclamar, sostener y recordar enérgicamente ante las personas que representan el papel de autoridades que el abuso de poder será siempre condenado por el pueblo que está con el pueblo, ese pueblo que ya no callará más.

“Vidas Negras Importan” es de nuevo el lema, la nueva voz que grita para ser escuchada, porque cada vez somos más los que nos quitamos la venda racista de los ojos, cada vez somos más los que luchamos a favor de todos sin importar las diferencias, cada vez somos más los que ya no poseemos prejuicios sociales. Cada vez somos más y eso es lo que hace valer nuestras luchas y protestas.

Esta vez fue la vida de George Floyd, pero ¿mañana? ¿Acaso debemos esperar a mañana? ¿Acaso no son suficientes las muertes que la historia humana ha atravesado por todos los prejuicios que hemos creado a base de distinguir entre razas, colores y banderas?

Por eso protestamos, por eso hacemos tendencia en redes sociales, por eso vamos a subir fotos, historias, publicaciones en donde nos hagamos uno con este suceso. Por eso vamos a explotar todas las redes, las tendencias y los hashtags, porque también es el nuevo medio en el que podemos llegar a más personas, por eso cada marcha física y virtual ha valido la pena, para que no debamos esperar otra muerte.

Que nuestra voz se escuche en todos los rincones del mundo para inspirar a los que callan la violencia que sufren, para que un día ellos se levanten con nosotros y protesten, busquen su justicia. Es momento de no romantizar más la violencia, es momento de no hacerla pequeña, minimizarla, es momento de darle importancia para que no debamos esperar otra muerte.

Vidas Negras Importan. Vidas Indias Importan. Vidas Mestizas Importan. Vidas Indígenas Importan. Vidas Mongoles Importan. Vidas Blancas Importan. Lo que no importa es el orden, la raza, el color, la economía, las costumbres, los trajes, la ubicación, la edad, el género, la religión, la orientación sexual, la política, lo físico, lo interno, porque cuando de defender la vida se trata, todos valemos.

Es momento de alzar la voz, buscar la justicia, repudiar la violencia. Nadie es más que nadie. La lucha es una, los colores y las banderas son muchas y eso hace que valga la pena. Vamos, entonces, a seguir esta protesta hasta que definitivamente nadie sea discriminado ni violentado. ¿Eso es posible? Sí que lo es, por eso protestamos. Para que todos alcen la voz. O, acaso, ¿tú también te quedarás callado?

1. Haydeé Isabel Pacheco Aceituno. 19 años. Guatemalteca. Estudiante de Periodismo en la Escuela de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Escritora, poeta, cuentista, pintora, fotógrafa, youtuber. Emprendedora de proyectos como: Innova Productions (agencia de fotografía), Vicent Cuentín (serie de cuentos para niños), La Voz del Pueblo (libro de fotografía de paisajismo y fotoperiodismo en Guatemala), Confesiones de un Escritor (primer libro que está por ser publicado y el tercero escrito). ↑