Por Ana Gabriela Banquez Maturana[1]
El bienestar laboral se fundamenta en la promoción de un clima laboral positivo y una mejor calidad de vida para los trabajadores de las empresas, en resumidas cuentas, un equilibrio entre aspectos económicos, sociales, familiares y profesionales, lo cual influye de manera notoria en el rendimiento de estos y, en consecuencia, en la productividad de la organización. Pues, bien es cierto, el ser humano reacciona a los estímulos (aumento salarial, bonos, financiaciones, etc.); beneficios para sí mismo o sus familiares.
Ciertamente, aumentar la calidad de vida en el trabajo puede reducir o eliminar los riesgos de problemas psicosociales que afectan al trabajador, el malestar y el ausentismo en su jornada laboral. Aquí radica la importancia de implementar programas de promoción laboral, donde el enfoque no sea simplemente atacar la inadecuación de la infraestructura de la compañía como mecanismos de prevención de riesgos laborales, sino la estimulación de la estabilidad emocional, interpersonal y económica de los trabajadores, a través de charlas, capacitaciones, integraciones, incentivos monetarios, posibilidad de ascenso, entre otros aspectos.
A su vez, existe la necesidad de tomar conciencia frente al contexto laboral que se está viviendo en un mercado cambiante, con la alta competitividad, que habría de llevar a las empresas a generar un programa de mejora continua no simplemente de los procesos, sino de los encargados de realizarlos o supervisarlos, desde el bienestar laboral del trabajador que vaya más allá de un simple requisito legal.
En la actualidad, adquirir ventaja competitiva bajo cualquier mecanismo de productividad se ha vuelto imprescindible, siempre y cuando el objetivo de la empresa sea adquirir un éxito sostenible.
Esta medición se realiza a través de la percepción de los empleados frente al clima laboral, con el fin de tener en cuenta los resultados para la formulación de un plan de mejoría que contribuya a reducir la situación de inconformidad de los empleados y con ello se desarrolle mayor compromiso de estos hacia la empresa. De esta manera, las organizaciones se benefician de una fuerza laboral de alto rendimiento.
En vista de que el bienestar laboral se centra en la búsqueda continua de mejorar la cotidianidad en las actividades realizadas por los colaboradores de una organización, planteo las siguientes actividades para la adquisición de un mejor ambiente laboral:
- Brindar atención integral: apoyo psicológico, legal, médico…
- Ofrecer incentivos: reconocimientos económicos, ascenso, felicitaciones por buen rendimiento, bonos, vacaciones pagas, viajes…
- Capacitaciones: inducción, cursos que mejoren sus conocimientos…
- Integraciones: laborales y familiares.
- Mayor participación en las decisiones básicas de la compañía.
- Proposición de nuevos retos que los lleven a explorar su capacidad de liderazgo.
- Incentivar un estilo de vida saludable.
- Mantener el área de trabajo agradable.
Lo anterior, con el fin de atacar cada uno de los aspectos que pueden influenciar en el rendimiento de cada trabajador de la empresa, para así lograr los objetivos planteados por ésta y que no sea la única que obtiene beneficios.
[1] banquezanagabriela@gmail.com. Cartagena de Indias D. T. y C., Colombia. Universidad de Cartagena. Administración Industrial.