Imagen tomada de Infórmate Michoacán
Por Enver Bazante[1]
La cultura viva comunitaria permanece, se sostiene indeleble, inquebrantable a través de los tiempos; son siglos de perdurabilidad desde la invasión a los territorios ancestrales.
Por medio de la resistencia mantuvieron algunos grupos poblacionales su identidad, hoy son modelos en demostraciones públicas libres con sus costumbres, tradiciones, danzas, gastronomía. La cotidianidad mantiene vigentes las vivencias de comunidades y hoy no son “tiempos violentos” en el territorio. Lejos del discrimen o exclusión secular, algunas poblaciones están “integradas pero apartadas”; otros pocos no contactados son asesinados anónimamente, muriendo ametrallados por el expansionismo de las grandes empresas “madereras” que devastan nuestra selva.
Aunado a ello, encontramos varias alegorías: seres humanos, pueblos, etnias, “indios” exhibidos como muestras “antropológicas” para la historia siendo también objetos y hasta elementos importantes del turismo.
Existirán páginas versadas para la universalidad de estos temas, que bien podemos utilizar en los escritorios de oficinas, conferencias avaladas y, nosotros tendremos la sensatez de reconocer a los pueblos nativos como nuestros hermanos, que perdieron una guerra, fueron invadidos y que víctimas del perverso genocidio sistemático, murieron millones.
Iniciaremos por preservar la memoria; partiendo de la realidad podremos transitar con tranquilidad en los pasajes llenos de las letras; movimientos de productos oportunos proyectando a todos una mirada, plasmando sus vidas en tiempos de paz y encontrando firme y presente la voluntad de acabar la discriminación con sus malintencionadas diferencias.
En algunas exploraciones realizadas a los ancestros, deducen que vivían como salvajes, ejercían violencia, aplicaban una justicia pretérita no acorde a la civilización de nuestro tiempo y sistema; pero extrañamente la violencia se presenta en esta década con otros ¡salvajes!, que aparecen en videos asesinando cruelmente a personas indefensas; ¡salvajes!, que agreden a niños, secuestran, manipulan; ¡salvajes!, que con dinero cambian los dictámenes en los órganos de la mal llamada justicia; es que nuestra civilización moderna ¿está en ruina? Los salvajes están presentes en esta era de estudios, tecnologías, internet, mundo virtual; llegando inclusive por los medios de comunicación información de hechos terribles sangrientos.
Los avances tecnológicos no garantizan valores universales; son instrumentos que manejados por distintos propósitos dependerán del sentido e intencionalidad en la aplicación dada por los usuarios. Así también, son utilizados por gobiernos coercitivos que aprovechan estos dispositivos especializados para detectar a sus adversarios y ejercer retaliaciones.
Salvajes no son solo parte de una determinada época, en nuestra sociedad son quienes se dirigen en contra de los que consideran distintos por sus escasos recursos económicos, filiación política o coloración de la piel.
Entonces sí, la cultura viva comunitaria fortalecerá la identidad de los pueblos ancestrales originarios; incentivando el entendimiento, la tolerancia, la unidad reflejados en la activa participación para llegar al mejoramiento cualitativo y cuantitativo de todos. Identificando y corrigiendo a los elementos contaminados por narcotráfico y corrupción, que venden a sus propios hermanos para ser sorprendidos, explotados y asesinados. Haciendo de esta civilización, que la integramos y hasta diríamos que la habitamos, una tierra de amigos.
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Enver Bazante (Guayaquil-Ecuador, 1980). Tecnólogo y tutor virtual. Libro de investigación “Política Criminal”; 2018. Novela “Crimen Organizado”; 2019. Ajustes; 2020. Poemario y Antología en autoría compartida; 2021. Varios poemas y textos han sido publicados en formato virtual e impreso; en Ecuador, Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, México, Perú, Puerto Rico, España y Venezuela. ↑