Yaredh Marín Vázquez | Poesía

Triada de autoconocimiento en red

 

Por Yaredh Marín Vázquez

26 de diciembre de 2021

 

Cobarde

Soy cobarde porque me gustaría comprarme a plazos la vida que merezco y no me atrevo.

Cobarde

Soy cobarde porque me encantaría seguir lamiendo mis heridas y cobijarlas con ternura; mientras acaricio la deprimente desnudez con la que me miro en el espejo.

Cobarde

Porque como y bebo con la gana de libertad y la pesadez que revuelve todo en un día de resaca.

Cobarde

Porque mi pensamiento me aprisiona y da miedo de aceptar que no puedo emprender camino.

Cobarde

Porque me detiene un nudo en el estómago que pesa más que una piedra y vuela como mariposa.

 

 

 

II

C A L O R

                               C A L M A

                                                               C A L M A

 

Calor…

 Asomo la cabeza por el filo de la pared.

Amarillo…

Encuentro.

Labios…

Chocolate amargo en la cocina.

O/ir…

Tus palabras como notas de pentagrama coloreando lienzos

Rojo…

                Fuerza, fuego, tela, sangre….

 

 

Curiosidad…

                     Rostros sobre papel que cuentan la historia de una familia

Armonía…

                     Debate, cuestionamiento, cotidianidad, caricias, ternura

Latidos…

                    Ven a mi cama. Ven a mi cama. Ven a mi cama.

Mar…

Ola que revuelca.
Experiencia en la que ofrendamos trozos de piel sobre las piedras.

Arrebato…

Te miro desnudo: miseria, genialidad, belleza, dolor.
Me abrumo porque soy yo misma frente al espejo

 

 

Comodidad…

                     Desde el día uno…

Atesorar…

                               Declarar: soy, soy, soy… Risa y llanto.

Linterna…

                               La luz tímida se asoma y mira de reojo nuestra borrachera.

Mareo…

                               Miedo… Miedo… ¡ M I E D O !

Aparcar…

Incertidumbre. Presente y futuro sin control.
Canoa a la deriva sobre aguas calmadas.

 

 

 

27 de diciembre de 2021

¿No le debo nada a nadie?

La factura me sobra, pues no me alcanza ni para asumir la vergüenza de estar viva.
Ya no tengo ni para tener vergüenza

A revolcones he aprendido a mirarme

El rostro en el espejo —- marcas de clase, de etnicidad y de vida

Rasguños

¿Será la edad? ¿O el cinismo… que he cultivado con paciencia en los últimos meses? 

A veces doy pasos para atrás, porque es innegable que el mundo me supera en número

Luego remonto…

¿Y qué si me gusta? ¿y qué si me sobra? ¿y qué si me falta?

——– Me vine muy arriba ——–

Me esfuerzo, me esfuerzo para encontrar de nuevo la calma

L E E R     Y    E S C U C H A R

Música y poesía….

Descubro la historia de otras…

              Pintoras que vivieron en el manicomio, que huyeron de la familia, que vendieron su día a día para tener diamantes

              Poetizas que perdieron amores por la guerra; o aquellas que nunca pudieron amar en público porque era pecado

                               Me miro en ellas y sonrió

                               Me siento con ellas y lloro

No me avergüenzo de no encajar, de romper una y otra vez… no me avergüenzo, aunque a veces me arrepiento.

                Modérate, modérate, modérate, modérate….

                Palabra con la que latigueo una y otra vez la espalda del poco amor que me he construido.

Luego vienen las amigas a prestarme un espejo… no quiero mirar porque me da miedo.

                Mi cuerpo y mi miseria desnuda. La única oferta: mis carencias.

                Es obsceno mirarme tan real.

Luego vienen las amigas

                Que me levantan con palabras/tacto para mirar con generosidad mi fútil imagen.

Remiendo con suavidad y ternura mi mirada

                 Recuerdo que justamente mi belleza se halla en la falta de mediación entre la mierda y la miel

 

 

 

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