Sol Cóccaro. Comunicadora social. Viajera. Escritora. Co-creadora de Incógnita ediciones y Librería Andante. Amante de las letras en todas sus formas. Nómade en su esencia. Hogareña que ama habitar el monte. Siempre siendo y haciendo a favor de la vida y la naturaleza.
Verano
Recojo corteza de chañar
y caen solas las palabras,
saboreo un fruto caído
y me da la ternura de habitar un silencio…
El río hace masajes con su cascada
bajo el aguaribay
me llevo pimientitos rosados
del picante dulce del almuerzo.
Me detengo cuando los pájaros
pausan
para oír más lejos el viento…
Es verano.
Masquemos las vainas de algarrobo
mientras otras secan para la molienda
Es verano.
Abramos a un sentir compartido
Entregándonos a un accionar cósmico
Transmutando las energías creativas
Corazonando la vida entera
Hagamos el amor con el monte
que él nos convita
a vivir
el éxtasis de la novedad…
Es verano… momento de dar luz
a todo eso que nuestros cuerpos saben
y creemos olvidado.
A sentirnos parte.
A ser un todo.
A reencontrarnos en una mirada.
A dar curso a los ríos,
venas de la madre Tierra
en la que todas estamos inmersas.
Serpiente en pleno
Me di el gusto de viajar
hasta perderme,
para encontrarme
en cada sitio…
Ciclo mi raíz,
en vuelo y enraizamiento.
Ciclo con las estaciones,
amo el otoño y la primavera.
Un nuevo habitar, de adentro hacia afuera
sincero, cuidado, amoroso
Conectado con lo más humano
Sagrado espacio que soy
En sintonía con el sostén de
sabernos
fuertes y frágiles a la vez…
Atravieso el abismo
como serpiente
en pleno cambio de piel
Brota la desnudez del diamante interno
silenciado
entre siembra y raíz.
Camino elegido continúa….
Vuelvo a la tierra, la pacha,
Con la autenticidad de ser
una célula pequeña
de la colectiva inmensidad.
Sol en 8
Hay espacios
que en otro tiempo
no me hubiese animado a habitar.
Espacios exteriores,
paisajes desconocidos
Espacios interiores,
profundidades inalcanzadas
Poesía de noche y monte
Ingreso al infinito interior,
traspasando el vértigo del salto.
Siento una presencia,
veo el hilo rojo…
Llegan nombres acaso
de personas que habitaron el lugar
o que guían mi andar…
Con una pluma en mano ya no soy carne
soy canal que sacude líneas que se suceden sin más
saliendo solas
desde algún espacio que desconozco…
Ya no intento explicar lo inexplicable
ni temo a lo oscuro del monte,
la serpiente que entra,
el murciélago de los relámpagos nocturnos.
Ya no huyo de la oscuridad que me habita,
me desarmo en algo que parece caída
mas es la vuelta a la naturaleza,
conexión verde
color de lo eterno
El templo estaba encerrado.
Ya no vivo el juego de un niño rico
ni me quedo esperando la lluvia…
Escribir me salva.
Cierro los ojos, conecto
les confieso a otras mujeres que no hay peligro
Algo se derrumba
Aparecen tres animales
Conejo negro del corazón infinito,
el gato que ladra,
coral del ensueño…
Giran entre sí en una rueda sin fin,
se convierten en un nuevo ser que todo lo integra:
lo activo femenino y lo pasivo masculino también existen.
Es el secreto que la luna me confió.
Esa luna negada que, menguante, me susurra los tabúes de la historia.
La que gritaba desde mi centro atención y habitar.
Ritual de sangre derramada entre mis piernas.
Me regocijo de placer, rojo fuego interno que el fluido salvaje me trae.
No le temo siquiera a mis palabras.
El hilo rojo se me presentó ahí, en el sitio del silencio
y lo inesperado que me esperaba.
Temí que no me quiera bruja.
Las cartas son mi fuente.
Sol en 8, escorpio Plutón.
(Amando el placer de amar cada parte de mi ser)
Santa Isabel, Córdoba
energía del cerro Uritorco
2023