Matilde Valenzuela | Poemas

María Matilde Valenzuela (Córdoba, Argentina) Es docente y abogada. Le encantan la poesía, la música y la palabra. Está empezando a escribir… lo hacía cuando era más joven; pero no creía mucho en lo que le iba saliendo. Vuelve a darle una oportunidad. 

 

 

Mensaje 

Arrullo en el oído

                        esa costumbre tuya de hacerte pájaro

pluma y canto

y sos pájaro

espejito redondo y fijo que mira

 y sos pájaro

la palabra gris o azul bajo las alas

tímida y brilllante moneda escondida

 

vení

         y decime quién sos

                          o quién soy

parado en esa nota amarilla que te tiñe el pico y las patas

dejas caer la suerte

o la moneda

o el espejo redondo y fijo que mira

lento y suave como una pena. 

 

Yo contemplo 

Y camino el puño cerrado del deseo

                                        otra vez …

                                         con los pantalones puestos en la cobardía  

                                         escucho la dulzura de mi nombre entre los árboles

 

esa costumbre tuya de hacerte pájaro

 vieja y tramposa costumbre la tuya 

llenarme de viento la memoria

anidarte en el pecho

 y enseñarme a cantar….

 

 

 

El patio

Si vas a preguntarme 

por la mancha en el piso

 Contestará como siempre

 este cansancio enroscado de gato

 que me humedece los ojos

Ya sabés…

 Me alcanzan dos aleteos y una huida

                         las hojas frescas del trébol

                         y la risa de niño pequeño del sol

para entender la raíz profunda de esta madre que me habita.

 

 

Cuarenta 

Entró por la puerta. 

 

El miedo ocupa los mejores lugares de la mesa

elige con ojos de gato los zapatos

para desfilar en los pasillos

Y entró por la puerta

siempre por la puerta

que nunca tiene llave; olvido cerrarla

olvido que el cerrojo tiene nombre de hombre pero formas femeninas

la cerradura por donde podría mirar primero

pero no. No mira….

avanza impetuoso y decidido abre

Así es el miedo.

El general que no pregunta

Y así… 

Desde el mejor lugar de la mesa…

Con ojos de zapato y mirada de gato

Cerró la puerta de mi casa

La cerradura. Ya no hay afuera

Hay pasillos con silencios profundos que saben cantar

Y yo…

Que soy esos pasillos

y esas paredes 

 que soy la cerradura

y esta palabra que insulta 

que niega, desmiente

que ladra y que muerde

 sé…

que si abandono este poema

 

 puedo abrir la puerta para ir a jugar.

 

 

 

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