Jesús Daniel Juárez Cruz (Puebla, 1995) Creció para desempeñarse en diversos oficios, desde vender bolis hasta alimentar puercos. En la actualidad labora en el Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla, siendo el encargado general de la programación de talleres de escritura creativa Lettera. Ha publicado en diversos medios digitales como Revista Espora, Tintero Blanco, Cuatro Patios y Vertedero Cultural. Tiene una perrita adoptada y un amigo imaginario.
Metasueño
I
Tuve un sueño
Y en este sueño había agua
agua dulce y con sal, agua cristalina, agua estancada
agua que vertía sol como lagrimales Agua
pero también había gente
gente con trajes de baño, gente desnuda, gente que repetía su rostro cada cierto tiempo
gente que se cargaba a sí misma Gente
y yo buscaba un sitio en el sueño
un punto donde no me pudieran lastimar
incluso en los sueños soy un cobarde
y te vi sentada sobre las iniciales M G
y te di un empastado con mis poemas
y te dije algo como Toma, te los regalo
y tomaste un bolígrafo rojo para corregir mi ímpetu
el libro se vio reducido a un bloque // el bloque no se iba a publicar
Ya hay demasiados poemas sobre los sueños, dijiste entonces, desperté.
II
Duermes todavía conmigo ¿no?
tuve otro sueño
el agua todavía persistía, pero esta vez como lluvia
las piscinas iban creciendo pero no era momento de entrar aún
subía una escalera hecha de piedra
de entre las piedras nacían flores // flores que crecieron un minuto para secarse al otro
me puse a recitar un poema no mío sino de otra persona
una que sólo podía vivir en mi sueño
era un poema triste, un poema que jamás tendrá luz, un poema que se guarda en una libreta
o en una laptop, o en un empastado con fecha inconclusa
la lluvia no era ligera, era un chubasco
las piscinas estaban llenas pero no era momento aún de entrar allí
recordé mis clases de natación
y el agua con cloro, sin sal ni azúcar
recordé las fosas de agua verde
a los monstruos reptiles con colas de gusano // la memoria de ser una presa
el día que Abraham miró hacia el océano y caminó y caminó y caminó
y lo encontraron dos kilómetros playa adentro
y luego tuve que explicarle a su madre sobre cómo las décadas pasan
sobre cómo los sueños no pueden interpretarse entonces, desperté.
III
¿Dónde buscas a un perro en medio de la oscuridad?
En mi último sueño ya no había nadie // ni gente // ni agua
apenas un ligero rocío de gotas blancas sabor madera
tus iniciales ya no eran evidentes
las piscinas estaban vacías
el sueño no era sueño sino ahora una extensión de los ojos
un sendero de imaginación donde no había fin o principio
la casa huele a humedad
y a mi lado se mueve mi perro
en medio de la más lúgubre noche
que puede caber en un mismo cuarto
Excelente poema, realmente me gustó aunque sea algo tan fuera de lo común. Me gustan los textos pequeños que te invitan a usar la imaginación. El estilo surrealista de este chico es genial. Gracias por compartir.