Mónica Olivares Fonseca (Campeche, México.) Licenciada en contaduría (Universidad Autónoma de Campeche). Miembro del taller de literatura “Proyecto Escuela de Escritores Campechanos”. Acreedora de una mención honorifica en el Tercer Certamen Estatal de Poesía Joven 2014, con el poemario Diario de un Occiso. Beneficiaria del Programa de Estímulos a la Creación y el Desarrollo Artístico de Campeche 2016. Sus colaboraciones han sido publicadas en diversas revistas como “Otro Paramo” (Colombia), Antología de poetas del Siglo XXI (España), Rojo Siena (México), DigoPalabra (Venezuela), Tierra Adentro, Pliego 16, Monolito Revista Literaria y Circulo de Poesía (México).
Nadie sueña
El amor es un nombre del sexo.
Philip Dick
Cuando tengas ganas de amar
Las monedas serán virtuales
Y compraré una cartera de bitcoins
El dollar caerá y con él sus enfermedades
Los cerdos bailarán
Sus monedas como confeti de fiesta
Nadie tendrá outsourcing en sus maquilas
Seremos enamorados de comercial barato
Derrocaremos youtubers
Cientos de seguidores serán libres
las carreteras serán adoquines musicales
Cariño, cuando aprendas a amar
El mundo olvidará sus penas
El amor será ese respiro colectivo
las branquias liberadas de los edificios
los ductos de energía estallarán
porque es tuya la vida
y nosotros somos su estado de sitio
¿será cruel y necesario sufrir por amor?
Decodificar el lenguaje encriptado
A través de tus últimas hrs de conexión
Cuando te amo
El deseo es el vientre del silencio
pruebo de ti, olvido el sabor de la cocacola
El amor nos consume los activos
Beso tu frente en alguna historia de Instagram
Suena de fondo la canción más comercial
De la existencia de la música
Parecemos felices
Amar y correr al día siguiente
nos da identidad en la friendzone
Cuando los microchips procesen
Nuestro olvido al amanecer
Cuando tengas ganas de amar
No me busques
todo habrá terminado
porque los humanos nunca sueñan.
Vientos
Un poema es contener la respiración en la mente.
Has dejado un desastre
Y no fue suficiente
Olvidaste el polvo de tus zapatos
Esta humedad que dice ser mía
Se evapora sobre el cuerpo
Engrandece mis pedales
¡Ay!… cuánto sobra la luz
Cuando explotas
Y siento el mar, la queja,
El lívido infinito
En esta pobre laguna.
El trueno y la tos
Y de eso se trata
La amplitud
ser
Suave cargado
El diafragma
Sonoro fracaso
En tu voz hay rugidos esbeltos
Esta noche
El aliento del universo
Cae con lentitud sobre esta ciudad
Y sobre mí
El mundo es un tornado reinicia los bronquios de los dioses.
149.6 M. de KM
i
Padre,
El papel colgado en la pared
Es el aviso de la acuosa lentitud
Tu ausencia en nuestras vidas.
ii
La memoria donde la toques duele.
Yorgos Seferis.
Extrañar es el único camino a la libertad
Y asfixia.
La tragedia nos une en esa oscuridad llamada recuerdo
Cómo quisiera que los años fueran el último recurso
de la humanidad para decaer
y el sol prolongara nuestra aparición
Ahora los años son una pausa
El anhelo de permanecer
En nuestra memoria
iii
Ocho años y cuatro meses.
No es nada si cuentas al revés
si el tiempo deja de ser una medida
no importa cuántos errores cometiste
hoy los pagas, le dices al mundo
come mis órganos, haz un festín
deja hambrientos a mis hijos
ven a beber veintidós años
de cosecha, de trabajo
de agua amarga y sueldo mínimo
en este yacimiento sindical,
toma cuanto puedas
humílla asalriados
si eso engrandece tu hambre
nadie es culpable de estallar
a costa de palabras filosas
y la maleza colocada
en el expediente
a causa de ti,
del odio personal
y frustraciones de un hombre de clase media en el siglo XXI
Realmente nadie es culpable
de llevar el excremento del mundo
en sus manos
y trabajar, cultivar,
reir con el trabajo de los otros
y los nuestros
trabajar y trabajar.
¿Pero sabes cuál es la moraleja de un error?
Perdonar.
El dorso de las sirenas
Al principio el cielo era eterno
El mar un espejo
Posando desnudo
El instinto
Nuestro cuerpo amanecía
Sobre el haz de la conciencia
Gemía en un mismo hito
Y decías mi nombre en las tinieblas
Eres el candil,
el calor hierve sobre la vulva
a cada espacio
lo llamaste mío
*
Y tenías razón sobre esos miedos que invaden a los seres humanos
nos deja vacíos, frágiles y remplazables
nos arruina
Sobre esas ansias de sentir la brisa cálida de placer
Tus dedos consumen las moléculas
A la velocidad de un choque
Detienes el tiempo comprimes las células
Como si fuera un día antes del fin del mundo
Destruyes todo a tu paso
* *
Pero no te reconozco
Hablas un canto que eriza la piel
Es la necedad humana
Sin protección
Entrar sobre los muros
Y esta necesidad de sentir
Corta y pasajera
Sometes el mar
El cuerpo
La razón
Y las tinieblas
***
La juventud es la espera de la noche con las manos vacías
Transparente y escrupulosa
Busca su encuentro
Su intersección
Y de un modo obsceno
La inocencia.