Marian Raméntol | Poemas

Marian Raméntol (Barcelona, 1966). Poeta, traductora y directora de la revista cultural La Náusea. Miembro del grupo musical O.D.I con el que ha editado vídeo-libros y diversos álbumes además de bandas sonoras de cortometrajes. Ha trabajado con músicos experimentales en múltiples recitales y performances. Ha traducido a poetas contemporáneos al catalán y al castellano. Ha publicado diecinueve poemarios y ha sido incluida en dieciséis antologías. Ha sido premiada en diversos concursos nacionales e internacionales, y su obra ha sido ampliamente difundida en revistas especializadas donde ha publicado poesía, ensayo y artículos de opinión. Ha sido traducida al inglés, alemán, italiano, rumano, armenio, portugués, búlgaro, bosnio, montenegrino y estonio, y ha prologado varios libros de poesía. Su actividad en el ámbito artístico y poético le ha llevado a formar parte de festivales (tanto poéticos como de cinematografía), exposiciones, recitales y diferentes actos patrocinados por ayuntamientos, editoriales y otras entidades culturales.

 

 

 

Un paparazzi furtivo

El silencio sangra a chorros por las calles

y masturba ruedas, carriles y semáforos

ante la incertidumbre de los niños.

La noche entonces tiene frío

y reformula la amplitud

de shorts planchados sin futuro.

 

Con el pecho cosido al lomo del anochecer,

la demolición de la página

encarcela lo longevo y mata al poeta.

 

La poesía pierde su  alcurnia y el vientre

en un collage para despedir al sol,

los niños de antes -pero dos mañanas después-

desaparecen tras la puerta de la luna

y aquí no pasa nadaLeer más

Las acciones colectivas conflictivas por la seguridad urbana en la metrópoli de la Ciudad de México

Por María de Jesús López Salazar

Jazmin Yatziri Martínez Jiménez 

y Vanessa Lizbeth Martínez Espinoza

 

La intención de este texto es señalar algunas de las características de las acciones colectivas conflictivas[1] o movimientos sociales alrededor de la seguridad urbana en la metrópolis de la Ciudad de México. El análisis del conflicto por la seguridad urbana puede llevarse a cabo tanto en los procesos de su transformación en un servicio público –o privado–, como en sus rasgos inmateriales, no físicos, que la transforman en un bien económico o en un bien de identidad colectiva.

De este modo, en el análisis de los conflictos por la seguridad urbana pueden ubicarse procesos de búsqueda de identidad colectiva,[2] de legitimidad o de pertenencia; asimismo, liderazgos, ideologías y asuntos políticos, que, en suma, pueden estar –y esto es lo que quien aquí escribe sostiene– estructurando procesos de cambio político en o con la transformación del régimen político mexicano contemporáneo.

 

  1. La certidumbre urbana en controversia

Las controversias por el otorgamiento de la seguridad urbana[3] pueden asociarse igualmente con una caída de la participación ciudadana en áreas que carecen de elementos para proporcionar certidumbre urbana,[4] que en ocasiones generan un tipo de prácticas informales. De esta forma, lo que parece una estrategia política en torno al otorgamiento de la seguridad urbana puede entenderse en otros dos diferentes sentidos.

Primero, se prioriza el otorgamiento de seguridad urbana en la ciudad central de la Ciudad de México. Esto puede relacionarse con el crecimiento electoral que ha registrado la votación por los partidos de izquierda durante los últimos años en dicha área. Segundo, se llevan a cabo acciones paliativas en las áreas con un otorgamiento de seguridad urbana deficiente, con el objetivo de construir redes clientelares. Se trata de una disputa entre actores sociales con intereses concretos y que parecen omitir la realización de un diagnóstico sobre las necesidades de la población. En otras palabras, se atiende con más elementos de seguridad urbana y con el mejoramiento de la infraestructura urbana, como mecanismos para promover clientelas políticas.

Empero, posiblemente la acción que articula la práctica informal con un resultado político puede encontrarseLeer más

Importancia del Recurso Tecnología para el Desarrollo Sostenible en Empresas Colombianas

Por Ana Gabriela Banquez Maturana

Las empresas colombianas se están viendo sumergidas en un entorno macroeconómico complicado y altamente cambiante, por ello se ven en la necesidad de mejorar su competitividad, posibilitando la apertura a nuevos mercados así como la llegada a más clientes potenciales. A razón de esto, el propósito de este trabajo de carácter cualitativo/documental es evidenciar la importancia del recurso tecnología para el desarrollo sostenible en empresas colombianas, mediante el análisis de la información científica relevante sobre el tema trabajado, divulgada entre los años 2016 a 2022, en bases de datos calificadas en calidad como lo son: Scielo, Redalyc, Science, Forbes…., a fin de poder tener bases sólidas y actualizadas, en las cuales fundamentar la presente investigación. Asimismo, se busca analizar y clasificar la información obtenida, para evitar tener en cuenta información inadecuada y/o redundante, que no aporte ideas claras y concisas en la investigación. Para, finalmente, dar inicio a conclusiones y posibles recomendaciones que les permitan a los lectores hacerse una idea de la ventaja competitiva que generaría la implementación de la tecnología en los procesos empresariales en Colombia.

I. Introducción

Globalmente, las tecnologías digitales se han visto estrechamente relacionadas con el comercio internacional y el impulso de una economía sostenible, al intervenir en el comportamiento de los clientes y de las empresas (Avendaño y Manosalva, 2020). Siendo los primeros los que determinan la razón de ser de las empresas, ya que no hay producto sin necesidad por satisfacer. Asimismo, la forma de compra tanto por redes sociales como por Ecommerce y las nuevas formas de pago por transferencias influyen en las organizaciones, en la agilidad en las ventas y la reducción de costos.

En Colombia, existe un retraso enorme en penetración de internet en comparación con otros países desarrollados, al igual que tiene un regazo en la incorporación de este recurso frente a otros países de la región. Provocando bajo rendimiento competitivo ante empresas internacionales, donde la tecnología es su mayor aliado, frente a una economía variante y emergente.

En este sentido, se establece un análisis de los diferentes puntos de vista encontrados sobre la importancia del recurso tecnología en la sostenibilidad de las empresas colombianas, en virtud de conocer la existencia de sus ventajas en un macroentorno altamente cambiante y complejo. Siendo la innovación y la tecnología de gran ayuda para las empresas que necesitan mejorar continuamente.

La metodología a tratar es de carácter cualitativo/documental, basada en enfoques teóricos se busca Leer más

Perras, sicarias, narcotraficantes; ¿Quién dijo que las mujeres no podían?

Perras de Reserva y su transtextualidad.

Por Greta Ramos[1]

Las mujeres poseen la condena a la expectativa y el ostracismo, a la pausa del tiempo por el tedio de la espera, de la silla del testigo y de la ausencia de la historia. Perras de reserva de Dahlia de la Cerda presenta una serie de personajes femeninos que protagonizan trece cuentos en los que claudican ante un sistema entrelazado con la violencia, el narcotráfico y el patriarcado.

Gerard Genette, en Palimpsestos, nombra el término transtextualidad como la ‘‘trascendencia textual del texto’’ (p.9). Este aspecto de la textualidad permite el diálogo de los textos con otros, la historia, la sociedad y, por ende, la cultura. En 1992 Quentin Tarantino despega en el mundo cinematográfico gracias al filme Reservoir Dogs, traducido en México como Perros de Reserva, con un cast enteramente masculino que cuenta la historia de un grupo de delincuentes y un atraco. Se le clasifica dentro del género cinematográfico neo-noir y descubre al espectador una trama gris, fuera de la historia de justicia ya contada donde el bien siempre vence, con personajes que se desenvuelven en una escala alejada de la dualidad moral y que se encuentran a la espera, también, de la posibilidad de la acción.

En el libro Perras de reserva la relación architextual permite cuestionar la presencia del género neo-noir literario en un México que se distancia del mundo americano, sin olvidar mencionar lo que ocurre con la transformación del cast masculino por el ‘cast’ totalmente femenino de Dahlia de la Cerda. Si bien parece evidente la influencia de la literatura latinoamericana actual escrita por mujeres como Mariana Enríquez, Selva Almada, Mónica Ojeda o MaríaLeer más

La lluvia del miércoles

Por Anyela Botina[1]

A la que fui

 

Sufro de vértigo y el bus me lleva volando en la puerta, el chofer mira a los pasajeros por el espejo y les dice: “me colaboran”, la gente se mira la una a la otra y aprieta el estómago. Un hombre me deja pasar al fondo del bus y siento más alivio. Los buses de las ocho son los hogares que albergan los olores jugosos que dan de comer a esta ciudad. La gente tiene los ojos en el suelo y parece que todos fuéramos helado derritiéndose a setenta kilómetros por hora. Encuentro un lugar confortable, pero un chico me toma de los hombros y me dice “perdona muñeca” y yo quisiera decirle “tranquilo muñeco”, pero estamos tan cerca que ya nos adivinamos los pensamientos. Los ojos del chico son como un chocolate con espuma que dan ganas de revolverlos con una cucharilla y crear caminitos de chocolate en ellos. Los ojos de Manuel no eran así, los de él eran como un túnel con una luz encerrada allá bien lejos donde a veces daban ganas de escaparse y sacar de vez en cuando la cabeza. Manuel me enseñó a qué olían los días con lluvia y que las lluvias de los domingos huelen a parque de jubilados. Es una lástima que ya no esté, que se haya ido tan lejos. A veces me imagino que vuelve y me enseña a qué huele la lluvia de los miércoles, porque jamás vimos llover un miércoles.

Un hombre lleva un bolso que suena como a platos y cucharas. El hombre tiene pedacitos de ladrillo en la cabeza y ahora que me acuerdo me pregunto ¿qué será de Lorenita? Su papá pegaba ladrillos en un veinteavo piso en un lugar lejano, así como Manuel, solo que Manuel no pega ladrillos. Un día Lorenita llegó a la escuela muy triste. Yo sabía que ella estaba triste, porque en ese entonces estar triste era cuando a uno le entraban ganas de sentarse en un andencito y ponerse a contar hormigas. Estaba deshecha la pobre porque su papá se cayó de muy alto y pasó a ser alma bendita. Yo le dije que su papá quería ser paloma para poder venir siempre volando a visitarla. Ese día vinoLeer más

Rowina Flores | Poemas

Rowina Flores (Veracruz, México) poeta y escritora. Ha publicado en diversos espacios tanto físicos como virtuales. Su escritura poética captura y entrelaza la esencia de la naturaleza y las emociones.

 

 

 

MI CORAZÓN ES UN PÁJARO

 

I

«en mi pecho anida

un ave que no aletea,

sino que palpita»

 

II

“En el mejor rincón de mi ser,

anida el deseo de acunar tus pesares,

guardarlos en un cofre de marfil, ocultarlos del mundo,Leer más

Roger Waters “This is not a drill”

Por Greta Ortega

Roger Waters es sin duda un conspirador, en más de 40 años de carrera artística ha demostrado su inconformidad y ha hecho frente a las figuras políticas del antes y el ahora, a la injusticia, a la caza de animales por deporte; pero para muchos, sus discursos están llenos de odio hacia al mundo. Siendo ésta su gira de despedida, todos estos elementos no pueden faltar.

Si bien el espectáculo montado es tan cinematográfico como innovador, te hace sentir en una experiencia inmersiva, en donde hay que procesar las imágenes y su significado. Te cuestiona y te hace reflexionar, no sólo sobre guerra e injusticia, si no que, en esta nueva faceta, Waters ha logrado poner en equilibrio las partes de su todo.

“This is not a drill”, una idea conspirativa. Todo lo que vivimos, conocemos y habitamos es una simulación. Las fallas en la matrix y los regímenes bajo los que cada país se desarrolla no son más que una señal de alerta para mantenerLeer más

La crítica de John Lockey a las ideas innatas

Por Francisco Octavio Valadez Tapia*

…la experiencia: he allí el fundamento de todo nuestro saber.

John Locke (2013:83).

John Locke (1632-1704) recuperó de René Descartes el principio de que el objeto del conocimiento humano para nada es la realidad en sí misma, sino las ideas, es decir, las representaciones sobre la realidad que se forman en la mente de los sujetos. “Locke acepta la distinción cartesiana de sustancias, así como que el sujeto pensante, el sujeto cognoscente, sólo tiene contacto inmediato, directo, con las ideas” (Robles y Silva, 2013: XXXII). Por esto se considera que forma parte del denominado giro subjetivista propio de la filosofía de la Modernidad: el centro de atención transita del objeto de conocimiento –de la realidad– al sujeto cognoscente –la conciencia–. “La destrucción real de la metafísica en Inglaterra habrá que atribuírsela a John Locke, que con su giro subjetivista contra la metafísica cartesiana de la sustancia y con el primado de la experiencia sensible establecido de esa manera, hizo palidecer las ideas metafísicas” (Brandt, 1992:35).

Del mismo modo, Locke planteó su investigación en cuanto análisis y clasificación de los contenidos de la conciencia; en otras palabras, de las ideas, aunque siendo coherente en todo momento con su postura empirista: “la experiencia: he allí el fundamento de todo nuestro saber, y de allí es de donde en última instancia se deriva” (Locke, 2013:83);[1] así que se puso como primer cometido convencer que no existe algo semejante a las ideas innatas, y queLeer más

Miedo urbano y ciudadanía en el espacio urbano de la Ciudad de México

Por María de Jesús López Salazar[1] y Maribel Nataly López Salazar[2]

 

Este sentimiento de seguridad era la posesión más apreciada para millones de personas, el ideal común de la vida.

Stefan Zweig. El mundo del ayer

 

El presente artículo tiene por objetivo reflexionar sobre determinadas problemáticas que históricamente se han venido generando debido a las articulaciones[3] entre miedo urbano[4], ciudadanía y espacio urbano. Se trata de tres conceptos que se hallan sumamente relacionados a partir de una concepción de poder que en la ciencia política refiere a la capacidad para llevar a cabo actos que promueven fuerzas en el espacio vital de una persona (Delahanty Matuk, 1996); o, de manera precisa, como constitución del dato “a través del enunciado, de hacer ver y creer, de confirmar o transformar la visión del mundo y, mediante eso, la acción sobre el mundo” (Bourdieu, 2000:98).

Desde la Antigüedad se presenta el vínculo entre ciudad y ciudadanía, es decir, los ciudadanos como habitantes de las ciudades, con deberes y derechos asignados en tanto miembros de las propias ciudades, de tal forma que: “A lo largo de la historia de la humanidad,  el asunto de las ciudades se ha referido a la existencia de factores que coadyuvan en la fundación  y desarrollo de las mismas” (Espinosa Müller, 2014:76). Relación que si actualmente, debido a  los cambios del espacio público, parece más problemática y compleja que en la Antigüedad, continúa teniendo una fuerte carga simbólica, pues acceder a la ciudad es considerado por diferentes stakeholders[5] como la interpretación territorial del acceso a la ciudadanía, al estipularse que, de acuerdo con el pensador alemán Jürgen Habermas (2013:95-96):

Los ciudadanos deben poder experimentar el valor de uso de sus derechos también en la forma de seguridad social y de reconocimiento recíproco de las diferentes formas de vida culturales. La ciudadanía democrática desplegará una fuerza integradora, es decir, creará solidaridad entre extraños, si se hace valer como un mecanismo con el que seLeer más

Miedo

Por Diana Meza Luviano[1]

A los quince años comencé a maquillarme con algunas pinturas que tomaba del clóset de mi mamá, ella insistía en que si lo hacía tan joven me iba a arrugar muy pronto. Al poco tiempo, me llevó un catálogo de cosméticos que vendía la vecina para que escogiera lo que más me gustara, fue así como me hice de mis primeros maquillajes. Ahora pienso que de alguna manera, mi madre se resistía a verme crecer y a que la necesitara cada vez menos, aunque hasta ahora, nunca he dejado de hacerlo. En fin, me embadurné la cara como pude con una brocha vieja que encontré sabrá dios dónde, el color que elegí me hacía ver fantasmal (pero mientras más blanca, mejor); luego, tomé una cuchara pequeñita y con la técnica que me enseñó una prima mía muy querida, pasé un cerillo por su borde curvado hasta calentarla y así prolongar el rizado de  mis pestañas, una vez levantadas las peinaba y pintaba con el cepillito del rímel, aquella pintura oscura hacía ver mis ojos más grandes y expresivos; finalmente, remataba el ritual con un bálsamo color granada en los labios ¡y listo! Cuando miraba el espejo me sentía la más guapa, recuerdo bien esa cara de asombro y novedad al ver cómo mi rostro, había dejado atrás la redondez infantil para dar paso al de una mujer joven. Era feliz. Nunca reí tanto como en aquellos años.

De lunes a viernes salía desde temprano para llegar a la escuela, una escuela que emergió de entre las rocas volcánicas que el Xitle nos obsequió hace unos 1700 años, allá donde las zarigüeyas se pasean sobre los cableados con un equilibrio formidable. Al filo de las siete de la mañana, los alrededores de la escuela se poblaban de adolescentes cuyo único propósito era el de reunirse con sus amigos en vez de estudiar. Ahí estaba yo, desmañanada pero contenta sin importar la distancia recorrida, no me daba miedo salir a oscuras de casa sin más compañíaLeer más