Ausencia

Por Sandra Carolina Jiménez Pedroza[1]

Luego de años de trabajo, soledad y estrés, Joaquín por fin estaba de vuelta en México con su familia, quienes desde su regreso lo acompañaban a cada minuto. Hecho que agradeció durante el primer mes, sin embargo, ahora la falta de silencio le parecía inquietante, por no decir molesta.

— ¿A dónde vas mijo? —inquirió su madre, Inocencia, mientras doblaba la ropa.

 —A dar una vuelta, quiero ver cómo se ve todo.

—Ay no, ¿para qué? —preguntó ella. —Todo se ve igual de espantoso, mejor ve y báñate que en un rato ya vienen los demás.

Evitando una mueca de irritación, Joaquín insistió:

—Pues sí, pero tengo curiosidad y me la paso todo el tiempo encerrado.

—Encerrado no, relajado —afirmó su madre. —Aparte, todos vienen a verte porque quieren estar contigo, papito. Hace mucho que no te ven, pero si tanto te molesta puedo hablarles para que ya no vengan y te quedes solo allá fuera, ¿eso quieres?

—No.

—Bueno, entonces, termina de doblar la ropa en lo que voy a la tienda por el refresco. —concluyó la mujerLeer más

Fabio Sebastiani | Poemas

Fabio Sebastiani (Roma, 1960). Residente en Rocca di Papa (Rm). Licenciado en Filosofía en 1988. Periodista profesional desde 1998, ha adquirido una amplia experiencia en la prensa escrita, cubriendo Trabajo y Economía, para los periódicos Liberazione y Avvenimenti/Left durante más de dos décadas. Como ensayista ha publicado un estudio en profundidad sobre el Fiat de Sergio Marchionne titulado «Officina Italia», y varios artículos en la revista «Dialoghi Mediterranei». Hoy locutor de radio en varios formatos de radio web. Desde hace tres años conduce un programa de poesía titulado “Transitamos humanos”. Ha publicado una antología de poemas, “Moléculas simples para revoluciones complejas” (Ensemble), y una colección de aforismos, “Concierto para aforismo (casi) solo” (Zona). Animador del grupo de poetas «La Poetanza», editó junto a otras dos personas, tres obras colectivas: “Jaula no”, “Amistad viral”, “El barco de Hamlet” (Proyecto Cultura).

 

(Traducciones de Yuleisy Cruz Lezcano)

Las manos

Hechas por el universo

para hacer otros universos

imitan el vuelo, las manos.

Nunca aterrizan.

Siempre albergan sueños,

siempre desnudas.

Conjugan cosas buenas

en cualquier país de cualquier declinación.

Y siempre es justo

el pan que defienden.

Y digno.

Las manos hacen

me digo a mí mismo

las manos hacen

pero no lo dicen.

y me quedo

en la latitud

del malentendido.

Es más que una duda.

Es aturdimiento

pobre en verbos

rico en poesía.

Sentir el hacer

que cava dentro de mí:

y habla casi cantando

en el poiein.

Agarra

en el drapeado histórico de los siglos

el hombre

que sin esa

hubiera durado

solo una coma para dios.

 

  

 

 Resistencia/Resistencias

A cada uno se le permite un punto.

Es desde allí que se tejen los cauces de los ríos,

entre las multitudes:

y ningún universo podrá propagarse.

 

Cada uno es el intersticio elegido por el derecho

el gradiente donde cada cosa cabe,

así como en cualquier otra casa de justicia.

 

Transitar por tanto, a través de

senderos siempre a rimar la vida:

¡Se hace el mundo! Mucho

en lo poco que se puede

en los reveses de días alternos

hasta que nos devuelva la maravilla en la carne.

 

La historia ahora se reúne en centros concéntricos

y sólo la posibilidad del bien está ante nosotros

nunca como ahora, nunca como estas pocas palabras.

El testigo le hace el dobladillo a la luz, para empezar

y con las manos conduce el tejido humano.

para que el amanecer que viene nunca se deshilache

para que el «nunca más» deje de ser profano.

 

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Lo que debemos recordar los salvadoreños

Por Víctor Salmerón

Los derrotados, los vencidos militar y psicológicamente, casi siempre y en todas partes han sufrido la misma suerte: la esclavización, el desplazamiento, la pérdida de identidad, la imposición cultural y la subyugación política. Por el hecho de perder son esclavizados y obligados a trabajar para los vencedores, como piedras que estorban en el camino hacia el éxito son apartados violentamente de sus tierras y obligados a abandonar sus hogares, lo que se traduce en una pérdida acelerada de su identidad y arraigo cultural. Además, son obligados a adoptar la cultura, la religión y las costumbres de los vencedores; lo que implica la prohibición de sus prácticas culturales y la imposición de nuevas formas de vida. Así, estos quedan bajo el absoluto control político y administrativo de los vencedores. Eso fue lo que le ocurrió al territorio que hoy se le conoce como El Salvador y al resto de los pueblos mesoamericanos. Fueron subsumidos y asimilados por un vientre siniestro y desconocido. A pesar de lo difícil, amargo y doloroso que puede ser digerir nuestra propia historia, pues demanda de una boca, dientes y estómago saludables, creemos que la adopción de una perspectiva histórica crítica y equilibrada, que supere las concepciones dogmáticas o ideológicas, posibilitará a la sociedad salvadoreña reconciliarse con su pasado, evitando el avergonzamiento de sus raíces y construyendo así una identidad que abrace tanto los aspectos positivos como los desafíos de su historia. Lo que con este escrito se pretende es, principalmente, fomentar una comprensión equilibrada de la historia salvadoreña, superando así concepciones dogmáticas o ideológicas, para promover la reconciliación y construir una identidad nacional más positiva y enriquecedora.

En medio del bullicio y ruido maquinal, una voz bien estructurada y lograda me susurra que una tarea fundamental y urgente en el presente para El Salvador, y para la mayoría de los países latinoamericanos, es desmitificar el pasado. Observar con ojos críticos la historia ya no es un lujo reservado para eruditos de gruesos espejuelos y ociosos de la historia, sino una necesidad apremiante para comprender con mayor precisión ciertas actitudes y comportamientos en nuestra sociedad. En los dLeer más

El miedo urbano como representación social de la inseguridad urbana en los habitantes de la Ciudad de México

Reflexión epistemológica

Por María de Jesús López Salazar

Este ensayo es de carácter epistemológico, elige un aspecto específico de la ciudad actual y lo urbano: la representación social de la inseguridad urbana, y lo aborda bajo el enfoque de formular una hipótesis principal y dos hipótesis secundarias, pensando a la par cómo podrían refutarse siguiendo el método hipotético-deductivo, el cual debe su designación a que dos de sus principales etapas son la elaboración de la(s) hipótesis y la deducción de las consecuencias que deberán ser contrastadas con los datos empíricos (Popper, 1980, 1994); pues, una “teoría que no es refutable por ningún suceso concebible no es científica. La irrefutabilidad no es una virtud de una teoría (como se cree a menudo), sino un vicio” (Popper, 1994:61).[1]

En seguida, la propuesta presentada es referida a los fines amplios indicados por los teóricos de la Escuela de Frankfurt, recuperando para ello la polémica sobre el positivismo en la confrontación entre Karl Popper y Theodor W. Adorno, así como los señalamientos que Jürgen Habermas realiza al primero (v. Adorno, 1973a). Posteriormente, se consideran los aspectos sociales de la propuesta aquí expuesta, con la recuperación de los planteamientos del sociólogo Pierre Bourdieu (2000). Al final, se incorpora la pluralidad de ideas en la propuesta presentada, a la manera como fue expuesto por Paul K. Feyerabend (1989).

Para comenzar, hay que señalar que la “inseguridad urbana” –diferente al concepto tradicional de “inseguridad ciudadana” y que por lo mismo no debe emplearse como sinónimo del primero–[2] se entiende como la falta de “intervenciones que tienen por objeto garantizar la libertad y evitar agresiones entre las personas y contra sus bienes públicos y privados, así como el uso en contra de la ciudad, su equipo y los espacios públicos por sus residentes o visitantes a la ciudad” (United Nations Human Settlement Programme, UN-HABITAT; 2007:3)–.[3]

Ahora bien, conforme al método hipotético-deductivo, el primer paso a ejecutar consiste en el descubrimiento de un problema, mismo que parte de hechos problemáticos, o en otras palabras, hechos que contradicen una teoría aceptada o que no pueden ser explicados de forma adecuada por ésta. Para el caso de esta propuesta, la que aquí escribe centra la atención en la cuestión del imaginario “sin adjetivos” –que al igual que con la distinción entre “seguridad urbana” respecto de la convencional “seguridad ciudadana”, tampoco el imaginario “sin adjetivos” debe de confundirse con el convencional “imaginario social” propuesto por Cornelius Castoriadis–.[4]

Así, definido mínimamente el imaginario como “la estructura interna de relación dLeer más

Contra-cartografía erótica: Placeres compartidos

Por Marisabel Macías Guerrero

Hace un año iniciaba la escritura de una columna que me dejó trastocada y me valió cierto encierro. Desde entonces, el tiempo osciló entre las reflexiones sobre la violencia sexual vivida, reconocerme víctima para sanar y buscar vías para que esas experiencias dejaran de doler. Para esto último, uno de los caminos que suelo tomar es el “hedonismo”, darme tiempo para procurarme placeres, por ejemplo, escribir sobre nuestros deseos eróticos y gozos compartidos, o vivir “aventuras” a consciencia plena, como materia para la alquimia escritural. A eso me aferro. Por eso estoy aquí intentando mostrar el mapa de satisfacciones que me permiten seguir lidiando con la complejidad y las crisis (mundiales/existenciales).

Hace una semana irrumpió en mi rutina el deseo ardoroso por escribir sobre lo placentero de los vínculos, de la vida. Experimenté la cosquilla de un texto que quería salir. Un calorcito sabroso me recorría y luego en automático pensaba en algunas ideas para el ensayo. Después de sentir esa punzada mental y sonreír, de tomar notas y abrir ciertos libros, me descubrí un poco culpable de dedicarle dos o tres horas diarias a dicha tarea. Sí, me dejé seducir por el placer de escribir sobre los placeres del trato cariñoso, y eso me trajo algo de “culpa” por el tiempo que no dedicaba a mis trabajos.

Luego, me enfadé conmigo porque me descubrí apurándome, contándome el tiempo y a punto de ser raptada por el deber. Sí, me molesté y me rebelé, decidí cínicamente sentarme las horas necesarias para escribir sobre aquello que me aligera la carga existencial en el día a día, sobre los bálsamos que apaciguan la herida sistémica, sobre todo aquello que me pone Leer más

Nación, nacionalismo y plurinacionalidad en Chile

Por Jorge Yáñez Lagos[1]

En Chile, consecutivamente al resultado electoral del plebiscito constitucional de septiembre de 2022, el divulgador Pedro Cayuqueo señaló en una entrevista televisiva en CNN Chile que: «la plurinacionalidad quedó un poco golpeada como idea, pero hay que insistir en ello en el futuro. En la batalla cultural hay que continuar promoviendo esta idea»[2]. En paralelo, el político Eduardo Artés cuestionó la noción de «nación única e indivisible» en la propuesta constitucional de 2023, porque desde su visión un Estado también puede ser plurinacional, dando como ejemplo histórico a la República Federal de Yugoslavia[3].

Pese al aborrecimiento que generó el vocablo «plurinacionalidad», las intenciones de Pedro Cayuqueo —entre otros(as)— no se detendrán en promover un Estado abigarrado o plurinacional en Chile. Por lo mismo, a pesar del rechazo contundente a la propuesta constitucional de 2022, igualmente se hace necesario comprender las nociones de nación y plurinacionalidad.

En un inicio, el reconocido abogado y diplomático José Rodríguez Elizondo define que «el Estado es la nación jurídicamente organizada»[4]. De esto se desprende que, el nacimiento del Estado moderno se produjo en Europa occidental y corresponde a condiciones estructurales y culturales particulares. De esta forma, el Estado surge de un proceso largo de modernización política y que se impuso de manera progresiva, con el propósito de resolver la crisis de la sociedad feudal (Roth Deubel, 2002).

En este contexto, para el historiador británico Eric Hobsbawm (2012), la nación como entidad política y social primaria Leer más

Génesis de un microuniverso | Minificciones

Gabriel Ramos (Ciudad de México – México, 1952). Psicólogo Educativo egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, graduado en la Especialidad en Alta Dirección por el Instituto Nacional de Administración Pública. Escritor y promotor cultural en diversos medios. Su interés está centrado en la microliteratura. Sus textos han aparecido en más de diecisiete Antologías Internacionales publicadas en Chile, Nicaragua, Perú, Colombia, Argentina y México. Es autor de Vivir es arriesgarse (Libro-objeto publicado por La tinta del silencio, 2017) traducido a los idiomas serbio y árabe; Sueños incumplidos (Libro digital de descarga gratuita de Libros del Fresno, (2020) (en formato físico en Amazon, 2022); La fuerza de la costumbre (Ediciones Ser, 2021, en formato digital en Amazon, 2022); Geografía del amor (Editorial Ex Libris, 2022); Autoconocerse en la escritura (Sello Editorial Minificción, 2022),  Escritura diaria (Sello Editorial Minificción, 2022) y a contracorriente, libro de microficciones en coautoría con Juan Manuel Dorrego (Cazadores de historias. Editores, 2022).

 

 

 

Hasta el infinito

Los Faquires, tendidos cada uno en una cama de clavos colocada sobre el pecho del otro, lograron una torre de siete artistas. Cumpliendo con la máxima circense del “más difícil todavía”, adicionaron más y más capas. Cuentan que aún hay faquires escalando esa montaña de clavos y corazones.

 

 

 

Atando cabos

Aquel sujeto perseguía fantasmas. Un día tiró de la ropa de uno de ellos y en el mismo instante, sintió que lo jalaban fuertemente de su camisa hasta derribarlo.

 

 

 

Día especial

Él siempre fue muy especial con sus cosas, sobre todo con su ropa. Nunca permitió que nadie, siquiera, le Leer más

Claudia Colosio | Poemas

Claudia Alejandra Colosio García (Caborca, México, 1991) es Doctora en Literatura Hispánica por El Colegio de San Luis. Es beneficiaria en la categoría de Creadores con Trayectoria del Programa de Estímulo a la Creación y al Desarrollo Artístico del Instituto Sonorense de Cultura en la especialidad de Artículo de Arte. Formó parte del Taller de escritura creativa “Los signos en rotación” de la Caravana Cultural Interfaz (2015) y de la primera generación del Diplomado Virtual de Creación Literaria del Instituto Nacional de Bellas Artes (2020). Obtuvo el tercer lugar en el Concurso Internacional de Ensayos “Miradas de Iberoamérica” del Programa Iber-Rutas de la Secretaría General Iberoamericana (2020) y cuenta con narrativa, poesía y ensayo publicados en Círculo de Poesía, Irradiación, Hipérbole Frontera, Panorama. Revista de la Universidad Autónoma de Baja California Sur y Redoma. Ha publicado artículos académicos dedicados al estudio de literatura mexicana del siglo XIX en revistas y libros especializados en México y España.

 

 

 

Desde que me importas

Se acabaron los cumplidos sinceros,

los cariños francos en la letra

y los rescoldos cristalinos en los rincones.

 

Mis dedos derriten el papel con reproches entintados,

callo lo malinterpretable.

 

Piso temerosa las entrelíneas del rechazo.

Desinflamo las caricias.

Disminuyo su calor con bolsas de hielo a mis espaldas.

 

Me reduzco a polvo de flor sobre carbón quemado.

 

Leña sin hoguera.

Raíz sobre piedra.

Sangre en la banqueta.Leer más

¿Qué es el amor para el derecho? 

Por Mapi Scarlett Flores Cruz[1]

Todos alguna vez nos hemos preguntado ¿qué es el amor? Pero muy pocas veces profundizamos en cómo éste se puede llegar a manifestar. Hoy en día hemos llegado a escuchar conceptos como poliamor, monogamia, parejas swingers, relaciones abiertas o fluidas, las nuevas maneras en que se toca el tema del concubinato, el divorcio y muchas variables más que han surgido en los últimos años. En internet, por ejemplo, una de las definiciones más conocidas que se le da al poliamor es: “aquella relación sentimental, afectiva, amorosa y/o sexual entre dos o más personas, con el consentimiento de todas las partes involucradas, además, el poliamor se puede presentar de distintas maneras, como poliamor de relaciones jerárquicas, polifidelidad, etc.”

Entendiendo lo anterior como maneras de relacionarse que siempre han existido en la historia de la humanidad. En sus diferentes culturas, épocas, con diferentes significados y terminologías. Es decir, algo que siempre ha existido y a lo que actualmente se ha dado más libertad de ser hablado, estudiado y, hasta cierto punto, darle una definición o teoría.

Se ha generado más este tipo de conversaciones gracias a los medios digitales donde podemos encontrar cursos, podcast, videos, libros, hasta en nuestras series y artistas favoritos, también en nuestros círculos cercanos donde son más abiertos al hablar sobre estos temas o incluso nosotros mismos encontrarnos en una relación no típicamente aceptada en la sociedad.

¿Pero cuál es su relación con la legalidad? ¿qué dice el Derecho al respecto? ¿podría llegar a afectar a alguna rama o ramas del Derecho en específico si se llegase a legislar sobre estos temas? ¿cómo pueden llegar estos temas a un juzgadoLeer más

Responso para una reseña: Week-end en Zipolite y otros poemas póstumos

Por Alexis Aparicio Díaz[1]

En los últimos años, bajo la premisa “lo personal es político” —frase convertida en eslogan generacional, presente hasta en la caja de Zucaritas[2]—, hemos visto una proliferación de obras literarias cuya apuesta fundamental consiste en hablar desde el yo, hecho que, aunque en un inicio permitió el acceso a los procesos históricos y sociales en su dimensión más íntima, terminó por producir un oleaje de escritores ensimismados, incapaces de construir un discurso que exprese una visión del mundo entendible para quienes no asistieron a la primaria con el autor.

«Este poema trata sobre la vez que pisé un chicle y sufrí durante cinco cuadras» 

El libro del que aquí les voy a hablar busca llevar al extremo esa ironía narcisista. Week-end en Zipolite y otros poemas póstumos[3], primer libro de Armando Gutiérrez Victoria, tiene como personaje principal a Armando Gutiérrez Victoria. Pero, contrario a los modelos trágicos, construidos, aunque nos cueste aceptarlo, en sintonía con la moral judeo-cristiana, aquí el poeta decide no tomarse muy en serio a sí mismo. En su afán de honestidad, se presenta como un ser mínimo, se denigra hasta volverse un detalle en el paisaje de la suma (por citar a Herbert). Reacia a los pataleos del mártir, su figura se encuentra más cercana a los autorretratos burlescos, como el “Autogol” de Ricardo Castillo o el “Hanme dicho, hermanas” de Luis de Góngora. De la siguiente forma se refiere el falso Armando a su propia obra: “Un trabajo mal pagado / una cosa viscosa / un sin sentido / sin propósito /exactamente / como yo”

Una vez eliminada la aureola romántica del ser elegido para padecer todos los males de la humanidad, las pestes, losLeer más