MUCHO AYUDA EL QUE NO ES TROVA A propósito de Príamo, aquí yacen los restos de Héctor, de Jorge Reinun.

Por Rogelio Dueñas 

UNO

Un alarido cimbra la penumbra de horas huecas. Mientras digo esto, al pudridero que las ratas llaman talento se le cae el antifaz; devela su rostro imperturbable de asesino a sueldo. Con la atrofia del dinero a cuestas, encuentra nido en la industria musical. Ahí, gozoso, el pudridero quita las legañas del ojo del culo de un empresario-Midas de letrina (todo lo que toca lo hace mierda). Bolo alimenticio para la lógica de mercado. Pan nuestro de cada día en frecuencias radiadas estragadas por la ramplonería. De pronto, la reventazón parece impostergable.

DOS

En el capítulo anterior, hablábamos de la infamia deslustrada del dinero y sus secuaces. De chirriantes cantos a la negrura enquistados, apenas antídotos para los males de este joven siglo que se corona en virus. Que se empecina en tomarnos una panorámica bajo la bota de la satrapía milica: ¡Violenta, Parra, con tu canto sus huestes de buitres! Engulle con tu fuego disidente la vileza nacida de la normalidad.

TRES

De pronto el alarido que cimbra la penumbra de horas huecas adquiere nombre y forma. Es entonces cuando Jorge Reinun borbrota. Armado con guitarra acústica y su voz desgarbada, ha venido forjando una cruda y rábida propuesta musical que sin miramientos se ha posicionado a la siniestra del padre; más cerca de los linderos del punk que de la ranciedad del “canto nuevo”. Ya en su disco Introducción a la antitrova y nuevas fórmulas del fracaso comercial, publicado en 2011, daba cuenta de ello y de su predilección por el lado salvaje del camino.

Así pues, alejado de convencionalismos estéticos y preceptos mercantilistas, Reinun (Buin, Santiago de Chile, 1986) lanzó digitalmente el pasado 21 de junio a las 21 horas, y bajo el cobijo de Sello Precario, su segundo disco de larga duración titulado Príamo, aquí yacen los restos de Héctor; integrado por dos partes que juntas suman 21 tracks (¡Carajo!, ¿qué fijación tiene este hueón con el número 21?). En este trabajo, nos encontramos con un Reinun mucho más consolidado, pero no menos abyecto. Y tanto las letras como las atmósferas de cada canción lo dejan de manifiesto.

En este recorrido delirante Jorge Reinun nos lleva sin frenos hacia ese bello acantilado en donde cagarse en todo es fundamental. Si acaso se detiene un momento para condolerse y luego seguir con el reventadero de tripas, lo que convierte a Príamo… en una contundente joya anticomercial. ¿El disco menos esperado del año? Tal vez. Y no hay nada más bello. Muchas de las veces el asco y la desilusión son inherentes a los acontecimientos más esperados.

¿Que no lo han escuchado todavía? Shut the fuck up y denle play, que aquí no habrá payola que lo haga viral:

 

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