Tejiendo historias, reconstruyendo memorias

La narrativa afrodescendiente de Mayra Santos – Febres y Yolanda Arroyo Pizarro

 

Por Diego Isidro Díaz Pérez[1]

 

La literatura caribeña se erige como un interesante mosaico de vivencias donde se fusionan las múltiples experiencias históricas y culturales que han marcado a la región. En este caso abordamos las narraciones de Fe en disfraz de Mayra Santos – Febres y Las Negras de Yolanda Arroyo Pizarro.

 

La producción literaria caribeña es un poderoso medio para explorar y expresar la compleja intersección de esta región. La colonización y la esclavización de personas han dado lugar a una amalgama de influencias africanas y europeas, las cuales han configurado una identidad cultural única e importante no sólo para la narrativa de Puerto Rico, sino para la historia de la región.

 

En este sentido, la literatura del Caribe se convierte en un instrumento para comprender la conexión entre el pasado y el presente, entre África y el Caribe, abordando la intersección entre el dominio colonial y la lucha por la libertad. De manera particular, en la literatura puertorriqueña encontramos estas manifestaciones, una isla atravesada por una doble colonización, la española y la estadounidense; Puerto Rico se convierte en un escenario importante y necesario para reflexionar sobre la diversidad cultural, la individualidad y la historia olvidada, aquella que la historiografía oficial ha ignorado.

 

Bajo este panorama, encontramos las voces potentes de dos escritoras afrodescendientes: Mayra Santos – Febres y Yolanda Arroyo Pizarro; dos escritoras que han tejido narrativas que exploran la complejidad del ser caribeño, en especial, los relatos de africanas y afrodescendientes. Ambas autoras, a través de su compromiso por contar historias desconocidas, olvidadas; han abierto nuevos caminos para la escritura femenina y en general, de la región. Sus obras exploran la personalidad y la memoria de las mujeres afrodescendientes, asimismo, se centran, en las violencias que han marcado sus cuerpos.

 

Los textos de estas dos autoras son importantes porque nos sitúan en lugares pocos explorados, relatos poco contados, con lo que descentralizan la idea de una narración única del Caribe; Chimanda Ngozi Adiche (2017)[2] menciona que: “Las historias importan. Muchas historias importan. Las historias se han utilizado para desposeer y calumniar, pero también pueden usarse para facultar y humanizar. Pueden quebrar la dignidad de un pueblo, pero también pueden restaurarla.” (p.28)

 

La novela Fe en disfraz de Mayra Santos – Febres narra la vida de Fe Verdejo quien emprende un viaje de descubrimiento personal y profesional a sus raíces ancestrales a través de su investigación sobre mujeres esclavizadas durante el periodo colonial en diferentes partes del Caribe y América Latina. Fe reflexiona acerca de su propia piel, su carácter; es decir, su raza y cómo este aspecto ha sido significativo a lo largo de su vida:

 

Mi piel era el mapa de mis ancestros. Todos desnudos, sin blasones ni banderas que los identificaran; marcados por el olvido o, apenas, por cicatrices tribales, cadenas y por las huellas del carimbo sobre el lomo. Ninguna tela que me cubriera, ni sacra ni profana, podría ocultar mi verdadera naturaleza.[3]

 

El relato, por un lado, nos muestra un personaje femenino afrodescendiente como protagonista, una mujer independiente, compleja y empoderada, aspectos importantes dentro de las nuevas representaciones literarias; por otro lado, nos ofrece la posibilidad de conocer relatos de africanas y afrodescendientes que han sufrido la esclavización en su propia piel, personajes como: María, Petrona y Pascuala sirven como vehículo para honrar la vida de miles de caribeñas que han sufrido esclavización y violencia.

 

Fe en disfraz es una novela poderosa y conmovedora que explora temas como la identidad, la memoria histórica, la sexualidad y la lucha por la justicia social; nos muestra cómo las historias y las experiencias de estas mujeres son importantes para comprender nuestro presente.

 

En cuanto a Las Negras (2012), colección de cuentos, de Yolanda Arroyo Pizarro, encontramos la historia de negras esclavizadas durante la época colonial; en tres cuentos: “Wanve”, “Matronas” y “Saeta”, observamos la resistencia, la lucha por la libertad, la opresión y la violencia que tuvieron que soportar.

 

Yolanda Arroyo Pizarro inicia su obra con una frase que establece el marco y el sentido de sus cuentos: “A los historiadores, por habernos dejado fuera. Aquí estamos de nuevo… cuerpo presente, color vigente, declinándonos a ser invisibles… rehusándonos a ser borradas” [4]

 

Las Negras muestra la voz de un sector de la población caribeña históricamente oprimido, marginado y silenciado: las negras y las afrodescendientes. La autora rescata historias y experiencias que se enlazan con la historia de esta región; se centra en las vivencias de violencia que han sufrido ellas para visibilizar las formas particulares en las que fueron afectadas durante esta época. De igual forma; a partir de la exploración de estas historias, podemos comprender algunos de los prejuicios e ideas que se encuentran en el imaginario social del Caribe.

 

Al igual que en la obra narrativa de Mayra Santos – Febres, encontramos personajes femeninos protagonistas que son símbolos de resistencia y de rebeldía; en otras palabras, esta colección de cuentos contribuye a la recuperación de la memoria histórica de la comunidad afrodescendiente en el Caribe.

 

Las historias que muestran las autoras no buscan ser universales, ni abordar temas globales; se ubican dentro de un contexto en particular para mostrar las intersecciones de raza y de género en el contexto caribeño. Ambas obras son esenciales para adentrarnos a la escritura caribeña actual, la lucha por la justicia social y la memoria histórica desde una perspectiva de género.

 

Mayra Santos – Febres y Yolanda Arroyo son dos exponentes fundamentales de la literatura del Caribe y de Puerto Rico; en sus textos encontramos un compromiso literario e histórico para denunciar las injusticias y vindicar la experiencia de las mujeres negras y afrodescendientes. Las obras literarias de las escritoras nos demuestran la importancia de la narración femenina y feminista para hablar de lo que ha marcado su vida y al mismo tiempo, lo que han luchado en contextos de dominación colonial.

 

Las voces femeninas en la narrativa caribeña y puertorriqueña son una fuerza poderosa que transforma el panorama literario de la zona. Su escritura comprometida con temas como: la descolonización, la búsqueda de identidad y la subversión de los estereotipos de género, abre paso a una escritura caribeña más diversa e inclusiva.

 

La literatura afrodescendiente de Mayra Santos Febres y Yolanda Arroyo Pizarro es un testimonio de la fuerza y la resistencia de las mujeres afrodescendientes en la región, y un legado de la memoria del futuro.

 

 

 

 

[1] Doctorando del programa Relaciones de Género y Estudios Feministas de la Universidad de Zaragoza. Becario de la Universidad de Zaragoza y Santander Universidades.

[2] Ngozi Adiche, Chimamanda. (2019) El peligro de la historia única. Editorial Penguin Random House.

[3] Santos- Febres, Mayra. (2017) Fe en disfraz. Planeta. (p.83)

[4] Arroyo Pizarro, Yolanda. (2012) Las negras. Boreales, Puerto Rico, p.3

 

 

 

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