Por María Karla Larrondo González[1]
Decir lo que pienso no es basura. Parece que entro en la capilla, vitrales me cubren, me siento en un banco cuya madera huele y me asfixia. Tengo un papel a mano y busco un bolígrafo. No debe quedar nada dentro.
La palabra llega como una introducción a todo lo que se debe conocer y reescribir. «La Inquisición, si quiere, me procesará por el hecho de ser una mujer y escribir sobre Dios, y ni eso: por ser una mujer y escribir, por ser una mujer y leer. Por ser una mujer y hablar».
Introducción a Teresa de Jesús (Anagrama, 2020) es una novela ficcional que cuenta, desde la visión de Cristina Morales, cómo pudo haber sido la vida de Santa Teresa de Jesús en la intimidad. Recrea, desde el lenguaje hasta la descripción, la época vivida por la protagonista, sin dejar de ser fluida y permitir una lectura fácil.
A través de esta obra se nos acerca no solo a la historia de una mujer, sino que nos permite observarla como un refugio donde se dar vida a otras mujeres, como su propia madre, que se dedicó a parir, obedecer y aceptar todo cuanto su esposo imponía.
En dicha novela, se nos muestra una sociedad patriarcal, donde incluso las escrituras hechas por Teresa de Jesús fueron a partir de un encargo, «que deberá complacer a sus superiores eclesiásticos y defenderla ante sus detractores».
De esta forma, vemos la dicotomía de la protagonista entre lo que debe y quiere escribir, lo que debe perdurar, el por qué de las palabras y su significado en medio de una sociedad religiosa. Existe en la novela un ser humano con miedos, ganas, sensibilidad y voz.
Por tanto, Cristina Morales nos permite tener en frente unas escrituras que pudieron nacer escurridizas entre confesiones y necesidades. Así, sumergirme en esta historia me deja claro que nunca va a quedar un grito mudo si una mujer decide escribir.
[1]María Karla Larrondo González (La Habana, Cuba, 1998) periodista, poeta y narradora. Graduada de Ciencias de la Información por la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana (2021). Miembro del Laboratorio de Escritura Creativa dirigido por Elaine Vilar Madruga. Textos suyos aparecen en publicaciones periódicas, digitales e impresas. Incursiona en la poesía, la novela, el cuento y la entrevista. Colaboradora de la Revista cultural La Jiribilla. Colaboradora de la Revista La jeringa. Ganadora de la segunda mención en la categoría de poesía de la III edición del premio del laboratorio «Encrucijada» (agosto, 2023)