psicoanálisis del mexicano de Samuel Ramos, Rogelio Diaz-Guerrero con la psicología del mexicano y Gilberto Giménez y su aportación de una teoría de identidad nacional.
Por Nolasco Ayala Braulio
Introducción.
En el presente escrito, se abordarán los aportes teóricos que más impacto han tenido en definir quién es el mexicano, su desarrollo, su comportamiento y demás. A lo largo de este trabajo trataré de resumir los aportes principales de los autores en cuestión, así como también analizar lo que nos pueden resonar en la actualidad.
Samuel Ramos y el sentimiento de inferioridad
Aunque hay diversos autores que esencialmente desarrollaron la mexicanidad vista desde el punto psicoanalítico, para la realización de este escrito, partiré principalmente de Samuel Ramos (1934); él, además de hablar de psicoanálisis, también habla un poco de la historia y la transición de cómo México fue desarrollándose, tanto de manera colectiva, como en un sentido individualista. Para Ramos es fundamental la influencia de la cultura europea como motor de evolución para una “cultura mexicana”, no obstante, se genera un conflicto al idealizarla, al tratar de construir una cultura similar a la de Europa. A partir de esta idealización apreciamos cómo el sentimiento de inferioridad (su principal aportación sobre el mexicano desde la teoría de Alfred Adler) apunta a que el mexicano desprecie su propia cultura, trata de ser algo y/o alguien que no es alcanzable por el mismo ideal puesto. Esta es una de tantas interpretaciones que le da a las maneras de ser del mexicano.
Diaz-Guerrero (1984) concuerda con el fenómeno de un sentimiento de inferioridad. Si bien para Ramos es un fundamento primordial para hablar del mexicano, dado que de esta premisa se construye el psicoanálisis del mexicano, Diaz-Guerrero, con base a sus estudios transculturales, determinó que solo es una actitud. No obstante, esto no quiere decir que dicho complejo de inferioridad no tenga repercusión alguna en la persona. Incluso, continuando con los estudios que se realizaron, evidencia lo siguiente:
Han mostrado que los niños y adolescentes mexicanos, emocionalmente hablando, se sienten tan seguros de sí mismos, o más; que los de otras nacionalidades. Los mexicanos se sienten seguros como miembros de una familia, pues en la familia todos tienden a ayudarse entre sí. (pág. 15-16, 1984)
Podemos tomar en cuenta que esta inferioridad que los mexicanos “tienen” llega a ser vivenciada por medio o hacia otras culturas, es decir, hablando de un mexicano adulto, siempre estuvo en este sentir del quejarse, de idealizar ser como alguien más, como el europeo y el americano, una constante comparación, pero, de cierta manera, este mexicano adulto nunca se detuvo a pensar cómo debería ser su vida, viviendo como tal en México. Eso es en lo que insistía Ramos, construir una manera de ser propia del mexicano, dejar de lado este europeísmo falso, terco, que profundamente, me atrevo a decir, aún permanece en la vida de las y los mexicanos, y no referencia únicamente al continente europeo, sino también a Estados Unidos, donde se cree que hay siete continentes (que incluye Norteamérica y Sudamérica), mientras que en México se considera que solo hay un continente americano. Haciendo una interpretación de esto, es curioso que el norte signifique, de cierta manera, “superior” y el sur “inferior”. Esta sería una interpretación que lograría, pienso yo, hacer Ramos, presenciando cómo la geopolítica se logra efectuar.
Etnopsicología de Rogelio Diaz-Guerrero
Aunado a los aportes ya mencionados de este autor, su principal línea es la etnopsicología mexicana. La etnopsicología, rama de la psicología, pretende realizar una teoría de carácter histórico-bio-psico-socio-cultural del comportamiento humano, en donde se logre comprender al ser humano desde su desarrollo cognoscitivo y de la personalidad, está variado y sujeto a una dialéctica entre el individuo biopsíquico y su ámbito sociocultural. Esto tiene como nombre la dialéctica cultura-contracultura (Reynaldo Alarcón, 2010).
Existen 10 postulados a seguir de una etnopsicología según Diaz-Guerrero (1984):
1) Proclamar la existencia de un ecosistema humano especifico; 2) El comportamiento está determinado por una dialéctica individuo-social; 3) Utilizar definiciones operacionales; 4) La cultura incluye afirmaciones verbales; 5) La cultura es resultado de la historia; y 6) Las aseveraciones llamadas premisas histórico-socio-culturales (PHSC) son conveniencias teóricas y operacionales; 7) Las PHSC y las dimensiones derivadas de éstas deberán: a) ser respaldadas por una mayoría de individuos de una cultura dada, b) demostrar permanencia, así como un grado interpretable de variación a través del tiempo; c) mostrar correlaciones significativas e interpretables con la edad, el grado escolar y, en general, con las variables de educación de grupos de sujetos de la cultura dada, y d) ofrecer correlaciones significativas e interpretables con el sexo y el nivel socioeconómico; 8) Las PHSC y las dimensiones psicológicas derivadas de éstas deben mostrar relaciones significativas con variables decisivas tanto biopsicológicas como de las ciencias sociales en la cultura dada; 9) Las PHSC y las dimensiones que se deriven de éstas deberán mostrar diferencias significativas y preferentemente predecibles tanto intracultural como transculturalmente; y 10) Otras características típicas de los individuos y de los grupos de una cultura dada, descubiertas mediante sondeos realizados con procedimientos diferentes de los de las escalas factoriales de PHSC.
Lo más destacable de esta etnopsicología y sus postulados son las premisas histórico-socio-culturales denominadas PHSC; éstas conforman un tipo de particularidad para definir cierto rasgo de los individuos.
En 1955, Diaz-Guerrero delimitó dos premisas donde la estructura de la familia mexicana es fundamentalizada: a) la supremacía del padre y, b) el necesario y absoluto autosacrificio de la madre. Continuando con el estudio de éstas, se logró obtener 9 factores por medio de un análisis factorial a estudiantes de secundaria de la ciudad de México, factores que suscitan desde sus comportamientos, generalidades, discursos, creencias, y maneras de enfrentar problemas cotidianos. 1) Machismo, ítems que indican que la mujer es inferior al hombre, y las mujeres deben ser protegidas. 2) Obediencia afiliativa, ítems que postulan una obediencia absoluta hacia el padre y la madre. 3) Virginidad, ítems en relación a la importancia sobre que la mujer debe mantenerse virgen hasta el matrimonio. 4) Abnegación, ítems que supone que las mujeres sufren más en la vida y son más sensitivas. 5) Temor a la autoridad, ítems donde se exprese la relación entre padres e hijos. 6) Statu quo familiar, ítems donde se refleja la situación familiar, esencialmente la fidelidad entre los padres. 7) Respeto sobre amor, ítems donde se contraste el respeto frente al amor, y la adjudicación de respetar y obedecer. 8) Honor familiar, ítems referentes a la fidelidad de la esposa, y los castigos en caso de deshonra. 9) Rigidez cultural, ítems en relación a los padres presentes en la crianza de los hijos, las mujeres casadas no deben trabajar y que ella debe ser la persona más querida del mundo (Alarcón, 2010).
Gilberto Giménez y la identidad nacional
Otro autor del que me es imprescindible hablar es Gilberto Giménez y lo que plantea en su teoría de la identidad nacional, de lo que abarcaré lo siguiente: nación, el modelo de la familia, de la etnia y de la comunidad religiosa, y los “mitos de masa” nacionales. Giménez, a diferencia de los otros autores que estoy exponiendo, aparte de que es un autor más actual, me es importante señalar la necesidad de puntualizarlo por el contraste de las teorías, pues tiene una visión más antropológica y referentes a la psicología social que nos dan una manera aproximada de comprender a las y los mexicanos en estos días. La nación, nos dice Giménez (2009):
…es una comunidad imaginada construida simbólicamente según el modelo de la familia (identidad genética), de la etnia (identidad étnica) y de la comunidad religiosa, y particularizada por “mitos de masa” nacionales propios y específicos.
Antes de señalizar los modelos que forman una nación, debemos comprender la comunidad imaginada y por qué particularmente es imaginada.
- Imaginada porque “aun los miembros de la nación más pequeña no llegarán a conocer nunca a la mayoría de sus connacionales, ni se toparán con ellos, ni oirán hablar de ellos; sin embargo, en la mente de cada uno de ellos vive la imagen de su comunión”.
- Como limitada “ninguna nación se imagina a sí misma como coextensiva de la humanidad”.
- Como soberana “porque el concepto surgió en una época en que el Iluminismo y la Revolución estaban erosionando la legitimidad de los reinos dinásticos jerárquicos, que se suponían divinamente ordenados”.
- Y es imaginada como una comunidad “independientemente de la desigualdad actual y de la explotación que pueden prevalecer en su seno, la nación se concibe siempre como una profunda camaradería horizontal”. (Giménez, 2009, pág. 86).
Es admirable la anotación de lo imaginado o imaginario, ciertamente aquello que no es visible o apreciable, no quiere decir que tal cosa no permanezca o esté ahí. De esta manera es reflejada nuestra cultura y lo que nos ha constituido a lo largo de todos estos años, lo que nos hace ser “iguales” ejemplificando la mexicanidad, evidentemente hay algo que se cree nos diferencia de otros países.
A su vez, el modelo familiar se plantea como primer componente y conformador de las tradiciones, de herencia y patrimonio nacional. El modelo étnico permite que el modelo familiar se desarrolle, la etnia caracterizada por este inicio de considerarse una cultura. Mientras que el modelo de la comunidad religiosa, todo aquello que puede decirse como “místico”, puede ejemplificarse en México desde la independencia y lo que sigue representando hasta hoy. Por su carácter religioso que se efectuó desde aquel entonces se reconoce el “ viva México…”. Por último, “Símbolo de masa” nacional hace referencia a tal caracterización según lo que ha pasado una nación, en este caso, ejemplando a México, la conquista. Y posteriormente —ya antes mencionado— la independencia.
Reflexiones en forma de conclusión
Sobre la mexicanidad, actualmente es un tema complicado de hablar y exponer, porque muchas de las complicaciones a señalar implican que de cierta manera se tiende a generalizar la cultura, las costumbres, cómo debería ser el mexicano y la mexicana, qué se espera de conocer las tradiciones y de la historia, entre otros tantos puntos. Sin duda, creo que sí existen cosas en especial que nos definirían como tales, pero apunto más a la teoría de Giménez como medio de comprender la mexicanidad sin generalizar la nación al mismo tiempo. El autor deja como ese punto intermedio en el cual cada concepto no tiende a definir o explicar en cada punto un cierto atributo del cual pasemos todos al mismo tiempo. Desde luego que desde la identificación nacional es como sabemos que pertenecemos al mismo país, vemos cómo lo imaginario siempre está en juego por la historia y por la diferencia que podemos hacer entre otras naciones. Así, la identidad tiene su fundamento en aquello a lo cual comparamos y se distingue de aquello que no somos.
La etnopsicología de Diaz-Guerrero puede sernos de gran utilidad porque se generan análisis, se toman sujetos de estudio, se hacen comparaciones, hay toda una metodología desarrollada que en principio nos ayudaría a tener un acercamiento fijo de qué es y quién es el mexicano y la mexicana. ¿Qué nos aportaría conocer este resultado fijo? ¿Podríamos decir cómo es cada mexicano y mexicana? Yo no creo en la posibilidad de tener un resultado así, incluso me atrevería a decir que sería algo conflictivo reducirnos a tales PHSC, creo que como mejor entendimiento sería llegar a reconocer cuales PHSC están hoy en día más presnetes, con todos los movimientos sociales (especialmente el feminismo), que afortunadamente ha generado demasiado impacto en todas las personas, el lenguaje inclusivo, la legalización del aborto, analizar la violencia y sus formas de normalización, entre otras disputas que en México se viven actualmente. Y lo más considerable de señalar, cómo esto repercute en el desarrollo de cada persona.
Si bien estos aportes en su momento fueron de gran utilidad para focalizar el comportamiento del mexicano y así conocer aquello que lo motiva, su historia que ciertamente lleva marcas con el paso de los años, nos ilustran para estudiar y también estudiarnos, quienes pertenezcan a este país tendrán la oportunidad de conocer la historia y su desarrollo, sin embargo, lo más valioso es conocer su historia a partir de nuestro modelo familiar.
Bibliografía.
Alarcón, R. (2010). El legado psicológico de Rogelio Díaz-Guerrero. Estudos e Pesquisas em Psicología, 10(2). https://doi.org/10.12957/epp.2010.8982
Diaz-Guerrero, R. (1984) Psicología del mexicano. Descubrimiento de la etnopsicologia. Trillas.
Giménez, G. (2009) Identidades sociales. Colección intersecciones.
Pérez, J. (2012). Psicología del mexicano. Red Tercer Milenio
Ramos, S. (1934) El perfil del hombre y la cultura en México. Colección Austral.