Por Israel Michell Martínez Martínez *
En el marco del Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada y frente a la próxima sucesión por la rectoría de la “Universidad de la Nación”, escribo este artículo con tres objetivos: a) hacer notable el problema de la inseguridad para las, les y los jóvenes estudiantes de la UNAM en Ciudad Universitaria y sus alrededores; b) recordar y nombrar la ausencia de una compañera y un compañero y, c) exhortar tanto a las autoridades universitarias como a las autoridades locales a la búsqueda y pronta aparición con vida de los desaparecidos, así como también, para el diseño de protocolos jurídicos y sociales efectivos que contemplen la atención prioritaria y el trato humanitario a familiares de víctimas en esta situación.
Protestas, paros, marchas y afiches sacuden calles y tapizan redes sociales. Las razones, como siempre, son varias y se deben en su mayoría a la inacción, opacidad y vacíos legales del Estado mexicano. Entre demandas y archivos judiciales que se apilan por montón, la exigencia de localización con vida del familiar desaparecido toca las fibras más sensibles de un país, un estado, un municipio y, desafortunadamente, una universidad. La Universidad Nacional Autónoma de México, otrora conocida por el renombre de sus egresados, es ahora epicentro de un nuevo problema: la desaparición forzada de sus alumnas y alumnos. Autoridades omisas y ajenas al dolor de padres Leer más