Yandri Mosquera | Poemas

Yandri Antonio Mosquera Holguín (Guayaquil, Ecuador, 1978). Parte de su obra poética ha sido publicada en las antologías 25 poetas Hispanoamericanos (España, 2022), La Trama. Amor vida y muerte de ediciones SADE (Argentina, 2022) y Poemas Puros de editorial Avis Nigra. Su poesía se puede encontrar en medios de diversos países como Líderes Políticos y La Lupa Literaria (México, 2019); Sahwa Journal de la República Democrática de Argelia (África 2022); y Los Cronistas (Ecuador, 2022)

 

 

 

Por mi ciudad

La calzada está húmeda

donde los pájaros mecánicos

le susurran por encima

a los guayacanes.

En la avenida Isidro Ayora

un doble capsula se disipa

con la tarde negra,

el corazón se abriga.

 

 

 

Caer

¡Oh! Caer en un ocaso partido.

En una ventisca de luna retraída

En un comienzo que es igual

a los sueños repetidos.

Caer al unísono de unaLeer más

El huevo del diablo

Por Mario Galván Reyes[1]

Juanelo regresó de dar un servicio en taxi por la madrugada. Al llegar a la puerta de su casa, se quedó dormido ante el volante del auto. En ese sueño producto del cansancio se le apareció El Diablo para querer llevárselo, con su aspecto demoníaco y sus artimañas, pero Juanelo le ganó arrojándole al suelo un puñado de garbanzos.

—En cambio, mi suegra, es como la leyenda del herrero: temida por el diablo —me advirtió con los ojos bien grandes y la voz profunda después de terminar su merienda.

Mi suegro decía que doña Mercedes Pedroza era una mujer mala, solo contenida por el carácter dulce de su esposo. Cuando papá Alfonso falleció, doña Meche volvió a su estado habitual.

—Una vez intentó demandar a sus propios hijos por abandono, pero no tuvo evidencias para comprobarlo —sentenció.

A sus ochenta y siete años doña Mercedes podía padecer demencia senil, pues solía enredarse en sus recuerdos e intentaba salirse de la casa con resultados muy dramáticos. El más grande de sus hijos, un merolico de productos naturistas, le dio una medicina y doña Meche comenzó a recordar con claridad. Los pleitos por enojos del pasado comenzaron a ser más comunes.

—Mejor quítensela —dijo el hijo mayor.

Los tres hijos hospedaban a su mamá durante breves Leer más

Círculo de Escritoras Comunnitarias del Libro Club Ricardo Flores Magón | Muestra Poética

Marina Miranda García

Feminista, a favor del aborto legal, seguro y gratuito; militante en la izquierda no partidista, comprometida con el medio ambiente, luchadora en movimientos sociales, participo con integrantes del Comité Eureka y de Escritoras Comunitarias; jubilada, honesta y sincera con aciertos y desaciertos en la vida; viajera del mundo. Estudié Periodismo y Comunicación Colectiva en la ENEP Aragón, UNAM. Tengo una hija y un hijo.

 

 

 

Maledicĕre

Maldije ¡¡¡Lo maldije!!!

Sí, lo hice. No me arrepiento

Yo paralizada

Yo impotente

Yo furiosa

Yo lo maldije

 

Fue viernes de cumpleaños, maestra hoy no iremos contigo

Sola inicié el recorrido de siempre

Todas las noches la misma calle oscura, con poca luz

Sería un caminar sin compañía, sin risas, sin barullo

Sin ellas y ellos, estudiantes de la secundaria nocturna

 

El paraguas en una mano, en la otra un bolso con algunos cuadernos

En la espalda la mochila cargada de más cuadernos

La misma calle oscura, con poca luz

Mis pies van rápido por la calle

Mis ojos mirando a todos lados

 

Ahí viene él por la banqueta, lo miro de lejosLeer más

Correspondencia

 Por Olivia Carmona Hernánez[1]

«Sin cartas la vida se rompería en pedazos»
                                              Virginia Wolf
 

Querida viandante

 

Te escribo desde un lugar no muy lejano de este espléndido globo terráqueo. Sí, a ti. Estas líneas van dirigidas a ti, escritas cálidamente desde aquí dentro, con las fibras de mi ser. 

Pero vayamos por partes, me presento: yo soy yo, una y cientos a la vez. Mis ojos vieron la luz por primera vez en una tierra agradecida, colmada de riqueza espiritual y cultural. Justo ahí, donde tenía que nacer. Un día tomé mis raíces, con ellas volé sobre aguas inquietas, para finalmente posarlas en tierra nueva. Aquí creé mi refugio y habito en él rodeada de colores bonitos y plantas. Disfruto cocinar para los demás, colmo mi hogar de libros, admiro arte, aplaudo logros, lloro ausencias, abrazo con el corazón, le sonrío al pasado y sueño a ojos abiertos.

Soy sol y luna, tempestad y quietud. ¿Cómo, tú también eres esto? Lo sé, todas lo somos, es solo que nos han enseñado a camuflarlo, a fingir que no existe. Que no existen todas esas , que también soy yo, pero todas caben en nosotras, toditas.

Esta es una de las razones por las que te escribo, para desmenuzar y transmutar un poco de todo aquelloLeer más

Fausto E. Bonilla | Poemas

Fausto E. Bonilla (Ciudad de México, 1999). Poeta y activista, es cofundador de Cisne Revista Digital. Cuenta con cuatro obras publicadas: El color del mango, Derrotemos al capitalismo en 50 sencillos pasos, Del mezcal y las flores y Frágil. En 2021 resultó seleccionado dentro de la Convocatoria “Jóvenes creadores” del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes en la categoría de Novela. Ha dedicado su vida al arte y su difusión, y considera que sólo a través de la poesía es que este mundo será un lugar más justo y equitativo.

 

 

 

Sobre lo normal

Lo normal

no se pronuncia.

 

Lo cotidiano no se aplaude

ni se lamenta.

 

No hay quien llore

lo común.

 

Sólo la excepción

es víctima del infortunio.

 

Nadie lucha

por comprenderse heterosexual.

 

La solidez psíquica no produce escalofríos,Leer más

Agua

Por Penélope Gamboa Barahona[1]

 

Aquel día, Virginia decidió que sería “ese día” y salió muy temprano por la mañana envuelta en un gran abrigo, sin mirar las dos cartas que dejó encima de la chimenea del vestíbulo.

Pasó toda la noche en vela, mordiendo la pluma y escogiendo las palabras adecuadas. Una carta para su esposo y otra para su hermana, las dos personas que más quería en su vida y las que mejor podían entender qué sucedía dentro de su cabeza.

Por un tiempo estuvo libre de las voces y fue un alivio escucharse, repasar los sonidos de sus cuerdas vocales, tener la certeza de que los ruidos a su alrededor eran reales. Durante esta época escribió mucho, toda una mañana o toda una tarde, olvidándose de comer e ignorando los ruegos de Leonard para que descansara. No podía permitirse ni un solo minuto de descanso, sus ideas eran claras como el cielo despejado, propensas a difuminarse entre miles de pensamientos.

Entonces regresaron.

Al principio llegaron en forma de murmullos inentendibles, susurros que escuchaba muy cerca de su oreja. DespuésLeer más

Marco Antonio Susarrey | Poemas

Marco Antonio Susarrey Galindo (La Paz, Baja California Sur, 1990). Ha participado en grupos locales de fomento a la lectura. Estuvo en dos cursos de escritura de dramaturgia en la Alianza Francesa de La Paz. Ha incluido ocasionalmente algunos textos en revistas de literatura alternativa de la localidad. Tuvo una mención honorífica en un concurso municipal de poesía joven del 2017

 

 

 

Narración para el patíbulo

Me lo saqué de un cuentista que ayer comió diez migajas

y hoy comió cinco, pues le proporcioné la mitad del desenlace:

 

En su historia parecía conocerme, sin acertar en mi nombre.

Comienza con que tuvimos en una mano la suciedad del cadáver.

Y en la otra el boceto del destino, sin opción,

frío como solo una ínfima mecha.

 

Se refutó a cualquier dispositivo

 de ese futuro, entre coros aunque hundidos, tangibles.

 

La voz fue congelada a partir de sus medianos viajes.

No supimos habitarnos, y las nubes fueron sobrevaluadas.

 

Los grillos, presos del luto que constante ensayaban

no vieron en nuestro corazón fuerza para intuirlo:

La vida, que fue orquesta, recayó en el bache de un piano.Leer más

El fin del viaje

Por Amaury Cobos Cruz

Abrí el libro de Carlos Castaneda mientras me dirigía a la Ciudad de México para comer unos hongos alucinógenos en Ciudad Universitaria, mi lugar favorito “de todos los tiempos” ̶ como me gusta decir ̶ . Así es, el cliché del cliché, del cliché. Empecé a hojearlo buscando un separador inexistente, entonces, fui directamente al índice donde leí: El mundo de las sombras —título de uno de sus capítulos— . Ante aquella perspectiva, opté por cerrar el libro, me puse los audífonos para escuchar un disco de Black Keys, porque tengo la manía de, en lo posible, escuchar discos completos, pero a la tercera canción me di por vencido. Busqué algún disco de Ry Cooder, tampoco me satisfizo, entonces terminé escuchando a Lou Reed mientras calculaba cómo llegar hasta C.U. cuando me bajara de la furgoneta, transporte que utilizaba con regularidad por ser más barato que el autobús. A veces funciona mejor una lista de reproducción aleatoria.

Al descender en el Periférico se me ocurrió hubiera sido mejor hacerlo antes, a la altura del Caminero y utilizar el Metrobús hasta la estación CCU. La magia de la ciudad con sus mil opciones para llegar a cualquier destino. Todo lo contrario de Cuernavaca, donde si no tienes coche sería mejor caminar, tan pequeña es, el problema son sus escarpadas calles. El subconsciente o una inveterada costumbre me hizo abordar el camión que va al metro Universidad desde Iztapalapa, mi habitual ruta cuando asistía a la Universidad.

Después de pasar frente a la ENAH —recordé sus tremendas fiestas— , la pirámide de Cuicuilco, dar un rodeoLeer más

Alejandra Durán | Poemas

Alejandra Gabriela Durán Escamilla (Puebla, México, 1992) es Técnico en Música, licenciada en Lingüística y Literatura Hispánica y Maestra en Literatura Hispanoamericana por la Benemérita Universidad de Puebla. Actualmente se dedica a la difusión de la LIJ y a la gestión de proyectos musicales relacionados con el bolero y la música tradicional mexicana.

 

 

 

Ser – vil

Habito a una mujer que nunca ha sabido quererse.

Vivo en la mente de su cuerpo ansioso,

me escondo en las voces que le susurran sueños perdidos,

falsas palabras,

adioses violentos.

 

Me muestro a diario en

los ojos de quienes la juzgan.

Reinvento,

cada noche,

el discurso decrépito de sus recuerdos.

 

Soy tempestad y frío.

Le muevo las manos, orquesto su miedo.

Me gusta llevarla a los pasillos oscuros,

someterla a una memoria inventada.

 

Siempre llora, cae,

se arrodilla.

El silencio atormenta su lucidez escasa.

 

Los otros han sabido hacer su parte.

Desaparecen, le tributan olvido,

la echan al rescoldo melancólico de tiempo.

 

Me gusta jugar en ese cuerpo,

cavilar su mente,

dirigirle los pensamientos.Leer más

 Indira Ríos | Poemas

Indira Ríos (Honduras). Algunas de las revistas donde han sido publicadas sus letras son de México, Argentina, Francia, Colombia y España. Ha participado en varios festivales internacionales de poesía, así como en antologías en México, España, Argentina y Colombia. Algunos de sus textos han sido traducidos, al inglés, esloveno e italiano. Es luchadora social, pedagoga y doctora en Estudios de Migración por el Colegio de la Frontera Norte de México.

 

Promesas

Renacerán las libélulas

con soles vibrantes en su vientre,

arrancarán las blasfemias

de mis virtudes desnudas,

el amor de un manantial

surgirá de los sortilegios

que esculpen orgías prohibidas

entre arpegios acaudalados

en las bibliotecas de mis acertijos,

mis vidas se confabularán

con maratones de sonrisas

que hacen maromas

con la incongruencia

de la decencia,

jugaré con los contornos

de hechizos que nacenLeer más