IX
Por Miguel García
Rodolfo Biagi seguía su trayectoria con aceptable éxito, a cargo de una orquesta de estilo sencillo, continuador de lo que había desarrollado con D’Arienzo. Pero la existencia de la orquesta de Biagi prueba que, si bien fue clave en la conformación del estilo dariencista, la aportación de D’Arienzo como director es fundamental (contrario a la opinión de Sierra, que le confería la exclusividad a Biagi), pues aunque ambas orquestas funcionaban y compartían principios estéticos e intención, no se escuchaban igual. Poco a poco se iban notando diferencias. Una de ellas es quizás la más evidente: Biagi llevó su interpretación a una sencillez minimalista, anuló en su mayoría los sonidos ligados de bandoneón, en beneficio de stacatos separados al máximo. La melodía era trabajo casi exclusivo de los violines, y el propio Biagi desde el piano le daba su sello personal con sus contrapuntos. [50]
Otra manifestación de sencillez musical lo representa Carlos Di Sarli. Basaba su estilo en el canto de su línea de violines, participaciones modestas de los bandoneones, los característicos arrastres y el modo inigualable de conducir desde el piano, tan detalladamente confeccionado. Todo esto daba como resultado una interpretación melódica y elegante. La riqueza de su sonido da la impresión de tratarse de arreglos complejos. Sin embLeer más