Las preguntas que no (te)(me) hago

Por Marisabel Macías Guerrero

Esta contra-cartografía intentará mostrar la inexactitud del territorio, solo una pequeña parte, de las “grandes preguntas” relativas al amor, la sexualidad y la erótica que me habitan, y que por lo tanto también anidan de vez en vez en mis vínculos sexuales y/o afectivos (familia, amistades, pareja, compañeras, etc.), pero que no siempre logro verbalizar para convite. En realidad, las vierto acá como gesto cariñoso, con el afán de compartir con otras a modo de brindis cuestiones que me rondan desde hace algunos meses y que no pretenden tener respuesta, quizá solo ser espejo. Compartir el viaje.

Puedo decir que nunca había tenido tanta estabilidad emocional, física, mental y económica como en los últimos cinco años, y por supuesto eso se refleja en mi actuar, y viceversa, pero no necesariamente en tener grandes certezas (vitales); tampoco significa que no haya momentos de precariedad o desasosiego (en muchos sentidos). Menciono esto porque, en efecto nunca tuve mayor claridad mental, teórica, afectiva incluso, lo cual en ciertos casos me lleva a tener mejor comunicación con las personas que me importan, sin embargo, ha sido en los últimos años cuando se han disuelto fuertes vínculos afectivos, sin que haya podido o querido evitarlo, y desde dentro me rasga el sentir doloroso de no lograr conciliar ideas con otras y otros; o de entregar preguntas que son recibidas como explosivos.

Quienes me conocen saben que soy “una preguntona”, me fascina dar tiempoLeer más

Carmen. Epitafio para la impunidad

II

Lavanda

Por Ana Hurtado

 

-¡Damaris, Ven!

Con su cinta métrica comenzaba a rodear algunos ángulos del cuerpo de Damaris y ella, sin poner resistencia, dejaba que Carmen registrara sus medidas en pedacitos de papel. Durante el tiempo que asistió a la escuela, Damaris portó uniformes confeccionados a su medida. Piezas únicas que nacían entre los ágiles dedos de Carmen. La tristeza de Damaris quedó desnuda. No hay prenda capaz de arroparla. Han pasado tres años. En vano, espera esa calidez que con remedios caseros, hilos, recetas de cocina y pláticas le alivió tantas angustias y temores.

La mañana siguiente al festejo por la conclusión de sus estudios normalistas, Carmen llamó a Ema —su mejor amiga— para contarle que el furor de la celebración la había hecho olvidar la hora exacta en que había tocado la cama. Fue la primera persona a quien llamó luego de que la despertaran con una noticia inesperada: tenía novios en casa. Chuy —su segundo hijo— y Damaris —su nueva nuera y su futura confidente— habían pasado la noche juntos. Tenía novios en casa.

Al principio fue estricta con ella, fueron los desayunos matutinos los que ablandaron la tensión entre ambas. El hijo menor de Damaris se acerca a sus piernas. Sus manitas están repletas de esmalte color negro. En una de ellas sostiene el frasquito de vidrio y, en la otra, el pincel empapado. Esto que parecía una interrupción fue, en realidad, un paréntesis para que Damaris recuperara consistencia en las palabras. Estamos sentadas en el patio de la casa de Carmen. El dolor se transfiere poro a poro, y las ganas de llorar se difuminan cortando el recuerdo, es decir, no profundizando sobre esos fragmentos de tiempo donde Damaris sintió tranquilidad y protección.

 En la forma en que también ella me contaba las cosas y pues ya, se fue soltando la confianza. Mientras desayunábamos porque era cuando estábamos nada más nosotras dos o tres. En el desayuno, cuando hacía los hot cakes, siempre me traía la leche, los huevos, la harina y la mantequilla. Extraño mucho hablar con ella.

Todas las mañanas siempre le iba a tocar a su puerta y le decía ya son las 7, las 8 y ya prendía su música. Se bañaba, y luego bajaba con la bocina. Bajaba con su bocina, la ponía y ya decía pues que ya estaba el desayuno. Y desayunábamos.

Ema Domínguez sabe algo que Damaris no. Desde que decidió sumarse a la familia Parral Santos, CarmenLeer más

Implicaciones de la mirada masculina sobre lo femenino

Una disputa entre la imagen y la construcción del deseo en la mujer moderna

 Por Juliana Gómez

 

A todas las mujeres
con quienes nos hemos permitido
reflejarnos para construir un nuevo Nosotras

 

La pregunta sobre la experiencia femenina tiene infinitas formas de responderse, podría corresponder a tantas verdades como personas hay en el mundo. Sin embargo, las formas en las que nos acercamos y afirmamos en las identidades de lo femenino son siempre el resultado de una interacción social que produce imágenes, que dibuja arquetipos y que idealiza patrones pensados desde el dominio masculino[1]. La experiencia de lo femenino se encuentra íntimamente construida por las formas subjetivas en las que reafirmamos, transgredimos, aceptamos, negamos y creamos nuevas formas de mirarnos a nosotras mismas y de dejar a esas miradas guiar y moldear nuestros deseos y acciones.

Este ensayo no tiene la intención de agotar lo que puede ser la experiencia de lo femenino, no busca establecer totalidades, ni validar esta experiencia subjetiva como el entendimiento del amplio, diverso y complejo universo de lo femenino en el mundo; es más bien una reflexión que se sustenta en mi propia experiencia, en las formas en las que he transitado el mundo con un cuerpo que, a pesar de sus cambios permanentes, se acomoda en los estereotipos de lo femenino en la sociedad moderna y ha marcado las formas de relacionarme con el mundo y los seres que lo habitan.

Pensar la experiencia de lo femenino desde el propio cuerpo es mucho más que un desahogo personal: es una crítica al orden simbólico del patriarcado, un cuestionamiento encarnado sobre la producción de imágenes que construyen el deseo y que han hecho de las diferencias un sistema de dominación y jerarquizaciones que estamos constantemente desafiando o adoptando en el entramado de las relaciones sociales que construimos. Cuando escuché hablar a mi profesora Raquel Gutiérrez sobre la mediación patriarcal hicieron sentido muchas cosas en mi cabeza. Ella la definía como “la manera cotidiana y reiterada de producir y fomentar separaciones entre las mujeres, al instalar una y otra vez algún tipo de mediación masculina entre una mujer y otra y por tanto entre cada mujer y el mundo” (Gutiérrez Aguilar et al., 2018, p. 3); a lo que yo agregaría entre cada mujer con ella misma.

Al escucharla y leerla pude darle forma a mi experiencia concreta y entender cómo existen una serie deLeer más

Carmen. Epitafio para la impunidad

Por Ana Hurtado[1]

Hasta que los leones no tengan sus propios historiadores, las historias de cacería seguirán glorificando al cazador
Proverbio Africano


Este proyecto surge de la búsqueda por constituir espacios para redignificar las ausencias y paliar la impunidad del racismo. Estos escritos son resultado de extensas reflexiones en torno a imaginar un periodismo y una literatura situada, afrocentrada e inscrita en los principios de la justicia epistémica y la memoria. Aspiro a devolver atisbos de vida ahí donde el racismo estructural ha dejado muerte, deshumanización y pérdidas irreparables. 

“Carmen. Epitafio para la impunidad” es una serie de piezas narrativas dedicadas a Carmela Parral Santos, primera Alcaldesa afromexicana del municipio de La Estancia, Oaxaca. Fue asesinada en agosto del 2019. Estos escritos son, en conjunto, una carta a la ancestralidad fragmentada. 

 Nuestra lucha por la vida es también la lucha por ser recordadas con dignidad. 

 

I

Volver a la vida

La amistad más entrañable de Emma Domínguez nació a bordo de una pasajera, en las cabinas traseras de los vehículos modelo Nissan 2000 que fueron adaptadas para ser el transporte colectivo de la Costa Chica de Oaxaca. Después del primer día de clases en la Escuela Normal Superior de Oaxaca, los impetuosos trayectos de Pinotepa Nacional hacia La llanada no volverían a ser los mismos nunca más. Carmela Parral fracturó el silencio que divide a dos desconocidas y lo convirtió en un aire tibio que puso en libertad a más de unLeer más

Aportaciones de Christine de Pizan a la educación femenina

Por María Guadalupe Cruz Aceves[1]

 

RESUMEN 

El presente artículo forma parte de los resultados de un trabajo de tesis, el cual es de carácter cualitativo y de corte histórico, donde se tuvo como objeto de estudio la figura de Christine de Pizan. La erudita es una figura emblemática de la Edad Media, así como las obras que realizó a lo largo de su vida, empero, es importante poder analizar los aportes que hizo al campo pedagógico y educativo. Es así como me propongo resaltar aspectos esenciales inmersos en su manuscrito La Ciudad de las Damas. En particular, se expone por qué la obra en cuestión puede ser considerada como una utopía pedagógica, debido a que coincide con algunas características del género, pero lamentablemente no se ha reconocido como tal, ya que existen múltiples prejuicios androcéntricos para incluirla en compilaciones. Posteriormente, se abordan todos los postulados que hizo a favor de la educación femenina, los cuales consideran la lectoescritura, espacios femeninos, materiales didácticos, entre otros tópicos; cuestiones que conforman la educación que defendió incansablemente durante varios de sus escritos. Para finalizar, exponemos los motivos por los que, a nuestro parecer, es una pensadora de la educación adelantada a su tiempo.

Introducción

A lo largo de la historia de la humanidad infinidad de mujeres hicieron aportes a la educación. Es cierto que muchas de ellas se destacaron por su posición social o por el contexto en el que se desenvolvieron. Algunas otras fueron invisibilizadas por múltiples factores. Justo por las mujeres que han vivido en la oscuridad es que creo necesario hablar de una pensadora desconocida para el campo pedagógico y educativo, siendo Christine de Pizan alguien que merece el reconocimiento adecuado dadas sus aportaciones hacia la educación femenina.

Metodología

En primera instancia, quisiera esclarecer los motivos por lo que se llevó a cabo un trabajo de tipo histórico. Cuando se aborda una figura en específico, también se ha de considerar todo el contexto en el que ha vivido, los momentos que están de fondo y que han permitido consolidar parte de su personalidad, sumada a su forma de ver y entender el mundo. La elección de este enfoque es porque se necesita comprender sucesos que acontecieron hace más de quinientos años, pues Christine de Pizan vivió un momento complicado como lo fue la Guerra de los Cien años. A pesar de eso, se pude decir que es una figura que tiene una notable vigencia, pues tocó temas que actualmente definimos como misoginia, violencia de género o perspectivas androcéntricas. 

Ahora bien, he de retomar la definición que hace De Almeida al hablar de esta metodología. De acuerdo con Leer más

Identidades en guerra

Una propuesta de estudio de los machismos cotidianos interiorizados en la identidad

 

Por Kelly Bocanegra Martínez[1]

 

“Prepara el desayuno”, dijo mi hermano; estaba sentado en la barra de la cocina, mientras yo preparaba mi propio desayuno antes de impartir mis clases virtuales. “Haz tu propio desayuno”, le respondí molesta. Ambos trabajábamos por la mañana, así que lo justo era que cada uno hiciera su desayuno o que lo preparáramos entre los dos.  Fue un suceso tan banal, sin embargo, al cabo de un rato empecé a sentir culpa y a cuestionar la forma en que le respondí, quizás exageré y pude haberle preparado el desayuno. Pensaba en lo grosera que había sido; en que, tal vez, lo había hecho sentir mal. Él siempre había sido atento conmigo, así que yo debí, simplemente, preparar su desayuno, nada me costaba.

Me sentí en conflicto conmigo misma por una situación tan simple que seguramente él ni siquiera recuerda. Entré en un proceso de negociación: por un lado, estaba la Kelly que creció con la idea de que, por ser mujer, tenía el deber de servir a mi hermano, la actual figura de autoridad masculina en la casa; por el otro, estaba la Kelly con conocimientos sobre temas de género y feminismos, consciente de que esa demanda sobre el desayuno no era arbitraria, sino una imposición que no podía simplemente aceptar. Me preguntaba: ¿le hago el desayuno aun conociendo el complejo simbólico que esa demanda significa y donde los roles de género juegan un papel crucial? ¿O sostengo mi postura de negación para evitar que esas prácticas de imposición y dominación se sigan reproduciendo?

Situaciones cotidianas como esa son las que me permitieron establecer y desarrollar el proyecto de investigación en curso. Lo que me faltaba era establecer aquello que hacía falta por nombrar: ¿qué era eso que entraba en conflicto cuando se presentaban situaciones como ésta? Mi propuesta es la identidad. Específicamente, hablo de la identidad de las mujeres, a quienes se nos ha impuesto roles y características a seguir que definen nuestro actuar, pensar y vivir en sociedad. Es verdad que tanto hombres como mujeres padecemos este problema, vernos en la obligación de seguir con estándares construidos socialmente y que definen y diferencian lo masculino yLeer más

Los diarios del cáncer de Audre Lorde: historias íntimas de violencia estructural normalizada

Por Alejandra Collado[1]

 

Audre Lorde se identificó a sí misma como una “guerrera, mujer, negra, madre, lesbiana, poeta”. Nacida en Nueva York en 1934, esta escritora y activista continúa erigiéndose como una de las voces elementales del feminismo afroamericano. Tras 23 años de su muerte, su obra evidencia la importancia de narrar la propia experiencia para contar una parte de la historia de las mujeres, las negras, las madres, las lesbianas.

Con las marcas de raza, clase social y preferencia sexo-afectiva, utilizó la creación literaria y el activismo como herramientas de denuncia y crítica hacia la sociedad patriarcal violenta y excluyente, bajo la premisa de que todas esas vivencias no son únicas ni aisladas, sino múltiples y compartidas por muchas mujeres, todo el tiempo y en todos los lugares.

En este sentido, Los diarios del cáncer, obra publicada en 2008 por Hipólita Ediciones, es el resultado de las experiencias y reflexiones que la activista afroamericana habitó durante el proceso de diagnosis del cáncer de mama, desde procedimientos médicos, como biopsias y otras pruebas, hasta la mastectomía.

La escritura fue parte fundamental en la práctica feminista de Lorde. En esta obra en particular, sus anotacionesLeer más

La amistad entre mujeres: una apuesta política

Por Kenia Salas Pelaez[1]

El “estar expresadas” implica entregarle a la otra persona los datos de la realidad. Estos pueden abarcar informaciones cotidianas, prácticas, domésticas, o bien, los deseos, las intenciones, las emociones y sentimientos, las ideas y puntos de vista u opiniones de cada quien. Requieren de honestidad, especialmente con una misma. Luego, declarar a la otra persona en horizontalidad, en la capacidad de entender, pensar y decidir, sin ayudismo, buenismo, proteccionismo ni cristianismo. Dejar fuera estos ismos hipócritas. Los datos de la realidad se expresan en primera persona singular, porque son asumidos; una se hace cargo y responsable de lo que siente y piensa. También se necesita valentía, pues, al “estar expresadas”, nos exponemos y nos arriesgamos a no ser comprendidas ni queridas. El intercambio dialógico puede ser o no apacible; lo que no debe ser es hiriente. En estas condiciones, tanto el encuentro como la ruptura son consecuencias válidas.

Andrea Franulic

 

 

Cuando pienso en algunas representaciones sobre la amistad, llegan a mi mente películas como Means Girls o la serie Sex and the City (ambas de gran éxito), en donde la trama principal son las relaciones entre mujeres desde un paradigma patriarcal. Es común encontrar estas narrativas cuando las mujeres buscamos referentes simbólicos sobre nuestros vínculos y también es a través de éstas que materializamos nuestras propias relaciones con otras. En la civilización patriarcal, la amistad es una relación secundaria, poco explorada y llevada de forma superficial por la mayoría de las mujeres, de hecho, puedo afirmar que su principal función es la contención al romántico amoroso, una especie de enfermería personalizada y temporal para toda aquella que está en busca del “amor completo”, “el amor verdadero”, “la otra mitad”, que la mayoría de las veces, resulta ser el afecto de una mujer hacia un hombre; sin embargo, algunas mujeres lesbianas replican la idealización del romántico heterosexual. 

En tiempos de soltería, la mayoría de las mujeres busca a las amigas para llevar a cabo actividades vacías en colectivo, ir algún bar, al cine, a comer y charlar sobre la convivencia que se lleva con los hombres o sus aspiraciones amorosas. En Sex and the City, por ejemplo, las charlas entre ellas se centran básicamente en reafirmar el papel principal de los hombres en sus vidas, sus aventuras sexuales, sus rupturas afectivas y sus fantasías sexo-afectivas. Obviamente, esto no es casual, pues para un sistema que se sostiene del desprecio hacia las mujeres es importante truncar sus relaciones, sus vínculos y afectos entre ellas, como nos dice Andrea Franulic: “nosotras los amamos y admiramos a ellos. En tanto, nos despreciamos entre nosotras y a nosotras mismas”, desde pequeñas somos instruidas para llevar relaciones poco profundas entre nosotras, concentrando la mayor parte de nuestra energía enLeer más

Pornografía, el primer encuentro con la sexualidad y la violencia hacia mujeres

Por Patricia Ortíz Vázquez[1]

En los siguientes párrafos se presenta solo un breve fragmente que delinea una investigación que se ha estado realizando desde finales del año 2022 con el objetivo de poder obtener el grado de Licenciatura en Sociología por la modalidad de tesis dentro de la Facultad de Estudios Superiores Aragón, UNAM, la cual aborda un problema social que es necesario seguir poniendo al centro con el fin de poder llegar a una transformación en torno a éste. La intención de compartir los puntos que trazan el camino a seguir en esta investigación es despertar el interés en las y los lectores para que próximamente puedan consultar el trabajo de investigación en el catalogó de tesis y, de este modo, poder socializar el conocimiento para tener mayor información de un tema que afecta a las mujeres. 

La pornografía es un fenómeno que abunda en las sociedades contemporáneas, su existencia presenta varios problemas como fenómeno social, pero los que se abordarán en esta investigación Leer más

Desbloquear el amor: hacia la construcción del amor compañero

Por Roselbet Toledo Mayoral[1]

Hace algunos años me encontré con una cita del psicoterapeuta Juan Luis Linares que, matizando a Humberto Maturana, dice: “Somos criaturas primariamente amorosas y secundariamente maltratantes. Cuando el poder nos bloquea el amor enfermamos y hacemos enfermar, pero la inteligencia terapéutica nos devuelve la salud”.

A partir de este encuentro que me pareció revelador he seguido la pista de algunas lecturas desde los feminismos y encontré a una autora que me ha impactado mucho: bell hooks. En su libro Todo sobre el amor, hooks reflexiona justamente en torno a cómo construimos nuestra idea del amor sobre un ejercicio de dominación entre desiguales, lo que al fin nos lleva a establecer vínculos dañinos e incluso violentos.

Dice hooks que si le preguntamos a un grupo de mujeres, cualquiera que sea su raza o clase social, qué tipo de relaciones mantienen con los hombres, escucharemos frecuentemente historias de abuso de poder, Leer más