Alejandra Ruiz (Guayaquil, Ecuador, 1991). He participado en concursos nacionales e internacionales de literatura. Uno de mis últimos trabajos fue la colaboración en una revista de literatura de México siendo seleccionado uno de mis poemas, escribiendo actualmente en la plataforma médium y siendo una de las seleccionadas en la editorial Komala en una de sus ediciones.
Los dedales de Perséfone
Escribo, como si mis dedos fueran aves,
mis murmullos se convirtieran en luciérnagas.
Observando la tinta esparcirse como esporas rumiantes,
una tormenta renace en mi pecho, sigilosa y vespertina.
La calma no tiene paredes, solo peces muertos.
Mi boca es taciturna, muda e inconforme,
pero mis manos tejen versos
como si fueran gorriones,
cantando cuando mueren las hojas.
Las letras beben de mi cuerpo
como si fuera su madre;
se nutren de mi sangre y reviven en mí.
Grietas en mis manos
Tengo un vacío en las pupilas de mi alma,
y mis silencios se transcriben en cartas que no escribí,
negándome a ser un remitente.
Creo que mis manos aún tienen la fuerza suficiente:
agrietadas, rotas, secas, destruidas por el tiempo,
pero con una sed insaciable de vivir.
Mi cabello cenizo, opaco y quebradizo predice lo contrario,
pero mi alma ardiente está llena de fuego.
Las llagas
Mi pueblo tiene hambre y los dedos llagados;
muerde el polvo a diario,
alimentándose con residuos de arena y cal.
No conoce justicia: la dama se volvió una prostituta.
Ahora baila en la sala de los beneficiados,
se casó con un corrupto y parió en un ataúd.
Sus hijos se cubren con sangre de inocentes.
Veo a niños tomando de la mano a Asesinatos;
sus voces se marchitan en las gargantas
de sus madres.
El miedo se convirtió en soldado,
mientras la valentía es un fugitivo, muerto en el desierto.