Por Victoria Marín Fallas[1]
El amor no es todo lo que hay, pero debería serlo en un sentido amplio. Yolanda Bertozzi Barrantes entiende esto y lo pone en práctica, no solo en el ejercicio de escribir, sino también en su trato con los otros. Su importante labor comunitaria, enfocada en la organización de mujeres y en la realización de proyectos de desarrollo en América Latina, inspira a convertir la vida en un viaje consciente, a transformarnos en acto.
Nació en San José, Costa Rica. Estudió en el Colegio Superior de Señoritas. Posteriormente, se graduó con honores en teología (Universidad Bíblica) y derecho (Universidad Latina). Además, se especializó en violencia de género.
Se desempeñó como profesora, investigadora, abogada litigante, consultora, promotora de derechos, educadora popular y activista social. Ha sido pionera en la atención de la violencia de género desde la Defensoría de la Mujer, del Ministerio de Justicia y de la implementación de la perspectiva de género en el Poder Judicial.
Ha participado en diferentes talleres literarios como Poiesis, Voces de la prosa nacional y Namai. Forma parte de la Asociación Costarricense de Escritoras e integra su Junta Directiva. Es miembro del Colegio de Abogados y Abogadas de Costa Rica. Es fundadora de la Colectiva Feministas en Resistencia y actualmente preside la Asociación de Alfabetización y Literatura Alfalit. Escribe poesía, relato y novela. Menciona que su ópera prima Las heridas en el corsé ha tenido buena acogida entre el público y la crítica.
Hace unos días tuve la oportunidad de realizarle algunas preguntas sobre uno de sus proyectos más recientes: la donación de 40 paquetes escolares a los niños y niñas de una pequeña aldea llamada Jabuy, en medio de este enclave bananero, montaña arriba en la Gran Talamanca. La autora también compartió información sobre su vínculo con la región, su motivación para trabajar allí y algunos proyectos relacionados.
¿Qué la inspiró a realizar esta labor?
La pobreza histórica que acompaña a la Gran Talamanca desde que fue “intervenida” es lo que me motiva a realizar trabajos en esa región tan querida de nuestro país. Además, amo Talamanca por su gran diversidad cultural que rebasa nuestro valle centralismo. Sus recursos naturales, su biodiversidad y su resistencia, como dice la poeta nacional Julieta Dobles, en el poemario Desde la alta ventana de los años:
Tantos siglos sirviendo de celo, abrigo, patria
De pueblos que la amaron y guerrearon
Por su sobrevivencia.
Tanto clamor, tanta lucha de ayeres,
Tanta ilusión de vida que hoy discurre
Entre bosques y especies renacidas.
Yo abarco Talamanca
Con mis ojos más plenos
Estoy relacionada con la región de Talamanca desde hace 30 años debido a la Asociación Alfalit, de la que soy la presidenta en la actualidad. En la región hemos realizado trabajo de conservación de bosques, alfabetización y literatura. Es vital solventar las necesidades que aquejan a sus habitantes en el ahora, utilizar los recursos de los cuales disponemos para crear soluciones y no para idear reuniones y hacer planes que nunca llegan a las comunidades.
¿Cuenta con el apoyo de otras personas?
Varias colectivas de mujeres colaboran, como Mujeres por Costa Rica, Feministas en Resistencia y la Asociación Costarricense de Escritoras. Han sido un apoyo importante. Este país es solidario y hay mucha gente buena y bondadosa. Amigos y amigas se suman con entusiasmo también. Además, muchas otras personas apoyan estos esfuerzos gracias a las redes sociales. Vieras cómo la gente apoya estas iniciativas. Hemos recibido ofertas de donaciones de libros y literatura infantil. La escritora Lara Ríos, la señora Pozuelo y la Fundación Carmen Naranjo también van a colaborar.
¿Tiene planeado continuar con el proyecto? ¿Ha considerado expandirlo?
Las personas detrás de esta iniciativa estamos motivadas. Empezamos a desarrollar un proyecto sencillo, cuyo objetivo es dotar de bibliotecas móviles a varias escuelas de la Gran Talamanca. Nunca se sabe cuántos mundos y horizontes pueden abrir la literatura infantil y la literatura en general. También estamos recogiendo libros de texto de primaria y secundaria, no tienen que ser nuevos, es una manera de rotar y de seguir dando uso al texto.
La literatura es fundamental para despertarnos a otros mundos y a otras posibilidades, la promoción de la creatividad y de la imaginación en edades tempranas es fundamental para el desarrollo integral del ser humano. Las poblaciones vulnerabilizadas carecen de las oportunidades que lo fomentan, de ahí la importancia de promover la lectura, el dibujo, el juego, todos los aspectos lúdicos que nos ayudan a crecer, a desarrollar habilidades y vínculos significativos.
[1] Costarricense, filóloga de profesión, estudiante del Posgrado en Literatura de la UCR, escritora, directora en Revista Virtual Quimera, editora en la revista Tolle Lege y jefa de redacción en la Editorial Estudiantil de la UCR.