Poesía colectiva: después de leer a Isabel de los Ágeles Ruano

Por Priscila Alonso, Danae Perales, Ixchel Alejandra Paz y Ximena Cobos

 

Soy dolor, pero también soy ave que transita por las ventanas, por los amaneceres y que se asoma para observar lo que está sucediendo dentro y luego tomarlo prestado para recrear ciudades enteras, uniformes

 

Soy también una pregunta

 

¿Dónde están instaladas nuestras memorias?

en las calles que me alimentan

 

en el cuerpo que me asfixia 

palabras, ser palabra y agua que brota

agua que limpia, que recorre, que abrasa

 

Agua que sale de mi cuerpo y se torna a veces turbia a veces clara 

 

Sí, yo agua, que se anega en las ciudades y que al mismo tiempo escasea y su ausencia se vuelve sequía 

a veces lluvia, a veces mar

otras tantas brutalidad de las coladeras

marea no contenida

 

¿Qué recuerdos evocan los callejones?

a veces el grito

la maravilla, la dicha

el horror

hallarte, reconocer mi boca en tu nombre

 

Encontrarte y perderte en el laberinto silencioso de las alas que revolotean por las calles empedradas 

 

No me canso de nombrarte, pero pierdo en el doloroso silencio de tu recuerdo 

 

Le pongo tus gestos a las calles y las piso sin remordimiento 

 

Te ahogo en los charcos y regreso al templo

al tiempo en que fuimos fluido 

 

En aquella esquina permanece tibia la infancia 

El goce de lo brutal 

y de la nada

Donde brotan los recuerdos 

 

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