Por Carla Castro[1]
Cuando era niña, mamá inventó un conjuro contra mis miedos.
Ella se ponía de pie frente a mí, juntaba mis manos como en forma de cuchara y me hacía cerrar los ojos. Ahí en mis manos me espolvoreaba algunos cachitos de confianza, otros de sabiduría y polvitos antimiedos color turquesa.
Cuando cerraba las manos, los cachitos despertaban y me corrían por todo el cuerpo.
Los cachitos de confianza se me subían corriendo a la cabeza, los polvitos antimiedos se me quedaban en las manos y las pintaban turquesa para que no sudaran tanto y los de sabiduría se me repartían entre el corazón y la cabeza.
Desde esos años guardé algunos por si algún día me hacían falta.
Hoy, aquí sentada en el hospital junto a mamá, le he puesto algunos cachitos que aún me quedaban.
Cántaro
El oxígeno conectado sonaba como un cántaro de respiros.
Cerramos los ojos y olvidamos que estábamos en la habitación de un hospital. Imaginamos que era la fuente de un bosque o un río que recién hallamos juntas.
En el río imaginaba a mi madre navegando contra la corriente, con muchas hierbas y piedras que le enredaban a veces los cabellos y a veces la vida.
Ella rezaba todas las noches; yo le contemplaba sus cabellos blancos y sus brazos delgados.
Por las noches me pedía que le sobara sus piernas para que pudiera dormir. A veces el sueño me vencía pero mis manos seguían, como si supieran que de ellas dependía su descanso.
Nachita
Cuando yo nací, mi abuela ya habitaba otra tierra. No nos conocimos la piel, las caras, los modos, ni la voz, pero mi madre siempre decía que Nachita y yo nos parecíamos.
Una noche, mi abuela Nachita subió al tren de la locura, viajaba en el vagón cuarenta y tres, el de los recuerdos.
Ahí la vi y hablé con ella,
le pedí que le mandara a mamá luces de agua salada,
le pedí que la amarrara a la vida.
[1] Carla Castro. Psicóloga por la Universidad Nacional Autónoma de México. Acompaña a adolescentes y jóvenes sobrevivientes de violencia y en situaciones vulnerables. De manera independiente desarrolla y facilita talleres y procesos de psicoterapia para mujeres. Cursa talleres sobre Terapia Narrativa, Creación Literaria en lenguas originarias y participa en Círculos de bordado feminista.
