Antecedentes desde 2004, evolución y posible desenlace en el corto plazo
Por Julio César Aguirre[1]
La geopolítica es la política
del poder en la geografía”
Manuel Luis Rodríguez U.
I. Introducción
La disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (U.R.S.S.) en 1991 fue un hito histórico que marcó el fin de la guerra fría y dio paso a un probable sistema mundial unipolar con Estados Unidos a la cabeza, quien, junto con la Unión Europea (UE) y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), implementaron “la política de puertas abiertas” en las regiones de Europa del Este y Eurasia, con el propósito de tener influencia sobre los países de la ex Unión Soviética. En este sentido, Rusia también implementó medidas como, según Gutiérrez, A. (2017), el Proyecto de la Unión Eurasiática y, de acuerdo con Cañón, N. (2009), la Comunidad de Estados Independientes, con el objetivo de mantener integrado el antiguo espacio soviético.
Siguiendo a Gutiérrez, A. (2017), “John J. Mearsheimer sostien que en el sistema internacional no existe una autoridad superior que regule a los Estados, por lo que estos se encuentran en una constante disputa entre sí por el poder”. Asimismo, según Cañón, N. (2009), Hans J Morgenthau explica que cada acción política que ejerce un Estado, la hace en busca de mantener, incrementar y demostrar su poder. De modo que a partir de entonces estas dos regiones pasaron a ser motivo de disputa.
Ahora bien, el presente trabajo únicamente abordará el conflicto entre Rusia y Ucrania, puesto que es nuestro objeto de estudio.
Según Vera, D. (2015) Ucrania existe como Estado independiente desde 1991, tiene 600.000 km2 de territorio, por lo que es el Estado más grande de Europa del Este. Cuenta con una diversidad étnica, religiosa e idiomática, de modo que su población se compone de un 77,8% ucranianos; 17,3% rusos; 0,6% bielorrusos; 0,6% moldavos; 0,5% tártaros de Crimea; 0,5% búlgaros; 0,4% húngaros; 0,3% rumanos; 0,3% polacos; y judíos 0,2%. La división política del país se encuentra formada por “el partido de las regiones” del expresidente Viktor Yanukóvich; la oposición “Patria”, de Yulia Timoshenko; el “Partido de autodefensa del pueblo”, sucesor del partido “Nuestra Ucrania”, del expresidente Yuschenko; el Partido Comunista; los ultranacionalistas de “Libertad”; el UDAR (Alianza Democrática Ucraniana por la Reforma), así como grupos neo-nazis, nacionalistas, separatistas, pro-rusos y anti-rusos. Comparte con Rusia la península de Crimea, zona estratégica para la base naval rusa de Sebastopol en el mar Negro. Bajo este panorama, según Gutiérrez A. (2017), la posición geográfica de Ucrania permitió que Rusia se haya situado como la potencia energética del siglo XXI, ya que a través de su territorio, y mediante un complejo sistema de gasoductos, abastece de gas a los países de la UE; y en términos estratégicos, según Byllk, L. (2018), Ucrania garantiza a Rusia un perímetro de seguridad que no estará dispuesto a perder.
De tal suerte que la esencia y posición geográfica de Ucrania han sido un obstáculo para que este país se consolide como unidad política independiente y soberana.
II. Las Revoluciones de colores (2003-2004)
Una de las estrategias que desarrolló EE.UU. para mantener su hegemonía en América Latina fue financiar golpes de Estado, los cuales ejecutaba cuando la sociedad civil de algún país latinoamericano optaba por un cambio de régimen contrario a sus intereses, entonces dichos gobiernos eran catalogados como ilegítimos y dictatoriales, y de inmediato se ponían en marcha una serie de acciones que Sharp, G. (1993) define como boicots económicos internacionales, embargos, intervenciones militares, rupturas de relaciones diplomáticas, expulsión de organismos internacionales, la condena de las Naciones Unidas, pero sobre todo, financiar una poderosa fuerza de resistencia interna que organizara protestas sociales.
Bajo esta línea, según Tamayo, J. (2016), EE.UU., la U.E. y la O.T.A.N. recurrieron a las “revoluciones de colores” en el espacio postsoviético con el objetivo de ampliar su influencia política. La primera fue “la revolución rosa” en Georgia, el Cáucaso, en el año 2003. Mediante una serie de protestas sociales consiguieron la renuncia del presidente Eduard Shevardnadze, exministro del exterior de la U.R.S.S.
La segunda fue “la revolución naranja” en Kiev, Ucrania, en el año 2004. Esto ocurrió luego de que Víktor Yanukóvich, candidato apoyado por Rusia, ganara las elecciones realizadas el 21 de noviembre de 2004. Ante lo cual, Viktor Yushchenko, candidato contrario, y apoyado por EE.UU., desconoció los resultados argumentando fraude electoral. Posteriormente, la Comisión Electoral Central de Ucrania anuló las elecciones y repitió el proceso electoral el 26 de diciembre de 2004, en el cual, Victor Yushchenko ganó la presidencia. De acuerdo con Dorado, D. (2020), la autora Gutiérrez Cid sostiene que este movimiento fue organizado y financiado por EE.UU., la UE y OTAN con el propósito de llevar a cabo las reformas estructurales necesarias en favor de los intereses de este grupo. En efecto, cuando Viktor Yushchenko llegó al poder realizó dichas reformas. Sin embargo, perdió popularidad y fue removido del cargo por la sociedad.
Para el año 2010 el partido de Víktor Yanukóvich ganó las elecciones. Y en el año 2013, según Dorado D. (2020), Yanukóvich decidió suspender las relaciones con la U.E. y comenzó a establecer relaciones económicas con Rusia. Esto ocasionó una serie de manifestaciones en las calles de Kiev bajo la consigna “Ucrania es Europa”. Vera, D. (2015) señala que la negativa de Yanukovich de firmar un acuerdo para asociarse con la U.E. fue lo que ocasionó las protestas entre los ciudadanos de tendencia pro-europeístas y anti-rusos. Yanukóvich reprimió dichas manifestaciones, no obstante, éstas aumentaron. De modo que el 21 de febrero Yanukovich tuvo que abandonar el país, dejando un vacío de poder.
III. El referéndum de Crimea (2014)
Después de que Víktor Yanukóvich abandonó Ucrania, los opositores tomaron el poder. La Rada Suprema destituyó a Yanukóvich como presidente y Oleksandr Turchinov, pro-europeista, asumió la presidencia interina del país. En este contexto, siguiendo a Jaime Tamayo (2016), el nuevo gobierno de Ucrania trató de construir una identidad nacional ucraniana, occidental, pro-europea, anti-rusa, con un discurso ultranacionalista y filonazi.
Bajo esta coyuntura, Rusia tomó la decisión de movilizar sus tropas a la frontera de Crimea, donde predomina una población rusa. Vera, D. (2015) describe que el 27 de febrero grupos pro-rusos tomaron los edificios presidenciales y luego el parlamento de Crimea. A continuación, anunciaron un referéndum para decidir el futuro político de la región. En el referéndum participó el 80% de los ciudadanos, de los cuales un 95% votó por separarse de Ucrania e integrarse a la Federación Rusa.
Según Jaime Tamayo (2016), esto causó reacciones violentas y represión contra los habitantes rusos en el territorio de Crimea a manos de grupos anti-rusos, neo-nazis y de extrema derecha. Asimismo, el Estado ucraniano emprendió una guerra civil contra la población ruso parlante. Para Dorado, D. (2020), la ideología ha sido una de las causas en el conflicto, ya que ha generado un fuerte antagonismo entre la población. Por un lado se encuentran los que desean ser parte de la U.E., y por el otro, los que desean continuar relaciones con Rusia.
En respuesta a este hecho, Gutiérrez, A. (2017) refiere que EE. UU. y la U.E. impusieron una serie de sanciones a Rusia, entre las cuales destacan:
- La prohibición de acceso a los mercados de capital a las compañías rusas y bancos.
- La prohibición de importación de alta tecnología dual.
- Los sistemas de pago Visa y MasterCard congelaron operaciones de varios bancos rusos.
- Prohibieron la entrada a sus países a políticos del círculo de Putin.
A su vez, Rusia también anunció sanciones a algunos ciudadanos de EE.UU., la U.E. y Canadá; prohibió a estos países las importaciones de productos agrícolas, frutas y verduras, materias primas y otros alimentos. Como se aprecia, el referéndum de Crimea ocasionó que el conflicto Rusia-Ucrania escalara hacia un conflicto global y de corte económico entre las grandes potencias.
IV. Efectos del conflicto militar Rusia-Ucrania (2022)
El 24 de febrero de 2022, Vladimir Putin ordenó invadir militarmente la región del Donbass, zona que, según Vera, D. (2015), tiene una mayoría étnica rusa, al igual que Donetsk y Lugansk, quienes se han autoproclamado repúblicas independientes. El presidente de Rusia ha declarado que el choque entre las fuerzas ucranianas y las fuerzas rusas es algo inevitable. A partir de entonces, las tropas rusas han invadido varias zonas de Ucrania, incluida Kiev, su capital.
Como podemos observar, esta vez el conflicto escaló a una confrontación militar, lo cual, igual que la pandemia del Covid-19, sacudió el sistema económico mundial. Según el periódico El País (2022), la U.E. estableció sanciones para Rusia, las cuales se suman a las que ya tenía cuando ocurrió el referéndum de Crimea. Algunos interpretan estas medidas como una guerra económica, ya que Bruno Le Maire, ministro de Finanzas de Francia, sostuvo que “vamos a provocar el colapso de la economía rusa”. A continuación presentaremos algunas de las sanciones:
- Se bloquean las reservas internacionales del Banco Central de Rusia.
- Se prohíbe vender a Rusia material para el refinado de petróleo.
- Se prohíbe invertir en el sector energético ruso.
- Se restringen las exportaciones para la industria energética.
- Se prohíbe suministrar billetes de euros a Rusia.
- Se restringe el acceso al mercado de la UE para entidades rusas.
- Se restringe el comercio con Donetsk y Lugansk.
- Se prohíbe exportar artículos de lujo a Rusia.
- Se prohíbe a los aviones rusos sobrevolar el espacio aéreo de la UE.
- Se suspenden los medios Sputnik y RT en la UE.
¿Se ha logrado el objetivo de la U.E. al aplicar esta nueva serie de sanciones a Rusia? De acuerdo con Foreign Affairs, estas sanciones económicas negativas, y que están dirigidas a Rusia, pueden repercutir a nivel mundial. Uno de los efectos de dichas sanciones es el alza de los precios del petróleo y un impacto en la inflación. Sin embargo, Rusia ha tenido algunos efectos positivos, por ejemplo, aumentaron sus exportaciones de gas y petróleo, y en los primeros cuatro meses del 2022, su superávit en cuenta corriente fue de 96 mil millones de euros, tres veces más que el año 2021.
No obstante, según Bloomberg (2022), estas medidas ocasionaron una escasez de bienes de consumo extranjeros que afectaron el nivel de vida ruso, lo cual ha elevado los costos de algunos productos. A pesar de esto, Rusia no ha mostrado interés en retirar sus fuerzas armadas de Ucrania, ya que no tiene dificultades para encontrar otros mercados. Por ejemplo, en el mes de abril Rusia aumentó un 50% su exportación de petróleo y gas a China, quien hasta el momento es su principal aliado económico.
Larry Frink, CEO de la empresa gestora de inversiones BlackRock, sostuvo que la invasión de Rusia a Ucrania ha marcado el fin de la globalización. Por su parte, Fréderic Leourx, miembro del comité de inversión estratégica de Carmignac, afirmó que el conflicto directo entre Rusia y Ucrania confirma el final de la dinámica desinflacionista, la cual dará comienzo a un nuevo orden económico. Y el analista mexicano Alfredo Jalife, subrayó que el conflicto Rusia-Ucrania es un síntoma de que el actual orden mundial ha caducado.
V. Consideraciones finales
Vamos a iniciar este apartado definiendo qué es la globalización. Según Mittelman, en Morales, F. (1998, la globalización es una fase en la historia del capital que une a distintas sociedades en un mismo sistema. Mientras que para James H. Mittelman es una fusión de procesos transnacionales y estructuras locales que permiten que la economía, la política, la cultura y la ideología de un país penetre en otro.
Entonces, podemos sostener que la globalización es una red de procesos económicos, políticos y culturales que traspasa las fronteras de los Estados. Como, por ejemplo, las empresas transnacionales (Coca-cola, Google, Facebook, Twitter, Starbucks, McDonalds, Ford, etc.); los foros mundiales e intergubernamentales (ONU, la OEA, la G20, La Cumbre de las Américas); la hegemonía cultural (Hollywood, Disney, Netflix, etc.); y por supuesto, el comercio internacional de recursos estratégicos, entre los cuales destaca el petróleo, el gas y la electricidad (Saudi Aramco, Gazprom, Exxon-Mobil, Rosneft).
Dadas las circunstancias del conflicto Rusia-Ucrania, y como lo hemos mencionado más arriba, estamos presenciando entonces un cambio en el actual orden mundial, lo cual nos lleva a preguntarnos ¿qué ocurrirá en los próximos días, meses y años?
En este sentido, en el aspecto socio-político, el conflicto militar Rusia-Ucrania no se detendrá, ya que, como hemos mencionado, ambos países comparten complejos lazos históricos. Por un lado, Ucrania no es una nación, puesto que tiene una diversidad étnica, esto imposibilita que se consolide como una unidad política, lo cual la hace vulnerable a las intervenciones extranjeras. Asimismo, después de la desintegración de la U.R.S.S., una parte de la población ucraniana deseaba seguir manteniendo relaciones con Rusia, mientras que otra parte de la población deseaba integrarse a la U.E. Esto ocasionó el surgimiento de grupos anti-rusos y pro-rusos, financiados por EE.UU., la U.E., la O.T.A.N. y Rusia, respectivamente, con el propósito de consolidar su hegemonía en el territorio ucraniano, ya que este lugar es considerado la bisagra entre Europa y Asia. En efecto, Rodríguez, M. (2014) explica que la “territorialización” es un complejo proceso histórico, el cual hace que las organizaciones humanas (Estados) adquieran, controlen, dominen y transformen los espacios geográficos que consideran propios. No obstante, no podemos descartar que en algún momento este conflicto bélico alcancé una dimensión global (tercera guerra mundial), ya que como menciona Schmitt, K. (1932), el riesgo de una guerra siempre está latente. Pero en este caso, esta posibilidad únicamente sería realizable si la O.T.A.N. interviene directamente.
En el aspecto económico, la guerra económica entre EE.UU., la U.E. y Rusia ha ido escalando paulatinamente, desde el referéndum de Crimea (2014) hasta la invasión rusa en territorio ucraniano en febrero de 2022. Como es sabido, EE.UU. y la U.E. aplicaron una serie de sanciones con el objetivo de aislar económicamente a Rusia. Estas medidas no afectaron a Rusia como estaba planeado, al contrario, en términos generales, beneficiaron sus exportaciones de petróleo y gas, pero afectaron la inflación a nivel mundial y abrieron la puerta para una posible creación de un nuevo orden mundial.
En el aspecto geopolítico, se puede observar que el orden mundial está fracturado en dos ejes. El eje de occidente, conformado por EE.UU., la U.E y la O.T.A.N., y el eje euroasiático, conformado por Rusia y China, quien tiene la segunda mejor economía del mundo. Sin embargo, hasta el momento, el choque entre ambos ejes ha sido económico-tecnológico. Cabe mencionar que tras la invasión rusa a Ucrania, empresas como Coca-cola, Mcdonalds, Starbucks, decidieron detener sus operaciones en Rusia, quien en respuesta a esto dijo que crearía sus propias empresas. Algo similar ocurrió cuando Google rompió relaciones con China, debido a que la empresa denunció ataques cibernéticos contra usuarios de gmail. En respuesta, China creó su propio buscador llamado Baidu. Asimismo, la marca china Huawei ha crecido en los últimos años de tal modo que actualmente compite con la marca Apple de EE.UU. Otro ejemplo, según El País (2022), es que Rusia se ha acercado a China con el propósito de consolidar un bloque de intercambio monetario que sea independiente al dólar.
Finalmente, y con base en lo hasta aquí planteado, nuestra hipótesis en el corto plazo es que a partir del conflicto militar Rusia-Ucrania (2022), la globalización entrará en un proceso de bifurcación, dando como resultado en el largo plazo la coexistencia de dos sistemas de globalización. Por un lado, el eje occidental liderado por EE.UU., la U.E. y la O.T.A.N., quienes, probablemente, continuarán con el actual sistema de globalización. Y por el otro, el eje euroasiático liderado por Rusia-China, quienes tendrán que definir su nuevo sistema de globalización en los próximos años.
Bibliografía.
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Dorado Diaz. (2020) El conflicto Ucraniano. Orígenes y causas de la última guerra en Europa. Gladius et Scientia. Revista de Seguridad del CESEG.
Jaime Tamayo (2016) Ucrania, la guerra civil y la lucha por la última frontera de la OTAN. Inter Naciones.
Lucía Byllk Paraschnuck. (2018) Orígenes del conflicto Ucraniano. Universidad Rey Juan Carlos.
Rodríguez, M. (2014) ¿Qué estudia la Geopolítica Contemporánea? Notas para una introducción al estudio de la Geopolítica Contemporánea.
Martínez, M. (2018) La Organización del Tratado del Atlántico Norte y la ampliación al Este: ¿hasta Ucrania? Universidad Militar Nueva Granada
Vera, D. (2015) Crisis de Ucrania. Colección trabajo de investigación del Máster en Diplomacia y Función Pública Internacional. Barcelona.
Gutiérrez, A. (2017) Las claves del conflicto entre Rusia y Occidente después de Crimea y el conflicto con Ucrania. El Colegio de México, A.C. Distrito Federal, México
Cañón, N. (2004) Intereses Políticos y Económicos de Rusia en la ex colonia Soviética de Ucrania. Periodo 2004 al 2007. Universidad Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. Facultad de Relaciones Exteriores. Bogotá.
Morales, F. (1998) Globalización: conceptos, características y contradicciones.
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https://elpais.com/cultura/2013/06/11/actualidad/1370972433_296587.html
Realinstitutoelcano. La guerra de Ucrania acelerará los cambios en la globalización.
Universidad de San Andrés. Razones geopolíticas. La globalización sufre el impacto de la invasión de Rusia a Ucrania.
Sputnik. Jalife-Rahme explica cómo se inicia una guerra: de la del Peloponeso al conflicto en Ucrania.
Cinco días. ¿Por qué la guerra en Ucrania va a cambiar la economía mundial?
The guardian. Rusia está ganando la guerra económica, y Putin no está más cerca de retirar sus tropas.
El país. Todas las sanciones a Rusia, de un vistazo: así actúa la UE para estrangular la economía de Putin.
El País. Guerra al dólar: Putin busca crear con China otra esfera monetaria global.
Sputnik. (2022) El conflicto en Ucrania exhibe el caduco orden mundial y el fin de la globalización, según Jalife.
[1]Julio César Aguirre estudió la licenciatura en Ciencia Política y Administración Urbana por la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, donde además cursó un taller de cuento, clases de novela y ensayo literario. Publicó los textos: «El espejo» en la revista Palabrijes, el Placer de la lengua; «Fragmento de una región herida» y «¿Qué sueñan los que duermen en la periferia?» en la revista La Pulcata, proyecto estudiantil que se llevó a cabo en la UACM Plantel Del Valle.