Alexander Isaac Freire Montoya (Ecuador, 1992). Licenciado en Comunicación Social con énfasis en Comunicación Organizacional. Graduado de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Central del Ecuador. Amante de viajes largos. Incesante lector y viajero. Estudiante apasionado por la literatura y la danza. Bailarín de Danza Contemporáneo, Folklor y Ballet Andino Humanizarte. Fue uno de los ganadores de las IV Justas Literarias de San Ginés de la Jara, concurso que se llevó a cabo con el apoyo del Ayuntamiento de Cartagena y la Unión Nacional de Escritores en España. 2019.
Fracturas
…
Aclaración.
No tengo intenciones de errar
por los territorios vagos.
Escribir, sacar palabras de mi lengua
no me aleja del dolor,
no me salva,
si acaso es una declaración de guerra.
Es una pausa al dolor,
al sumergirme en las aguas pantanosas
de lo que puede decir un párrafo.
Me rompieron las manos, las uñas, los dedos
los ojos y los días.
Son semanas que he pasado así.
Los niños están hartos de mí
y de sus días asidos en un cuarto oscuro.
Les digo que no me sale nada,
que no puedo hacer nada,
que no quiero hacer nada.
¿Qué podré hacer con todos estas semanas
un tanto muertas?
2
Un silencio aglutinante debajo de mi garganta
siempre se apresta a cantarme,
se toma mi habitación sin sol.
Escucho murmullos y claveles que no existen,
es un juego roto
de una vida abandonada
a la que lleno de cualquier cosa
dedos, piel, voces, claveles…
susurros de gente que no existe.
Quizá seré otro. Un poeta disfrazado de hombre,
un hombre sin semanas
sin cabeza,
te haré el amor a veces, a ratos
y sonreiré al verte pasar
me masturbaré en las noches de luna llena
mientras recuerdo los días del frío
en la bajada al territorio del volcán Pululahua
y pensaré en ti
en los que estuvieron antes
en los que vendrán
¿Seré yo?
Me disfrazaré de poeta, seré otro
seré comedido con los trastes y la cocina,
intentaré generar texto entre tu familia y mi boca
y me haré luego un disparo en la sien,
con esta trampa que aniquile nada
con una palabra que lo llene todo.
3
Ausencia.
Continúo viviendo así
entre mares y cosas extrañas.
hasta la fe se me hace imposible.
Continúo en esta ciudad
y parece que las cosas confabulan para ser cosas,
como si yo eligiera la amargura.
La ciudad me grita, me hace pedir auxilio,
es como si, de todas las formas posibles,
me expulsara
se ha inundado todo
me he quedado quieto, absorto
el agua me sale desde dentro y a millares.
Afuera todo es seco, fulgurante.
Qué contradicción, mi alma es un lupanar
de residuos y cosas tristes, pero afuera,
afuera hay sol.
Afuera continúa la vida viviendo sin mí
afuera el lugar de todas las cosas existe,
yo ya no tengo mi lugar. ¿Existo?
No tengo territorios maduros
por donde mi mente pueda ir a divagar.
Todo lo has llevado con tu ausencia.
Es como si tu cuerpo
buscara expulsarme de todas las intenciones.
Gracias por los poemas. Sobre todo la parte dedicada al silencio aglutinante es la que ha llamado mi atención por la posibilidad de transformación que se aprecia en el texto. Saludos.
Gracias compañero por esa apreciación y si, el silencio como exponente de lo que uno anhela gritar y no puede, hay un dicho que dice, tengo tanto que decir, por eso prefiero callar. Gracias por leerlo