Ñusta (Huancayo, Perú, 1991) Nacida en la ciudad llamada ombligo del mundo (Cusco, Perú) peruana de corazón y residente paraense (Brasil). Viajante del tiempo y el espacio, apasionada por las cosas simples, escritora nocturna y propia fotógrafa de mis viajes, fascinada por la naturaleza, por el espacio.
Eternos turistas…
¿Qué somos nosotros sin tierra?
Con la nostalgia entera sobre uno,
Eternos turistas
Qué significa la distancia para nosotros
si un km se puede sentir que son millas
Tan lejos de nuestras raíces
Tan distantes de nuestras casas
Abismales son nuestros silencios
Guardados en lo profundo de nuestras miradas
¿Qué tan valientes somos?
Si desde que afrontamos la difícil salida del vientre materno
enfrentamos a diario dolores naturales
Nuestros sufrimientos intensos
Que callamos al salir del nido
Al partir hacia ese vuelo infinito
Vivir en una adaptación constante
Y la melancolía de recordar amores
Ohh! Nostalgia ¿qué eres?
¿Qué eres para un turista eterno?
¿Qué eres para un extranjero?
Si nuestra memoria guarda rostros
en una biblioteca infinita de lugares
Alfabetizados, que vienen y van
Incluso el sueño constante de volver
Querer partir al inicio
Y arriesgarnos a vivir de nuevo
Vivir con la perpetua nostalgia
¿Qué somos nosotros? me pregunto
Turistas de sentidos cada vez más intensos
De oídos eternos
Apenas nosotros y nuestra soledad
Aguardando con ansiedad
una llamada de mamá
que nos recuerda nuestra historia
y con su voz nos hace volver
en un paseo sentimental
¿De almas resistentes?
Voladores eternos
Apenas recordando sensaciones
melodías rítmicas
Volviendo hasta nuestras montañas
Frío o calor, Andes o Amazonia
¿Qué somos nosotros recordando nuestros lugares?
Nuestras calles
Nuestros bares
Colores que nos transportan
Turistas eternos
Piececillos descalzos
Aquellos piececillos descalzos que emanan ternura
Aquellos que caminan de día y duelen por la noche
Aquellos que no tienen madre ni Dios
Piececillos descalzos
Los que recuerdo con tanta tristeza
aquellos que dejaron una huella
Una huella que más nadie recuerda
en esos caminos que guardan memorias
Que al igual que tus piececillos han sido olvidados
Aquellos de esencia divina y existencia auténtica
Piececillos que hablan un idioma único
Tus huellas dejan letras de quechua
Los piececillos descalzos bajo el faro, bajo la lluvia
Bajo la lluvia de aquella época helada
Donde solo el ichu se dispone a crecer
Bajo aquel hombre quien desgarró su prudencia
Bajo aquellos lujuriosos ojos que rasgaron tu inocencia
Aquellos piececillos descalzos de una madre olvidada
sin oportunidad
Golpeados por la vida
Por la vida y los “ismos” del hombre
olvidados por la miope sociedad
Olvidados por la egocéntrica política
Aquellos piececillos que pertenecen a lo más sagrado
Esos de valiente talón, de coraje en el corazón
Pies que se enfrentan a la vida dentro de tanta miseria
Si tan solo supieran que tú eres el futuro de un Perú
De una iluminación de los andes
Piececillos que cargan experiencias llenas de tristezas
Oh! nostalgia andina
Esos piececillos llenos de soledad
Que andan por caminos donde el olvido está presente
Y donde la felicidad tiene otra cara, la de un juguete de hojalata
Aquellos piececillos que no saben de los caminos de la vida
que solo conocen de ternura e inocencia
Inocencia infinitamente nostálgica
Recuerdo aquellos caminos por los que anduviste
Piececillos que se internan en las montañas
Allá donde solo el cóndor es dueño de los nevados
Y tú, tú dueño de la nada
Piececillos que cargan tristeza en su vida
En tu cocinilla de barro ancestral
Aquella que debería ser el estándar
Piececillos que solo te alimentas de pobreza
¿Qué será de ti?, me pregunto a menudo
Yo, una mente agobiada
Dueña de una profunda añoranza que marca mis rasgos andinos
¿Qué será de ti y los otros piececillos descalzos?
No quiero que sean olvidados
Pero te desvaneces en la desmemoria cultural,
¿acaso podré ir por ti?
Tendré tanto coraje como tú
Como tú, cuando vas por agua. Y caminas miles de kilómetros
Que pastas y solo sabes contar vicuñas
Y no números ni fórmulas
Que no cargas preconceptos,
Piececillos que están dispuestos a soportarlo todo
Llévame por tus rumbos, por tus caminos
Esos que duelen al andar por la tierra
Tierra llena de piedras
pachamama que te soporta en su naturaleza
Piececillos llévame contigo, lejos muy lejos
¡Lléname de coraje!